Papa Francisco
Monja, amiga del papa Francisco, rompe protocolo y llora frente al féretro (Video)
Geneviève es una monja de 81 años que oficia en la ciudad romana de Ostia. Era una amiga personal del sumo pontífice, con quien mantenía una relación cercana desde hace años, de acuerdo con medios internacionales.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Desde el miércoles 23 de abril, miles de personas han llegado a la Basílica de San Pedro para despedirse del papa Francisco, que murió a los 88 años, el pasado 21 de abril. Entre los asistentes, una monja captó la atención por no respetar el protocolo y acercarse al féretro para llorar.
La monja, identificada como Geneviève Jeanningros, es parte la orden de las Hermanitas de Jesús y era una amiga cercana del pontífice argentino.
Asistió al velorio con una vestimenta azul y una mochila sobre los hombros, se acercó discretamente a la zona donde se encuentra el cuerpo del Santo Padre y permaneció en una esquina para rezar y llorar silenciosamente.
El protocolo establece que los cardenales, los obispos y el personal del Vaticano son los primeros en despedir al pontífice; Geneviève no respetó la regla, sin embargo, nadie la interrumpió y se quedó orando durante siete minutos.
Mientras ella realizaba su rezo, los otros miembros de la iglesia continuaron con el ritual de despido.
Genevieve Jeanningros, la monja amiga del Papa, llora ante su féretro https://t.co/A1AJ2oFYKi pic.twitter.com/rviK1UGY40
— Europa Press TV (@europapress_tv) April 23, 2025
¿Quién es Geneviève Jeanningros?
Geneviève es una monja de 81 años que oficia en la ciudad romana de Ostia. Era una amiga personal del sumo pontífice, con quien mantenía una relación cercana desde hace años, de acuerdo con medios internacionales.
El papa Francisco la llamaba por el apodo de "la enfant terrible", en referencia a su fuerte personalidad.
Desde hace casi 60 años, la religiosa se dedica a ayudar a personas homosexuales y mujeres transexuales –muchas de ellas dedicadas a la prostitución- de la comunidad costera de Ostia.
Asistía a las audiencias generales de los miércoles, donde llevaba a miembros de ambas minorías para que participaran en los encuentros con el papa.
En la pandemia por covid-19, solicitó la ayuda del cardenal limosnero Konrad Krajewski, para apoyar a trabajadores de ferias y a la comunidad trans que se habían quedado sin sustentos básicos.
A pesar de que el trabajo de Geneviève no es conocido, ha fungido como una defensora de la justicia social.
“Ninguna persona debe sufrir la injusticia de ser desechada, a nadie se le puede arrebatar la dignidad de ser hijo de Dios”, declaró ante el Vaticano.