Feria Internacional del Libro en el Zócalo

Feria Internacional del Libro en el Zócalo: una oportunidad para acercarse a la lectura

El promedio de libros leídos en 2024 fue de 3.2, cifra que representa una disminución respecto a años anteriores como el 2022, cuando era de 3.9 libros, de acuerdo con el Módulo sobre Lectura (MOLEC) 2024, del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En el corazón de la Ciudad de México, entre edificios históricos y vendedores ambulantes, un mar de carpas blancas transforma el paisaje, y las personas se sumergen en pasillos de libros, recomendaciones y preguntas. Mientras los lectores descubren nuevos mundos, las letras se apoderan de la Plaza de la Constitución.

Es viernes 17 de octubre y comienza el último fin de semana de la XXV Feria Internacional del Libro (FIL) en el Zócalo, que termina el próximo 19 de octubre. Un evento que busca fomentar el hábito por la lectura ante la crisis literaria que hay en el país.

El promedio de libros leídos en 2024 fue de 3.2, cifra que representa una disminución respecto a años anteriores como el 2022, cuando era de 3.9 libros, de acuerdo con el Módulo sobre Lectura (MOLEC) 2024, del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

Desde el 2015, hasta el 2024, el porcentaje de población lectora disminuyó 14.6 puntos porcentuales al pasar de 84.2% al 69.6%.

En este contexto, eventos como la FIL Zócalo representan una oportunidad para acercar la lectura a la sociedad mexicana. Por eso, en punto de las 11 de la mañana, más de 300 editoriales tienen listos sus stands para recibir a miles de visitantes.

Cuatro escenarios, con nombres de autores como Gabriel Celaya, Antonio Calera-Grobet, Otto René Castillo y Sor Juana Inés de la Cruz, son los foros que albergan presentaciones de libros, lecturas poéticas y hasta conciertos.

A partir del medio día, algunos escritores conversaron sobre su proceso creativo, brindando la oportunidad a las personas de obtener la firma de su autor favorito e incluso tomarse fotos con ellos.

Uno de esos libros fue “La Tierra que nos sueña”, presentado por Rafael Mondragón, Daniela Rea y Adolfo Córdova. Compuesto por textos de varios autores, el libro narra la historia de infancias y juventudes que migraron desde el sur de América Latina hacia Estados Unidos, con una amplia gama de vivencias, desde quienes lograron terminar el viaje hasta aquellos que fueron detenidos y deportados a sus países de origen.

“La Tierra que nos sueña, busca ser un espacio político que devuelva agencia a los niños que les han dicho que no pueden cambiar su vida (…) es un libro para abrir conversaciones”, destacó Adolfo Córdova.

La inclusión estuvo presente en cada una de las actividades, con intérpretes de lenguaje de señas que acompañaron las conferencias y presentaciones de libros desde la tarima, con el fin de hacer accesible el evento al mayor público posible.

A pesar de promover la imaginación y adentrarse en el mundo de las letras, nunca se perdió el contacto con la realidad, ya que antes de comenzar cada evento los organizadores informaron que la FIL Zócalo habilitó un centro de acopio para ayudar a los damnificados por las inundaciones que han afectado a varios estados como Veracruz, Hidalgo, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí.

Con la tarde llego una mayor afluencia de personas quienes se reunieron en la plancha del Zócalo capitalino para presenciar el concierto de “La Tremenda Korte” una agrupación de Ska formada en 1994 cuya trayectoria marcó los cimientos de la época del MexSka. Su relevancia va más allá de la música; más que melodías sus letras son una crítica social, una forma de resistencia cultural, de conciencia, de justicia, pero a la vez de diversión y encuentro.

En este espacio de diálogo que funge como un puente de unión entre ideas y formas de expresión varios asistentes de la FIL en el Zócalo compartieron con Proceso sus opiniones sobre lo que le hace falta a la sociedad mexicana para fomentar la lectura.

“Darle a los niños la lectura, la narración, los cuentos como si fuera leche materna (…) Tiene que ver con el enamoramiento, con un convencimiento de que eso nos permite ver las cosas de otra manera y que no es una pérdida de tiempo”, expresó Ixtli Contreras.

Por su parte, el señor Francisco Gutiérrez, de 70 años, agregó que es necesario:

“Que la juventud sea libre (…) para que tengan su criterio bien profundo, la literatura es muy profunda”.

 

Comentarios