Torreón
Río Nazas busca defensa en CIDH; activistas llevan a la corte y a la CCA quejas por daño al caudal
Se estima que en los últimos años se han perdido más de cien hectáreas de bosque de galería y diversas especies de fauna endémica, como las tortugas al destinar el agua al riesgo.TORREÓN, Coah (apro).- El Río Nazas no lleva agua desde hace muchísimos años, pero sí tiene personalidad jurídica para interponer una queja ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por los daños que le han ocasionado en su cauce compartido por los estados de Durango y Coahuila; la afectación se denunció también ante la Comisión para la Cooperación Ambiental, organismo emanado del Tratado de Libre Comercio entre México Estados Unidos y Canadá, hoy TMEC.
Luis Eduardo Pedroza García, abogado e integrante de la asociación civil Prodefensa del Nazas, señaló que las peticiones se llevaron ante organismos internacionales porque el cauce aguas abajo, o cuenca baja, se ha deteriorado a ritmo acelerado por las obras de infraestructura hidráulica que lo han afectado y secado, como son la presa Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco, ubicadas en el estado de Durango, y las cuales iniciaron operaciones en 1946 y 1968 siendo presidentes Manuel Ávila Camacho y Gustavo Díaz Ordaz, respectivamente, así como la canalización en la ciudad de Lerdo.
Se estima que en los últimos años se han perdido más de cien hectáreas de bosque de galería y diversas especies de fauna endémica, como las tortugas al destinar el agua al riesgo. La longitud del cauce ubicado en la zona desértica de ambos estados es de 560 kilómetro y nace en la Sierra Madre Occidental.
La organización ganó un amparo en 2023, tras casi cuatro años de interponer el recurso, y con ello obtuvieron que instancias como la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como la Comisión Nacional del Agua establecieran acciones para la protección del acuífero de la Comarca Lagunera al comprobarse que estaba sobreexplotado.
Actualmente, se cumple la sentencia establecida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero los activistas consideraron que es necesario también la protección del Río Nazas en su cuenca baja que tenía como destino la laguna de Mayrán, en el municipio de San Pedro de las Colonias, Coahuila, y fue considerada una de las más grandes de Latinoamérica, pero desapareció debido a que en ese tramo el río ha permanecido seco desde hace más de 70 años.
“Nos hemos esforzado en lograr aquí en la comarca lagunera una gestión con enfoque de cuenca. Esto quiere decir que el agua la administremos tomando en consideración tanto la superficial, la de los ríos y el agua subterránea porque están interconectadas. Actualmente en México se han administrado de forma separada sin considerar esa conexión”, explicó y detalló que después de proteger el acuífero, lo que sigue es recuperar el río Nazas.
Por ello también se interpuso otro amparo para la protección del río, pero en julio del 2025 la Segunda Sala de la SCJN, en su penúltima sesión, no entró al fondo del planteamiento al considerar que los activistas no tenían interés legítimo para interponer el recurso.
“La Corte consideró que como el río ya no otorga beneficios naturales pues está seco, no teníamos legitimidad para defenderlo y con esta sentencia, nos genera el derecho para acudir a las instancias internacionales después de agotar todas en México donde se denuncian la violación a los derechos humanos por parte del Estado", agrega.
Fue entonces que el pasado 29 de agosto, Prodefensa del Nazas presentó la petición ante la Corte interamericana de Derechos Humanos estableciendo como uno de los afectados al propio caudal endorrreico.
Los peticionarios se basan en la Opinión Consultiva 32/2025 de la CIDH, en donde se señala a los países miembros, entre los cuales se encuentra México para que se reconozcan los derechos de la naturaleza y sus componentes a la protección, independientemente que, si un daño a ella se materialice en un daño a las personas, y por ello la organización presentó como peticionario también al propio Río Nazas.
“Con la construcción de las presas se redujo la recarga del acuífero, se perdieron los esteros o vegas, así como las especies vegetales y animales asociadas a estas. La reducción de los caudales temporales de los ríos, la disminución en el nivel freático, la falta de deposición de materiales de sedimentación ha acabado con la vegetación riparia que caracterizaba los márgenes de estos ríos: álamos, sauces y sabinos. Se perdieron las lagunas de Mayrán y Viesca en Coahuila y la de Tlahualilo en Durango”, se leer en los argumentos presentados ante la CIDH,
En el caso de la petición presentada el 2 de septiembre en la Comisión para la Cooperación Ambiental, esta se hizo llegar al organismo intergubernamental de los países que integran el TMEC por considerar que hay un incumplimiento por parte del estado mexicano a la legislación ambiental.
“En los años de 1940 se construye la primera presa que es la Lázaro Cárdenas y es la primera que retiene los flujos del río; luego a final de la década de los sesenta, y más abajo. se construye la Francisco Zarco. Sus volúmenes de agua se destinan únicamente para el riego agrícola, de 40 mil hectáreas y desde los años setenta ya no fluye por su caudal natural que era atravesar toda la zona metropolitana de la laguna y llegar a la Laguna de Mayrán”, destacó.
La afectación al secarse el río, es que se han perdido ecosistemas y el daño ambiental se observa en el desequilibrio ecológico con la degradación e interrupción del caudal.
La organización empezó una campaña para hacer conciencia en la defensa del río para lograr que vuelva a tener vida sin afectar a los usuarios agrícolas.
El representante de la organización señaló que hay otras instancias que están interesadas en la propuesta y analizan la viabilidad para concretarlas, principalmente porque ya hay un Acuerdo Nacional por un Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad que se emitió a través de un decreto presidencial en diciembre del 2024, y en él se considera como uno de los objetivos, en su numeral 9, el de recuperar y restaurar los ríos.
"En 2023, durante la Conferencia de la ONU sobre el del Agua, en Nueva York, México se sumó al reto que se llama el desafío del agua dulce donde junto con otros siete países se comprometen a restaurar más de 300 mil kilómetros de ríos y 350 millones de humedales. Nosotros decimos que hay la intención política de hacer esto que estamos pidiendo”, dijo Pedroza García.
Aunque la organización se vio forzada a recurrir a estas instancias internacionales, lo que buscan es llegar a una solución amistosa para lograr un río urbano y con caudal ecológico.
“Esto se hace con una propuesta integral en base a una recomendación y el análisis de especialistas como los ecologistas, biólogo, hidrólogos, urbanistas, ingenieros ambientales, Sabemos que es algo viable, pero debemos impulsarlos con estos procesos legales, porque es muy difícil sentar una mesa de diálogo con autoridades si no tienes el respaldo de un proceso legal atrás”, afirmó.
Los activistas esperan que el resultado sea favorable y aunque las decisiones en los organismos internacionales pueden demorar, esperan que el Estado Mexicano atienda las peticiones y cumpla con las disposiciones ambientales como lo ha hecho con la sentencia del amparo para la protección del acuífero y la instalación de 200 medidores telemétricos, mientras que la gestión del acuífero la realiza el Instituto de Ciencias de la UNAM.