Mazatlán

Despojo con compraventas simuladas en Mazatlán

La denuncia de una familia sinaloense por el despojo de una valiosa propiedad costera en Mazatlán puso al descubierto una presunta trama delictiva operada desde varias dependencias estatales y en la que participan funcionarios y notarios.
domingo, 4 de junio de 2023 · 11:59

La denuncia de una familia sinaloense por el despojo de una valiosa propiedad costera en Mazatlán puso al descubierto una presunta trama delictiva operada desde varias dependencias estatales y en la que participan funcionarios y notarios con procedimientos tan burdos como la simulación de compraventas cuyo comprador y el fedatario fallecieron años antes de la firma…

CULIACÁN, Sin.- El predio tiene una vista impactante. Ubicado en Mazatlán, frente a la costa del Pacífico, mide 120 hectáreas, que abarcan casi cuatro kilómetros de costa. Un paraíso.

El terreno pertenece a la familia Alcaraz Sandoval desde 1971. Sin embargo, de unos meses a la fecha un grupo de funcionarios y políticos sinaloenses buscan apropiárselo, con la participación de notarios que tienen antecedentes de falsificación de documentos.

La familia Alcaraz Sandoval se enteró de ello cuando comenzó a tramitar proyectos inmobiliarios. Por sus dimensiones, el sitio fácilmente podría albergar dos campos de golf junto a un par de hoteles de lujo. La ubicación es inmejorable. Pero la familia acusa que se la está despojando de la propiedad.

Según los documentos entregados por los denunciantes a Proceso, en esta trama participan la Subsecretaría de Administración y Finanzas, el Instituto Catastral (Ices) y el Archivo General de Notarías, e incluye a notarios públicos de Mazatlán y Culiacán.

En realidad se trata de varios predios, que se denominan en conjunto La Escopama. Están enclavados al norte de Punta Cerritos, en Mazatlán, dentro de lo que se conoce popularmente como el “Nuevo Mazatlán”, zona de alta plusvalía.

Los funcionarios señalados son Eduardo Alarcón López, director general del Ices; Gerardo Flores Gutiérrez, delegado en Mazatlán, y Edna Lizbeth Prado González, directora jurídica de dicha instancia, dependiente de la Secretaría de Administración y Finanzas.

También aparece Natividad Madrid Uriarte, director del Archivo General de Notarías, dependiente de la Secretaría General de Gobierno, y padre del diputado local por el PRI Ricardo Madrid Pérez, así como de Eduardo Madrid Pérez, quien hasta enero pasado fue director del Registro Público.

La familia Alcaraz Sandoval señala de igual modo el notario José Carlos Cañas Fernández, subsecretario de Egresos de la Secretaría de Administración y Finanzas, y al notario Manuel Lazcano Meza, señalado en Sonora y Baja California Sur por delitos relacionados con la falsificación de documentos, por lo que incluso fue detenido en Culiacán en septiembre de 2021.

Luis Alcaraz explica: “En Sinaloa no basta ser dueño de una propiedad, no basta haber firmado una escritura, no basta haber inscrito el testimonio hace 10, 20, 50 o 100 años…

“Existe en Sinaloa un grupo de funcionarios dispuesto a falsificar cuanto documento haya que falsificar, violar, saquear y destruir cuanto archivo y registro público haya que atacar, amafiarse, del subsecretario de Administración y Finanzas para abajo, pasando por el departamento e institutos catastrales enteros, hasta su delegado en Mazatlán, y funcionarios en el ayuntamiento de Mazatlán, para robarse claves catastrales y suprimir el nombre de sus verdaderos dueños del padrón fiscal local en Mazatlán, para ofrecer a la venta, ostentándolas como si fueran suyas, propiedades ajenas con la ayuda de directores de Archivos y Registros Públicos”.

Los testimonios relativos a la adquisición de estas tierras fueron inscritos en el Registro Público de la Propiedad de Mazatlán en 1971.

La familia Alcaraz tiene inscritas a su nombre, entre otras, dos propiedades de alrededor de 60 hectáreas cada una, con vistas panorámicas al océano Pacífico y a las partes inundables, que asemejan un espejo de agua de temporada.

Como ilustración, un campo de golf de campeonato se puede compactar en 45 a 60 hectáreas, por lo que en esa superficie de 120  caben dos campos de golf.

“Igualmente caben varios hoteles como los que ya hay en la región –comenta Luis Alcaraz–. Tomando en consideración que un hotel con todos los lujos cabe en cinco hectáreas, se puede conceptuar como un proyecto de dos campos de golf y como mínimo de dos a cuatro hoteles de gran lujo y lujo”.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2431 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

Comentarios