Trump-Macron: un encuentro 'viril”
PARÍS (apro).- ¿Tomó Emmanuel Macron un curso intensivo de jiujitsu en vísperas de su cita con Donald Trump el pasado jueves 25 en Bruselas?
Es lo que se desprende del video del apretón de manos de los dos presidentes que está dando la vuelta al mundo.
Llaman la atención sus rostros tensos, sus mandíbulas crispadas y sus sonrisas forzadas que convierten a ambos mandatarios en dos adolescentes midiendo fuerzas para impresionar a las chicas de su barrio…
Pero sorprende aún más el impacto que tuvo en los medios masivos de comunicación estadunidenses la victoria del muy delgado y distinguido Emmanuel Macron, aparentemente ajeno a ese tipo de manifestaciones demasiado viriles, sobre su fornido contrincante que nunca pierde una oportunidad para reafirmar su hombría.
La competencia tuvo lugar en la embajada de Estados Unidos en Bruselas donde los dos mandatarios sostuvieron un denso almuerzo de trabajo. Previsto para durar una hora y cuarto, el encuentro se prolongó media hora más.
Después de calificar el ahora famoso apretón de manos de “feroz”, el diario The Washington Post recalcó: “Si su manera de apretarse las manos define la relación entre estos dos hombres, pues, esa relación amenaza con ser despiadada…”.
Insistió: “Macron señaló a su homólogo estadunidense que distaba de ser el único ‘macho alfa’ en el salón de recepción de la embajada”.
El concepto de “macho alfa” o “macho dominante” asociado a la imagen del flamante jefe de Estado francés hundió a los comentaristas de la prensa gala en un abismo de perplejidad.
Luego, el diario The New York Times insistió sobre “la decoloración” de la mano de Trump triturada por la de Macron, mientras que la cadena de televisión CBS mencionó una “auténtica pelea de manos que se convirtió en prueba de fuerzas”.
El Huffington Post, por su lado, se mostró ditirámbico:
“El presidente de Estados Unidos recibió de su propia medicina. Donald Trump ya sabe qué se siente cuando alguien no quiere acabar con el apretón de manos, hasta el punto de incomodarlo a uno”.
Después de señalar el claro triunfo de Macron sobre Trump, la agencia noticiosa Bloomberg subrayó, sin embargo, que ese tipo de concurso se asemejaba a “juegos de niños en un patio de recreo”.
En los segundos que siguieron a este show, Macron, que habla inglés con fluidez, siguió dando pruebas de su fuerte personalidad, respondiendo en francés a las palabras de bienvenida de Trump.
Poco se sabe sobre el largo diálogo que los dos mandatarios sostuvieron --en inglés esta vez-- durante casi dos horas. Se filtró, sin embargo, una información que de nuevo dejó escépticos a los analistas políticos galos.
Al referirse a las elecciones presidenciales francesas, Trump habría exclamado: You were my guy! (Usted era mi hombre) y habría precisado: “A la inversa de lo que se dijo en la prensa, yo nunca apoyé la candidatura de Marine Le Pen”.
No se conoce la reacción de Macron ante esa mentira diplomática, pero “los hechos son los hechos”, insisten los articulistas galos que hacen la lista de las divergencias entre los dos presidentes.
Basta recordar la reacción de Donald Trump cuando se enteró del asesinato del soldado francés perpetrado por un yihadista francés en los Campos Elíseos el pasado 20 de abril, cuatro días antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales galas.
La misma noche del atentado Trump anticipó un “impacto enorme” sobre los comicios y “un fortalecimiento considerable de la posición de Marine Le Pen”.
Al día siguiente, fue aún más explícito al declarar a la agencia noticiosa Associated Press: Marine Le Pen is the strongest on borders and the strongest on what’s been going on in France (sic). (Marine Le Pen es la más fuerte sobre las fronteras y la más fuerte sobre lo que pasa en Francia”).
Polos opuestos
En realidad, Trump y Macron tienen sólo un punto en común: ambos irrumpieron en forma repentina en el escenario electoral de sus respectivos países y su victoria agarró desprevenidos a los más brillantes analistas políticos nacionales e internacionales.
Fuera de eso, todo los opone.
Macron es un ferviente partidario de la globalización de la economía insistiendo, sin embargo, sobre la necesidad de “humanizarla con medidas sociales audaces”, mientras que Trump aboga a favor de un proteccionismo económico exacerbado al igual que lo hacía Marine Le Pen.
A lo largo de su campaña electoral, Macron, consciente del apoyo de la Casa Blanca a la lideresa del Frente Nacional, multiplicó las críticas contra Trump.
Indignado por sus ataques virulentos contra la política migratoria de Ángela Merkel en particular y contra Europa en general, Macron se desató contra el presidente norteamericano:
En uno de sus mítines electorales, el entonces candidato presidencial exclamó mezclando enojo y lirismo:
“Tenga un poco más de humildad, señor Trump. No olvide nunca lo que usted debe al viejo continente, lo que nos debe a nosotros. Nos debe la libertad, nos debe su existencia misma. Vuelva a leer su Historia, señor Trump, y ya verá que es la Historia de La Fayette. Es nuestra Historia”.
Esa alusión al Marqués de La Fayette, héroe francés de la independencia de Estados Unidos, no gustó en Washington.
Tampoco fue del agrado del primer mandatario estadunidense la forma en que Macron denunció su obsesión por el America First:
“Creo que el señor Trump se equivoca sobre su propia economía cuando defiende el proteccionismo. La economía estadunidense es una de las más abiertas al mundo. Además en esa economía el poder adquisitivo de las clases medias depende considerablemente de lo que se produce en el mundo”.
Macron se mostró aún más agresivo algunas semanas antes de su victoria electoral cuando lanzó un vibrante llamado a las empresas, los universitarios y los investigadores de Estados Unidos, invitándoles a instalarse en Francia para combatir el oscurantismo de su presidente desde la patria de los derechos humanos…
Por si eso fuera poco, dos días antes de su triunfo electoral, el líder de En Marcha! se burló abiertamente de Trump en una larga entrevista con el diario electrónico Mediapart:
Confió: “No estoy muy seguro de entender con claridad cuáles son los valores de Donald Trump. Algunas de sus decisiones son inexplicables y otras totalmente inesperadas. Donald Trump seguramente está afinando su visión de las cosas, por lo menos eso espero”.
En ese contexto se entiende mejor ese apretón de manos a la vez viril e infantil… Es tan solo un primer enfrentamiento. No hay que ser profeta para anticipar otros.
Una nota optimista, sin embargo. Todo parece indicar que Donald Trump visitará a Emmanuel Macron a finales del año para conmemorar juntos la llegada a Francia en noviembre de 1917 de los primeros batallones de soldados estadunidenses que combatieron al lado de las tropas galas contra los alemanes en la Primera Guerra Mundial.