CIUDAD DE MÉXICO (apro).-  La Secretaría de Salud de Baja California Sur, en conjunto con instituciones del sector, inició el martes 10 de junio, un cerco epidemiológico en Ciudad Insurgentes, municipio de Comondú, luego de identificar tres posibles casos de sarampión en un centro de salud de la localidad.  

A través de un comunicado, la dependencia detalló que los presuntos casos corresponden a tres menores, integrantes de una familia que tiene antecedente de un viaje a Chihuahua, el estado más afectado por sarampión en 2025, con 2 mil 33 infectados confirmados acumulados, cuatro defunciones y 0.20% en tasa de letalidad, de acuerdo con la Dirección General de Epidemiología.  

Los pacientes no tienen historial de vacuna contra el sarampión y presentan sintomatología probable “de esa enfermedad”, indicó el subdirector de Epidemiología de la dependencia estatal, Alfredo Ojeda Garmendia. 

De acuerdo con el reporte, la más pequeña de los menores, tiene cinco meses y se mantiene bajo aislamiento domiciliario, mientras sus hermanos, de cinco y ocho años, fueron ingresados al Hospital General de Ciudad Constitución para su vigilancia médica bajo las medidas de seguridad establecidas para estos casos. 

El subdirector del área informó que se realizaron las prácticas y la toma de muestras de la enfermedad febril, bajo los lineamientos de vigilancia en el laboratorio, emitidos por la Dirección General de Epidemiología. Se espera tener los resultados en menos de 72 horas. 

Las pruebas serán analizadas por técnica de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en el Laboratorio de Salud Pública de la entidad, y se canalizarán conforme al protocolo. 

Asimismo, se llevan a cabo los estudios de contacto con los pacientes, a fin de identificar y seguir a personas expuestas al sarampión, informo Ojeda.  

Finalmente, las autoridades sanitarias reiteraron su llamado a la población sudcaliforniana para reforzar los esquemas de vacunación, dado que es una enfermedad altamente transmisible, que puede llegar a ser letal, afectando principalmente a la población infantil no vacunada.  

Sarampión, síntomas y complicaciones 

El sarampión es una infección causada por un virus altamente contagioso en todas las edades y se transmite por gotículas procedentes de la nariz, boca y faringe de las personas infectadas, de acuerdo con Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).  

Produce una enfermedad aguda y severa, caracterizada por síntomas como:  

• Fiebre alta.  
• Enrojecimiento de ojos.  
• Congestión nasal.  
• Tos.  
• Pequeños puntos blancos abultados dentro de la boca.  
• Manchas rojas que inician en la cara y se extienden a todo el cuerpo (exantema).  

Desde la infección hasta la aparición de los primeros síntomas, transcurren entre 10 a 12 días, mientras la erupción o sarpullido en la piel, ocurre en un rango de siete a 18 días. 

La enfermedad sigue siendo una de las principales causas de muerte en niños menores de cinco años a nivel mundial, aunque también afecta principalmente a adultos mayores de 20 años y personas con un sistema inmunológico debilitado (portadores de cáncer, VIH-SIDA, desnutrición, entre otros). 

En el país, el estado más afectado es Chihuahua, seguido de Sonora, Zacatecas, Tamaulipas, Coahuila, Durango, Campeche, Guerrero y Michoacán, con cinco defunciones reportadas en conjunto (cuatro de ellas en Chihuahua).  

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), no hay tratamiento específico para el sarampión, y la mayoría de los pacientes se recuperan en dos o tres semanas. Sin embargo, puede causar complicaciones graves como:  

• Ceguera.  
• Encefalitis.  
• Diarrea intensa.  
• Infecciones del oído.  
• Neumonía.  

En caso de presentar algún síntoma, se recomienda no automedicarse, buscar atención médica de inmediato y evitar el contacto con otras personas, para reducir la propagación de la enfermedad.    

La mejor medida de prevención contra el sarampión es la vacunación. En México, el esquema comprende dos dosis de SRP (Sarampión, Rubéola y Parotiditis), que representan casi el 100 por ciento de efectividad. 

Se recomienda aplicar la primera a los 12 meses de edad o antes de cumplir seis años, y la otra a los seis años o al ingresar a la primaria.