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Antes de morir, papa Francisco donó 200 mil euros a centro penitenciario para menores

El pontífice hizo la transferencia de sus "últimas posesiones" tras enterarse que el centro penitenciario Casal del Marmo, en Roma, tenía una deuda pendiente con una fábrica de pasta, lo que limitaba su funcionamiento para ayudar a la reinserción de los jóvenes.
viernes, 25 de abril de 2025 · 15:02

CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- Poco antes de morir, el papa Francisco donó 200 mil euros de su cuenta personal a un centro penitenciario para menores de edad en Italia; la suma fue entregada discretamente, como parte de sus últimos actos. 

El hecho fue revelado el miércoles 23 de abril por el obispo Benoni Ambarus, director de la Oficina para la Pastoral Carcelaria y líder de asuntos caritativos en Roma.  

Ambarus dijo que el pontífice hizo la transferencia tras enterarse que el centro penitenciario para menores, Casal del Marmo, en Roma, tenía una deuda pendiente con una fábrica de pasta. 

El religioso explicó que una hipoteca elevada limitaba el funcionamiento del proyecto de los jóvenes reclusos, que es parte de un modelo de reinserción social impulsado en Italia. 

"Le dije que tenemos una hipoteca cuantiosa para esta fábrica de pasta y que si conseguíamos cubrirla bajaríamos los precios de la pasta, venderíamos más y podríamos contratar más chicos. Él me respondió: 'Casi me quedo sin dinero, pero aún tengo algo en mi cuenta'. Y me dio 200 mil euros", relató Ambarus al medio “La Repubblica”. 

El funcionario destacó que eran "sus últimas posesiones" y recordó la defensa del pontífice por los presos durante su papado.  

Francisco visitó el Casal del Marmo cuatro días antes de morir, cuando asistió a la cárcel de Regina Coeli, con motivo del Jueves Santo. A pesar de que no pudo realizar el tradicional lavatorio de pies, aprovechó la ocasión para "gritar al mundo, con todas sus fuerzas, la necesidad de prestar atención a los presos", enfatizó Ambarus.  

Durante más de una década, el papa dedicó sus esfuerzos para visibilizar a las personas privadas de la libertad; visitó usualmente centros penitenciarios y buscó la defensa de la dignidad. 

En diciembre de 2024, Francisco abrió una de las puertas santas del año del Jubileo en la cárcel de Rebibbia, en Roma; el gesto fue interpretado como signo de su reconocimiento a la comunidad de personas presas. 

Con esta donación, el papa reafirmó su línea de acción, utilizando sus propios recursos económicos.  

"Ahora, con el testamento, he sabido que será enterrado gracias a un benefactor porque él había entregado todas sus posesiones", concluyó Ambarus. 

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