Libertad de expresión
Caso Dato Protegido llegará a la CIDH; los políticos no quieren rendir cuentas: Estrella
Tras cumplir su sentencia de disculparse 30 días seguidos, Karla Estrella lleva su caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, acompañada por Artículo 19; ha recibido, dice, el apoyo individual de políticos de todos los partidos, incluidos Morena.HERMOSILLO, Son. (Proceso).- Luego de cumplir la sentencia dictada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación derivada de la denuncia por violencia política de género de la diputada Diana Karina Barreras, la ciudadana Karla Estrella llevará su caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pues, sostiene, “no debemos dejar tan cómodos a los actores políticos, a que nadie les cuestione”.
En entrevista con Proceso, dice considerar como cuestionable el proceso que le acarreó la sentencia de disculparse por 30 días seguidos, con lo que cambió su manera de aproximarse a las redes sociales. Su convicción ante los asuntos públicos, sin embargo, la motiva para continuar con la controversia y llevarla a terrenos internacionales.
“Debemos estar pendientes, analizar lo que hacen [los políticos], exigirles y motivarlos también cuando las cosas están bien para que hagan las cosas como debe ser”, afirma.
Karla lamenta que una norma pensada para proteger los derechos de las mujeres, como es la tipificación de la violencia política en razón de género, sea utilizada en contra de una expresión y proteja, a la vez, los intereses de la clase política.

“Sí, creo que esto que me pasó a mí, y que le ha estado pasando a muchos periodistas últimamente, es en un sentido censura. Cada vez más los actores políticos quieren que estemos menos pendientes de ellos. No quieren rendir cuentas”.
Miedo y autocensura
“No sabía qué hacer, ni siquiera sabía que existían esas demandas y que yo como ciudadana podía ser sujeto de una denuncia. Me daban muy poco tiempo para apelar eso, eran 2 o 3 días, era una situación así de locos”, recuerda Karla al contar sus primeras impresiones por la denuncia de la diputada petista y el proceso que derivó en la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
La sentencia en contra de la tuitera incluyó el pago de una multa, la obligación de tomar un curso impartido por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), llamado “El ABC de la igualdad y la no discriminación”, y figurar en el Registro Nacional de Personas Sancionadas por 18 meses. Pero la sanción más polémica fue otra, la misma que le valió a Diana Karina Barreras el mote de “Dato Protegido”: la obligación de disculparse por 30 días con la política a través de X.
Fue así como inició una controversia que escaló hasta hacerse viral y debatirse en diversos espacios públicos y virtuales: una ciudadana ama de casa era castigada por cuestionar a través de las redes “un posible caso de nepotismo”. Esto despertó la inconformidad de grandes grupos de la sociedad civil y se reflejó en una amplia cobertura de los medios de comunicación. En el terreno de lo personal también hubo cambios.
“Me ha afectado en que sí hay un poco de autocensura. Al principio ya no quería volver a tuitear, me daba miedo que hubiera alguna otra denuncia. Ya no quieres más problemas, evidentemente pasar por esta situación, que es cansada, te quita la atención que uno debería de estarle dando a otras cosas”, relató.
La controversia escaló tanto, dijo, que tuvo que “dejar de hacer mis actividades por estar atendiendo una denuncia, por estar viendo estas situaciones legales. Una ya no quiere más problemas, entonces sí hay autocensura, sí hay miedo de tuitear y que te vuelvan a denunciar”.
En cuanto a la conducta que se le atribuyó con base en la legislación contra la violencia hacia las mujeres, lo que ahora ve es que “el hecho de usar esta ley, la de violencia en razón de género, que tiene un sentido muy noble, que sí es muy útil, y que es algo que necesitamos como sociedad, sobre todo para que las mujeres puedan hacer su trabajo en la política, es triste que se haya tergiversado para censurar”.
Esta situación, los efectos que pueden tener las redes sociales ante la clase política, es lo que, en última instancia, motivó todo el proceso que culminó con la sentencia contra Estrella. La usaron de ejemplo, afirma, pero la reacción ciudadana revirtió el caso.
“Creo que a mí me usaron como ejemplo para que la gente no opine. ‘Si le pasó a ella, te puede pasar a ti’, ¿no? Y creo que de toda esa molestia de la gente está surgiendo el efecto contrario, lo cual es muy bueno. Que la gente realmente muestre su molestia al mal uso de las leyes y a proteger nuestros derechos”.
A pesar de todo continúa utilizando las redes sociales, sobre las que señala:
“Hay que darles un buen uso, estar pendientes de lo que sucede a nuestro alrededor, tanto en cuestiones políticas como sociales. Para eso están las redes, hay que usarlas, hay que darles un buen uso y creo que mi caso es un ejemplo de cómo sí nos leen, cómo sí podemos hacer el cambio”.
A la Corte Interamericana
La ciudadana está decidida a recurrir a la Corte Interamericana, pues considera que en este organismo internacional se verá cómo los tribunales se contradijeron en sus propias sentencias “y mis derechos fueron violentados por lo mismo: una serie de situaciones que se fueron dando al momento de sesionar, de interpretar la ley”.

La idea es que el recurso se presente cuanto antes y que la acompañe la organización Artículo 19, organización internacional que defiende la libertad de expresión y el acceso a la información.
Las violaciones a sus derechos durante el proceso legal, abundó Karla Estrella, en consonancia con los argumentos de su defensa legal, se desprenderían de que en México hay precedentes que involucran a periodistas en situaciones análogas.
“Lo que me explican los abogados es que ya hay otros casos donde se ha hablado del asunto, de que hablar de un posible nepotismo no es violencia de género y hay un antecedente, pues ya han fallado en ese sentido. Entonces, ahora la Corte falló en contra de sentencias previas de ellos”.
Otra parte cuestionable del proceso, de acuerdo con la afectada, se expresa en que la sentencia parece desproporcionada y carece de fundamentos explícitos al considerar los 30 días de disculpas. Dicha visión coincide con la de la presidenta Claudia Sheinbaum, expresada en su conferencia matutina el 17 de julio pasado.
“Puede haber una sanción del Tribunal (Electoral del Poder Judicial de la Federación) de decir ‘no hubo fundamento, es bueno que haya una disculpa pública’, y se hace la disculpa, pero esta exigencia por 30 días es un exceso”, dijo la presidenta.
En un sentido similar, múltiples actores políticos “de todos los partidos” expresaron a Karla Estrella su apoyo.
“He recibido el apoyo individual de muchos, muchos políticos de todos los partidos, incluidos Morena, el PT, el Verde. De todos los niveles, tanto locales, estatales, federales, pero a nivel personal, y lo han hecho de una manera privada. Me han dicho que no están de acuerdo en este proceso, que tengo su apoyo, que lo que necesite, que no es algo que represente a su partido ni sus valores, que ellos no están de acuerdo”.