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Haramara Gaitán, víctima de la familia que controla el bádminton en Nuevo León
Por haber acusado a su entrenador por acoso sexual y al padre de éste por hostigamiento psicológico la seleccionada olímpica fue denunciada y vinculada a proceso. Por las medidas cautelares lleva nueve meses lejos del bádminton.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El 29 de agosto de 2022 es una fecha que Haramara Gaitán no va a olvidar nunca. Ese día la badmintonista denunció el acoso sexual y psicológico del cual era víctima por parte de sus superiores jerárquicos inmediatos como deportista del estado de Nuevo León y seleccionada nacional. En lugar de encontrar la justicia que buscaba, uno de ellos, el presidente de la Asociación Regiomontana de Bádminton (ARB), la denunció por difamación y falsedad de declaraciones.
El juez que atendió el caso no dudó en vincularla a proceso e imponerle medidas cautelares que le impiden realizar su deporte desde hace casi nueve meses, situación que ha derivado en la pérdida de sus becas y cualquier otro beneficio. De un día para otro, la deportista se quedó sin nada.
Entre las restricciones que le impusieron a Gaitán se encuentra la prohibición de acercarse a las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento del Instituto del Deporte de Nuevo León (Care), donde están las canchas de bádminton, así como la presentación catorcenal para firmar en la Unidad de Medidas Cautelares y Suspensión Condicional del Proceso. Esto le impide desplazarse del lugar donde vive para continuar con su preparación.
“No puedo entrenar, no puedo viajar y ni siquiera me convocaron a la selección nacional. No sé cómo supieron o por qué ellos asumen que no estoy entrenando, porque ya ni siquiera me mandaron las convocatorias para el (campeonato) nacional. Me tratan como si estuviera retirada. ¿Cómo voy a viajar si tengo que estar firmando cada 14 días. Es entendible que te pidan resultados, pero cómo voy a dar resultados si ni siquiera puedo seguir entrenando?”, cuestiona Haramara Gaitán, de 28 años, quien acaba de iniciar un nuevo proceso judicial.
Haramara Gaitán Fausto, oriunda de Guadalajara, suma 17 años de trayectoria deportiva en la disciplina de bádminton, mismos en los que ha destacado como multimedallista en Juegos Centroamericanos y del Caribe y Juegos Panamericanos. Como seleccionada olímpica en Tokyo 2020 es la jugadora más sobresaliente de esta disciplina en México durante el último decenio.
Tras un prometedor inicio como parte de la selección estatal de Jalisco en su etapa infantil y juvenil, en 2018 Gaitán decidió cambiar de aires con la ilusión de subir su nivel en la búsqueda de una clasificación olímpica. Fue así que se mudó a Nuevo León, entidad considerada la mayor potencia en el país en el bádminton.
Inicio de los acosos
De acuerdo con Gaitán fue a partir de 2020 cuando comenzaron los acercamientos no consentidos de su entrenador, cuyo nombre será omitido por petición de la propia jugadora, ya que teme enfrentar peores cargos si lo menciona. Este sujeto –hijo del presidente de la Asociación Regiomontana de Bádminton (ARB), cuyo nombre tampoco se mencionará por la misma razón– comenzó a incomodar a la badmintonista con insinuaciones de índole sexual que de tan recurrentes mermaron su salud: le provocó severos cuadros de colitis y un brote de herpes zóster como consecuencia de tanto estrés.

Haramara Gaitán perdió su tranquilidad en pleno proceso de clasificación olímpica rumbo a Tokyo 2020. A la incertidumbre mundial causada por la pandemia y la postergación de esos Juegos Olímpicos se sumó el hecho de sentirse acosada por el integrante más cercano de su equipo y quien era el resonsable de su preparación.
“En ese momento yo estaba en la posición 300 y tantos del mundo y tenía que llegar a la 37 en menos de seis meses, me estaban corrigiendo un sinfín de cuestiones técnicas, entonces se volvía muy difícil manejar la situación. Me quedé callada mucho tiempo. Traté de sobrellevarlo, tuve que aceptar varias cosas que no me hubiera gustado aceptar e incorporarme a la dinámica que ellos estaban pidiéndome”, recuerda Gaitán Fausto.
El presidente de la ARB, quien se define como “exfutbolista profesional y reconocido por llevar el bádminton organizado a Nuevo León”, ha estado al frente de esta asociación durante 13 años donde ha tejido una estructura familiar que ocupa los puestos clave en este organismo.
De esta manera, el presidente de la ARB, quien también ostenta el cargo de vicepresidente de la Federación Mexicana de Bádminton (cuyo presidente es Francisco Javier Orozco Flores), controla a nivel estatal esta disciplina. La suya es la asociación reconocida por el Instituto Estatal de Cultura Física y Deporte de Nuevo León (Inde). Su posición es de poder absoluto en el bádminton neoleonés.
“Al ser presidente de la Asociación Regiomontana de Bádminton y vicepresidente de la Federación Mexicana de Bádminton formo parte de los consejos directivos, esto conlleva a que debo rendir cuentas de mi actuar, y en caso de que así lo decidan los consejos, puedo ser removido de mis asignaturas si no cumplo con lo que marcan los estatutos.
“Los años de trabajo, la experiencia y los títulos que hemos traído para el estado y México, hablan más que cualquier señalamiento de nepotismo. Además, las denuncias a las que nos hemos referido son un claro ejemplo de que toda controversia, sea contra quien sea, tendrá que ser atendida e investigada por las autoridades correspondientes”, escribió el presidente de la ARB en un documento que envió al reportero.
En 2022, ya encaminada hacia el selectivo con miras a los Juegos Centroamericanos de San Salvador y los Panamericanos de Santiago, ambos en 2023, llegó el punto de quiebre para Haramara Gaitán.
“Las cuestiones de acoso fueron incrementando, subiendo de tono; eran más físicas. Me empecé a poner más incómoda por lo mismo de que no podía alzar la voz porque ¿cómo me iban a creer? Traté de reunir pruebas, pero poco a poco me fui estresando más y ellos se iban enojando porque yo no estaba cediendo.
“Me pedían jugar con ciertas parejas. Yo pedía hablar de eso antes de que se pusieran las parejas. Hubo gritos, se enojaron por mi inconformidad porque me querían prácticamente obligar a jugar con ciertas personas, entonces ahí es donde truena. Sonará a algo no tan grave, pero venía ya la línea muy delgada de la relación a raíz de todos los acosos”, refiere la deportista.
Una de las parejas que el presidente de la ARB quiso imponerle es a su otro hijo, el badmintonista que representó a México en París 2024 y que destacó por convertirse en el primer mexicano en ganar un set en Juegos Olímpicos.
La omisión del Inde y la indolencia del ministerio público
Según el relato de Gaitán, tras los reiterados acosos y hostigamientos, ingresó una queja en el Inde Nuevo León. El 29 de junio de 2022 se reunió con quien era el director, el exentrenador de futbol americano colegial Frank González. En el encuentro también estuvieron Ignacio Domingo Cruz, director de Calidad para el Deporte, y Orestes Manso, coordinador de alto rendimiento, quienes le ofrecieron respaldo institucional y dar vista a la Fiscalía General, así como a la Unidad Anticorrupción del estado. Le dijeron que tendría todas las garantías para continuar con sus entrenamientos.
La razón por la cual se daría vista a la Unidad Anticorrupción es porque Ignacio Domingo Cruz exhibió un documento oficial en el que el presidente de la ARB pidió recursos públicos al Inde para una serie de torneos en los cuales supuestamente participaría Gaitán, su hijo deportista y otra badmintonista –a quien llamaremos “María”, una persona muy cercana a la familia que controla el bádminton en Nuevo León–, no obstante, por el nivel de puntos tan bajo que otorgan no se justificaba la participación de una olímpica como ya era Haramara.
La justificación para obtener el dinero del Inde era un artilugio para conseguir recursos públicos usando el nombre de la deportista más destacada en ese momento.
Las dinámicas de hostigamiento continuaron en el lugar donde entrenaba Haramara. Sus acosadores limitaron sus horarios para practicar, incluso quitaban las redes de las canchas cuando ella se disponía a entrenar. En las competencias, su propio entrenador y el equipo de trabajo le coucheaban en contra sin importarles que todos representan a Nuevo León y que el estado estaba invirtiendo recursos públicos en ella.

Dos meses después de que le pidió ayuda a los directivos del Inde Nuevo León y ante la falta de medidas disciplinarias y protocolos de atención, Haramara Gaitán interpuso una denuncia en contra de sus agresores. Sin anticiparlo sería el inicio de un calvario judicial.
“No aguanté más y pensé que el único mecanismo para que se detuvieran, me dejaran entrenar sin estarme molestando y simplemente me permitieran hacer mi trabajo, era una denuncia penal”, dice.
Así, decidió presentarse sola en la fiscalía estatal. Gaitán recibió una serie de malas atenciones por parte de los agentes del ministerio público quienes la orientaron erroneámente para que denunciara por el delito de amenazas y no por acoso sexual y hostigamiento psicológico.
“No tuve una asesoría legal. Traté de explicar cómo era el tipo de violencia, el tipo de acoso. Ellos llenaron el documento, después me hicieron unos peritajes y pusieron que había daño psicológico, que recomendaban que retiraran a estas personas del lugar donde yo estaba. Yo sólo estaba tratando de que me dejaran en paz, pero no hubo respuesta, las personas siguieron ahí. No me imaginé estas consecuencias”, agrega la jugadora.
En abril de 2023, la extenista Melody Falcó asumió la dirección del Inde Nuevo León por tercera ocasión en su trayectoria profesional, movimiento que le dio a Gaitán una esperanza considerando que es una mujer y revisaría el caso con perspectiva de género. No fue así. Se sintió revictimizada cuando la funcionaria le pidió que iniciara de cero una queja mientras las personas señaladas de hostigarla mantenían sus puestos y funciones.
La deportista dice que Falcó le recomendó cambiarse de estado “para no frenar su carrera deportiva”, pues la servidora pública reconoció que nada podía hacer para controlar la maquinaria creada por el titular de la ARB.
El contraataque
En respuesta a que Harama Gaitán los acusó en el Inde Nuevo León y denunció en la fiscalía, el 25 de marzo de 2024 el presidente de la Asociación Regiomontana de Bádminton y padre del entrenador señalado por acoso sexual interpuso una denuncia por los delitos de difamación y equiparable a la falsedad en declaraciones.
El 19 de julio del mismo año un juez de control vinculó a proceso a Gaitán, decisión no exenta de suspicacia, pues el juzgador tomó como válido un hecho presencial imputado a la badmintonista en la ciudad de Monterrey cuando en realidad ella se encontraba compitiendo en el extranjero. De acuerdo con la defensa de la jugadora esto se trata de la fabricación de un delito.
El testimonio en entredicho corresponde a la madre de la seleccionada estatal de bádminton en Nuevo León –a quien arriba identificamos como “María”– y cuyo esposo trabaja en una empresa en la que el presidente de la ARB es copropietario. Esta mujer aseguró, sin especificar el día ni la hora, que en febrero de 2024 se enteró a través de la propia Haramara Gaitán que tenía muchos problemas con el presidente de la asociación, por lo que se había visto en la necesidad de ejercer acciones legales. Este dicho le bastó al juez para dictar la vinculación a proceso.
En el acta de la audiencia de vinculación a proceso consta que dichas declaraciones las hizo Gaitán en las instalaciones del Care, ubicado en Av. Manuel L. Barragán, sin número, en la colonia Estrella de Monterrey. Sin embargo, durante todo ese mes, Haramara Gaitán realizó una gira por Irán, Azerbaiyán, Brasil y Uganda. Las evidencias son los registros en los torneos y el material audiovisual disponible, así como en los sellos de migración en su pasaporte correspondientes a los países citados.
“Tuvieron el atrevimiento salvaje de decir que Haramara estaba difamando a una persona en Monterrey cuando no estaba en México, lo cual es comprobable a través de instituciones de migración. Con esto, el ministerio público corrupto, lo digo con todas sus letras, lo que hizo fue aprovecharse de una mujer en estado de vulnerabilidad”, reclama Enrique David Ogaz, abogado de la deportista.
En respuesta a las denuncias contra su clienta, el abogado Ogaz interpuso otras por falsedad y calumnias y, por fin, las de acoso sexual y hostigamiento psicológico en contra de su entrenador y el padre de éste, respectivamente.
“No me escondo ni me amparo en el anonimato”
“La verdad es que desconozco si existe alguna carpeta de investigación en mi contra por acoso sexual. Nunca he sido citado, ni notificado de manera oficial sobre la existencia de una denuncia o proceso de esa índole. No me escondo, no me oculto, ni me amparo en el anonimato. Doy la cara porque no tengo nada que temer ni que ocultar. Estoy absolutamente convencido de mis actos y puedo decir con total firmeza que jamás he acosado a nadie”, respondió por escrito el presidente de la ARB a una serie de preguntas que le mandó Proceso.
Esta respuesta no tiene sentido dado que el acusado por acoso sexual es su hijo, no él.
Sobre las inconsistencias en las declaraciones de los dichos de la mujer que presentó como testigo en su denuncia por difamación y equiparable a la falsedad en declaraciones, el federativo respondió que siempre ha estado presente en los procedimientos y que ha manifestado su disposición para cooperar y proporcionar la información que se requiera.
“Esto sólo podría ser determinado por una autoridad y hasta este momento no existe alguna determinación o resolución que establezca que a la deportista se le haya fabricado algún delito. Es lamentable ver cómo en las últimas semanas se han usado los medios de comunicación en mi contra para desacreditarme, poner a la opinión pública en mi contra y además tergiversar los procesos legales que se han llevado”.
Acerca de las quejas de Haramara Gaitán por los impedimentos para poder entrenar de acuerdo a la exigencia de una deportista de alto rendimiento y seleccionada nacional argumenta que la jugadora no seguía los lineamientos.
“Debe conocerse el contexto real de los mismos, pues lo que sucedía era que ella en muchas ocasiones se presentaba a entrenar en días y horas que no eran las que le correspondían. Se calendarizan los entrenamientos y existe un reglamento, pero ella asistía cuando quería. Esta situación no debe permitirse, ni a ella, ni a cualquier otro atleta. Como ya mencioné, ellos deben respetarse sus espacios de entrenamiento y acatar siempre el reglamento y sus horarios agendados”.
Pese a que los servidores públicos de la Conade ya conocen el caso y al reiterado discurso de su director Rommel Pacheco sobre que su prioridad son los atletas, la dependencia gubernamental no ha tomado este asunto en sus manos.