Política
Alan Riding: Sheinbaum no podrá “matar políticamente” a su antecesor como en la tradición del PRI
A 40 años de su libro “Vecinos Distantes”, el periodista británico Alan Riding reflexiona sobre la situación política mexicana. En entrevista, advierte de la fragmentación de Morena, la debilidad de la oposición y el desafío de la presidenta para trazar su propia ruta, lejos de la sombra de AMLO.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Hace 40 años el periodista británico Alan Riding publicó Vecinos distantes, un retrato de los mexicanos, libro que contiene sus reflexiones sobre el devenir político de México; la obra en su momento fue catalogada por el escritor Carlos Fuentes como un “clásico”. Ahora, con una mirada crítica y a la distancia, el escritor dialoga sobre lo que representaron los cambios en el poder y lo que pudo registrar y discurrir como testigo privilegiado.
Riding fue uno de los pocos periodistas extranjeros que documentaron en 1976 el Golpe a Excélsior por parte de Luis Echeverría contra el periodista Julio Scherer García. Además, en ese año adelantó en la edición del 22 de agosto del New York Times que se publicaría una nueva revista antes de que Echeverría dejara el poder... meses más tarde, nació Proceso. Parte de esa historia quedó registrada en el libro Los periodistas de Vicente Leñero.
En su libro Vecinos distantes, publicado en 1985, Riding ofrece un retrato detallado y multifacético de la sociedad, política, cultura e historia mexicanas; escrito desde la perspectiva de un periodista extranjero con un profundo conocimiento del país, el ejemplar se ha vuelto a reeditar por el sello Ariel de la editorial Planeta.
En entrevista con Proceso, Riding describe a México como un país profundamente dividido, donde las políticas de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum buscan dar voz a los sectores marginados, pero sin transformar las estructuras de fondo.
Su libro, considerado un clásico, ofrece una radiografía de México desde una perspectiva externa y crítica, útil para entender 50 años de historia política, desde el dominio del PRI hasta los retos democráticos actuales. Advierte que el poder corrompe, pero celebra la existencia de voces críticas en la prensa, algo más fácil hoy que en los inicios de Proceso.
El periodista británico analiza la ruptura del “contrato” entre el Estado priista y las clases medias tras la crisis económica de 1982-83, que marcó el inicio del declive del modelo del partido único.
Había esta increíble inflación que México nunca había conocido. Desde entonces, para mí fue el momento de la ruptura entre, digamos, el Estado o el partido único y las clases medias. Había un acuerdo no escrito, no dicho, pero una especie de contrato en que siempre y cuando había crecimiento económico y el nivel de vida permitía más; y el acuerdo era no se meten en la política.
Al preguntarle sobre ese cambio, 40 años después, Riding analiza el ascenso de Andrés Manuel López Obrador, quien, dice, intentó revivir un modelo de partido dominante, manteniendo formalidades democráticas mientras desmantela instituciones, esta última parte en la reforma judicial.
Sin embargo, advierte Riding, su influencia parece debilitarse con escándalos de corrupción y problemas internos, como los últimos casos del huachicol fiscal, donde están inmiscuidos mandos de la Marina.
Sobre Claudia Sheinbaum, observa que enfrenta el reto de distinguirse de López Obrador. A diferencia de su predecesor, carece de un “afán vengativo” y ha manejado con cautela las relaciones internacionales, especialmente con Estados Unidos, aunque su capacidad para consolidar el poder dentro de Morena es incierta debido a la fragmentación del partido.
Ella ha manejado relativamente bien las relaciones con Estados Unidos, ha evitado una confrontación. Trump es totalmente imprevisible, como siempre, entonces, de un día para otro puede decir que ella ha dicho cosas espantosas, pero al otro momento dice que es una mujer espléndida, espléndida y todo lo demás. Ella tiene que hacer concesiones, obviamente es normal.
–Esta semana se cumplió el primer año de gobierno de la presidenta, hemos hablado con especialistas, analistas políticos..., y lo que ellos coinciden es que hay una continuidad.
–Ahora la pregunta que todo mundo se hace es, si Claudia Sheinbaum tendrá el poder de separarse de López Obrador. La tradición que mantuvo el PRI era que el presidente, de una manera poética, asesinaba a su antecesor. El padre que lo escoge, lo mataba.
“Entonces, no creo que Claudia pueda hacerlo, pero vamos a ver porque mantener a Morena ya se ve que es muy difícil, porque es un partido como varios partidos, como el del PRI; pero el PRI mantenía una unidad porque era el objetivo mantener el poder y los privilegios de poder”.

–¿Cuál es su radiografía política en estos momentos?
–La presidenta no ha pasado por las luchas que López Obrador sí. Además, (AMLO) tenía furia a raíz de la elección de 2006. Cuando López Obrador llega al poder lo que hace fue vengarse contra un sistema donde él había participado. Y se vengó y se benefició. Ahora, si ella puede mantener eso, tengo mis dudas.
“La falta de partidos políticos serios en la oposición también es mala para México. Por supuesto, es el egoísmo de los líderes de los tres partidos, para ellos es más importante el pequeñito pedazo de poder que buscar una oposición, como decimos leal, una oposición seria que tiene opciones y ofrece opciones de cambio en el país”.
Riding ve que “en este momento han llegado grupos de todas partes para ser morenistas y es difícil como ella va a poder mantener el poder dominante que tuvo López Obrador sobre el partido, que era su partido. Uno no puede decir que el PRI fue el partido de Plutarco Elías Calles”.

En su libro, Riding se pregunta por el futuro político de México y apunta:
“Lo único claro es que, por muy serios que sean los problemas que Trump le imponga a México, sólo los propios mexicanos podrán resolverlos. No pueden depender de que un vecino distante se convierta, de pronto, en un buen vecino.
Y una política que busca cambiar al país polarizándolo aún más entre los buenos y los malos está condenada al fracaso. Si se atreviera Sheinbaum, podría usar su poder y su evidente inteligencia para trazar una vía distinta a la 4T, pero va a requerir valor e imaginación para hacerlo. Sólo así se podrá evitar que el pasado, tantas veces repetido, aparezca de nuevo disfrazado como el futuro.
–¿Cómo será México en 50 años?
–Predecir las cosas es muy peligroso. Los periodistas nos equivocamos bastante, y, pese eso, seguimos escribiendo.