'Toda la banda a Belén”, gana en las Pastorelas penitenciarias
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hay un mundo que no queremos ver, pero que tenemos cerca. En ese también suceden actos creativos, y son muy poderosos.
Desde hace 8 años, la Subsecretaría del Sistema Penitenciario organiza el Concurso Nacional de Pastorelas Penitenciarias, con la intención de inspirar a los grupos de teatro conformados por gente privada de libertad.
Participan centros de toda la República, y en cada estado se asigna un jurado que elige al ganador de la primera etapa.
En la Ciudad de México se presentaron 25 montajes de 13 penitenciarías. El jurado estuvo compuesto por Pilar Couto, Estela del Rosario, Violeta Leal, Manuel Delgado Plazola, Ángel Patricio Rubio y Jessica Paola Barona Ramírez.
La semana pasada se anunció la obra ganadora de la capital: Toda la banda a Belén, del Centro Varonil de Reinserción Social (Cevareso) de Santa Martha Acatitla. El penal está compuesto en su mayoría por hombres jóvenes condenados por delitos menores.
Para la realización del montaje se contó con el apoyo del Programa de Atención Integral a las Adicciones (Paiar), y fue uno de los miembros, Fabiola Moreno Pedraza, quien escribió el texto, y Elsie Gisela Rojas Cruz quien lo dirigió, todo en conjunto con los reclusos.
Basándose en la estructura de una pastorela tradicional, el montaje cuenta la historia de nacimiento de Jesús con elementos alterados, los cuales la hacen más cercana a la realidad actual mexicana de barrio. El narrador es un teporocho, quien nos lleva hasta Pepe, un talachero de la colonia Argentina, y su esposa María, que vende comidas corridas. Al enterarse de que el Espíritu Santo ha embarazado a la mujer, Pepe visita a sus inseparables amigos, los Tres Vatos Rancios: Malechor, Jaspear y Vaasaltar.
Por su lado, los ángeles fresas hacen una videollamada con Dios (su “papi”), quien les asigna una misión: llevar a siete niños de la calle --cada uno representando a un pecado capital-- al nacimiento de Jesús. Sin embargo, los diablos los tentarán para que no lleguen a su destino final.
El leguaje de la obra está lleno de caló, y el montaje destornilla de la risa. Los elementos de escenografía y vestuario son escasos, pero la obra se cuenta de principio a fin. Se hace lo que se puede con lo que se tiene.
Además, tiene un poderoso mensaje basado en las propias vidas de los reos, quienes vivieron distintas circunstancias que los llevaron a donde están ahora. Es una reflexión para ellos --y lo sería para el público que pudiera apreciarla-- acerca de las adicciones.
Toda la banda a Belén fue filmada y será ahora enviada para ser evaluada en la segunda etapa del concurso por un jurado, que estará compuesto por profesionales del teatro de la Coordinación del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Los resultados serán anunciados en los próximos meses. El premio constará de tres lugares, quienes recibirán 30 mil, 25 mil y 20 mil pesos respectivamente, destinados a los participantes de cada grupo.
A decir del jurado de la Ciudad de México, los 25 montajes que pudieron apreciar tienen “un alto contenido creativo y artístico”.
Sin embargo, el ciclo no termina de cerrarse, ya que no se ha logrado gestionar el acceso a público externo. Es por ello que el mismo jurado está comenzando una iniciativa en la cual se abra la oportunidad de asistir a algunos de los recintos. Se pretende --y sería un regalo de los Reyes Magos-- que se abran dos funciones de varios de los montajes a partir del 27 de enero.
Cualquier interesado en ser espectador puede escribir un correo a manuel.delgadoplazola@gmail.com.