Política

Abandonados y marginados, el gobierno de Guerrero revictimiza a sobrevivientes de la Guerra Sucia

La gobernadora Evelyn Salgado incumplió la recomendación de la CNDH de ofrecer una disculpa pública por violaciones a los derechos humanos durante la Guerra Sucia. En cambio, revictimizó a sobrevivientes al conmemorar al exgobernador Rubén Figueroa, señalado como perpetrador.
lunes, 15 de diciembre de 2025 · 05:00

CHILPANCINGO, Gro (Proceso).– El 18 de abril de 2023 el gobierno de Guerrero, encabezado por la morenista Evelyn Salgado, aceptó la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) 98VG/2023 para pedir una disculpa pública por las violaciones a los derechos humanos cometidas entre 1965 y 1990 contra la población guerrerense con la aquiescencia de funcionarios y policías estatales.

Por esa recomendación Salgado accedió realizar las gestiones para que en los espacios públicos que lleven o refieran los nombres de los perpetradores mencionados en la recomendación, entre ellos el gobernador de Guerrero de 1975 a 1981, Rubén Figueroa Figueroa, se señalaran como violadores de derechos humanos.

A más de dos años de ello, el gobierno estatal no sólo ha incumplido las recomendaciones, sino que su gobierno conmemoró el 9 de noviembre último el 117 natalicio de Figueroa Figueroa en una ceremonia oficial.

“El gobierno del estado revictimizó a mucha gente que vive con la esperanza de encontrar a un familiar, con la esperanza de cómo la va a pasar el otro día porque la mayoría está en la pobreza y está muriendo”, dice en entrevista con Proceso Micaela Cabañas Ayala, hija del profesor, Lucio Cabañas Barrientos, quien padeció junto a cientos de pobladores el terrorismo del Estado mexicano tras el secuestro de Figueroa Figueroa (1974).

Micaela Cabañas. Cuestionamientos contra la gobernadora de Guerrero. Foto: Facebook  

El 27 de noviembre de 1974 su abuela Rafaela Gervacio Barrientos, su madre Isabel Ayala Nava y la propia Micaela (nació dos meses antes de que su padre muriera en combate) fueron detenidas por soldados en Tixtla y llevadas a la 27 Zona Militar de Acapulco y después al Campo Militar Número 1 en la Ciudad de México, donde permanecieron un año con ocho meses.

Micaela Cabañas es licenciada en Derecho y desde 2018 es delegada de la CNDH en Guerrero.

Para la hija de Cabañas el exgobernador Rubén Figueroa Figueroa fue parte de la Guerra Sucia y agravió de manera directa a su familia.

Tan es así que fue al campo militar y ultrajó a mi madre, fue un agravio contra mi papá y toda la guerrilla, una burla; lejos de eso la embarazó.

Por eso considera que con el homenaje el gobierno de la morenista Evelyn Salgado revictimizó a mucha gente que sobreviven en la pobreza y con la esperanza de encontrar a un familiar.

“El gobierno del estado revictimizó a mucha gente que apenas y vive con la esperanza de encontrar a un familiar o vive con la esperanza de cómo la va a pasar el otro día, porque la mayoría está en la pobreza y está muriendo. Si una cosa he pedido para la reparación del daño ha sido que les den salud de calidad a todos los sobrevivientes de la Guerra Sucia, a los familiares porque están grandes, no están bien atendidos y se nos están muriendo”.

Estas víctimas, dice, “salieron de sus casas hace más de 50 años y han deambulado de un lado para otro y han sobrevivido como han podido, incluyo a mi madre en eso”.

La mamá y una tía de Micaela, Isabel y Reyna Ayala, fueron asesinadas la tarde del 3 de julio de 2011 cuando salían de un templo en la comunidad de Xaltianguis, municipio de Acapulco.

Gervacio (izquierda). Lucha contra la revictimización. Foto: Luis Daniel Nava 

Guerra Sucia, del pasado al presente

Octaviano Gervacio Serrano, abogado y coordinador del Colectivo de Esposas e Hijos Desaparecidos y Desplazados de la Guerra Sucia, calcula que el terrorismo de Estado alcanzó a afectar de seis mil a siete mil personas en Guerrero, entre agraviadas y víctimas indirectas.

Asegura que hay un promedio de 500 hijos de víctimas de desaparición y 400 sobrevivientes de la Guerra Sucia.

Todos, afirma el abogado, viven en el abandono, la marginación y con la nula atención del Estado mexicano.

Octaviano Gervacio Serrano es hijo de Octaviano Gervacio Benítez, un cafetalero desaparecido de manera forzada por militares el 26 de julio de 1974 en Atoyac, acusado de pertenecer a la guerrilla y ser pariente de Lucio Cabañas.

Tenía 22 años cuando fue detenido–desaparecido. Dejó a su esposa y dos hijos, Octaviano y María.

Gervacio Serrano ha asegurado que existen indicios de que su papá fue llevado al Campo Militar Número 1 y a la Base Aérea Militar Número 7, ubicada en la localidad Pie de la Cuesta, Acapulco, donde pudo haber sido una de las víctimas que fueron arrojadas desde aviones a mar abierto.

Para Micaela Cabañas, la gobernadora Evelyn Salgado tiene la doble obligación de ofrecer una disculpa pública.

“Si dicen que vienen de la lucha social, por supuesto que saben quién es Rubén Figueroa Figueroa. Han vivido en el estado, su señor padre (el senador Félix Salgado) debió haber transmitido que hubo gobiernos anteriores que no dignificaron al pueblo”.

Para las víctimas, agrega, es inconcebible el homenaje.

“Hay gente que tiene a muchas víctimas en su círculo familiar, incluso hay personas que ni lucharon, pero estuvieron en el lugar incorrecto. Y esos son delitos de lesa humanidad, jamás prescriben”.

Recordó que hay recomendaciones que el gobierno del estado aceptó, la última, emitida por la CNDH en 2023, en la que se dicta que el maestro Lucio fue víctima del Estado.

“En el punto cinco se pide que se quiten los nombres de los opresores, pero lo peor es que el gobierno del estado aceptó la recomendación y si la aceptas, estás obligado a cumplirla. Estamos en 2025, no se ha disculpado y en la entidad abundan parques, escuelas y monumentos a nombre del represor”.

El gobierno de Guerrero tampoco ha destituido a la titular de la Secretaría de Cultura estatal, Aida Melina Martínez Rebolledo, como lo ha exigido la comunidad cultural.

La funcionaria no tiene trayectoria en la cultura, pero es cercana a la familia Salgado.

Genocida

Cabañas Ayala considera que Figueroa Figueroa fue un genocida.

“Agredió a toda la gente que estuviera en desacuerdo con su gobierno. Eso repercutió en la población, hizo que el señor se descontentara, de por sí era una persona sumamente agresiva”.

El exgobernador Figueroa. Persecución contra civiles en Guerrero. Foto: huitzuco.guerrero.gob.mx
 

Añade que después de que él (Rubén Figueroa) bajó de la sierra tras su secuestro (del 30 de mayo al 8 de septiembre de 1974), se fue contra el maestro Lucio, los integrantes del Partido de los Pobres y de todo lo que tuviera que ver con el movimiento social.

La hija del guerrillero dice que el entonces secretario de la Defensa Nacional, Hermenegildo Cuenca Díaz, mandó un telegrama donde ordenó el exterminio total.

“Ahí está el pozo Meléndez (una fosa clandestina durante la Guerra Sucia). Y ese exterminio lo llevó a cabo el gobernador del estado”.

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