explosión de pipa
Explosión en Iztapalapa: velan a Miguel Cano mientras su hija y nieto están graves
Misael, su hija Tifany y su nieto de un año y cinco meses fueron alcanzados por las llamas de la explosión de una pipa de gas en el puente La Concordia de la CDMX.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Misael Cano Rodríguez iba con su hija Tífany Odete Cano González a recoger unas cosas para su nieto, cuando la nube de gas de la pipa que se acababa de volcar debajo del puente de La Concordia, en la alcaldía Iztapalapa, se tornó en llamas; hoy en su casa el dolor se divide entre el luto por él y la esperanza por ella y por su nieto que aún luchan por sobrevivir.
“No pasaban diario por ahí. Es cuando estás en el lugar equivocado, en el momento equivocado”, dice María Guadalupe Martínez Pineda, tía-abuela de Tífany, la joven de 16 años y madre de un pequeño de un año y cinco meses a quien se dedicaba a cuidar. El pronóstico de vida de ambos es reservado.
Frente a la entrada del área de Urgencias del Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra”, la adulta mayor revela en entrevista con Proceso el estado de salud de Tífany, con voz pausada y ojos hinchados por el llanto y el desvelo:
“Ella fue -silencio por unos segundos- fue víctima de… de… de la explosión de la pipa de gas. Llegó aquí con el 60% de quemaduras en su cuerpo y los pulmones muy afectados. Sus quemaduras son de tercer grado. Está muy grave y tiene una alta probabilidad de muerte, como me lo dijo la doctora”.
La esperanza y una inyección de insulina la ayudan a mantenerse serena, de pie y alerta a las indicaciones de los doctores:
“Me dice el parte médico que ahorita está más estable que como llegó y que hay que llevarlo paso a paso, despacio y solamente esperar… dice la doctora que, por la situación de sus quemaduras, está en 50-50, que con el medicamento si ella empieza a responder, obviamente puede salir avante, pero solamente hay que esperar. Eso lleva tiempo”.
Mientras María Guadalupe espera de noticias de Tífany, la madre de ésta aguarda en el Hospital Infantil de Tacubaya para tener noticias de su nieto de 1.5 años que también fue víctima de las llamas.
“El bebé también está reportado como grave, intubado, igual que mi sobrina. Hace ratito la abuela del bebé me dijo que al niño le dio un paro cardio- respiratorio, pero lo lograron sacar adelante. Pero bueno, hay que esperar”, dice resignada.
La tragedia no se queda ahí, pues mientras ellas hacen guardia en los hospitales, otros familiares están en su casa, en Iztapalapa, en el velorio de Misael, quien era trabajador de esa alcaldía y también chofer de taxi por aplicación:
“Tífany venía en un coche particular con su papá. Su papá desafortunadamente ayer por la noche perdió la vida aquí. Venía con casi un 100% de quemaduras en su cuerpo. Llegó vivo, con signos, pero en el transcurso ya no respondió”, lamenta.
Según María Guadalupe, autoridades del INR le ayudaron a tener esperanza: “Me dijeron que el hospital se iba a encargar de cubrirlo todo, al 100% tanto la estancia, las cirugías, todo lo que fuese necesario lo iba a cubrir el hospital. Y si la niña sale avante de todo esto, tiene dos años de atención sin costo”.
También recibieron apoyo de personal de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX. “Ellos se hicieron cargo del traslado de aquí a la casa y de la caja, del ataúd”.
De quien no recibió apoyo fue de un policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) al que ayer por la noche le explicó la situación de emergencia y le pidió ayuda para llegar, de Iztapalapa al INR, que se ubica en la alcaldía Tlalpan. Éste le contestó: “No puedo, es que no es mi sector”. Como pudo llegó luego de tres horas de luchar contra el tráfico y la lluvia.
“Ah, pero eso sí, si te subes a una banqueta, entonces sí llegan todos, y te agarran y ahorita que necesitamos ayuda, nada”.
Aunque el nombre de Tifany no aparece en la lista de lesionados difundida por el gobierno de la CDMX, ella sigue luchando por su vida en la sala de urgencias del hospital.