Chiapas
“Todo está en orden” en Chiapas, dice la Guardia Nacional
Los mandos de las fuerzas federales que ingresaron ocho días después de que Frontera Comalapa fuera violentado por intensos enfrentamientos entre cárteles del narcotráfico, aseguraron que “todo está en orden”, aunque no han detenido a ninguno de los responsables.FRONTERA COMALAPA, Chis.- Los mandos de las fuerzas federales que ingresaron ocho días después de que este territorio fuera violentado por intensos enfrentamientos entre cárteles del narcotráfico, aseguraron que “todo está en orden” en la zona, aunque no han detenido a ninguno de los responsables.
El coordinador estatal de la Guardia Nacional (GN) en Chiapas, general brigadier Víctor Fernández Mondragón, apareció en varios medios de comunicación elogiando el papel de las fuerzas federales y los cuerpos policiacos estatales en esta zona fronteriza. En Palacio Nacional el tema apenas se mencionó.
El mando de la GN señaló: “Hay un gobierno establecido en Frontera Comalapa”. Pero los pobladores afectados por la narcoviolencia se quejan de que ese gobierno desoyó las llamadas de auxilio que le hicieron desde el 23 de mayo.
En concordancia con el mensaje del gobernador morenista Rutilio Escandón en un video, el general Fernández Mondragón sostuvo que la situación está en calma y “hay actividades normales, los comercios están abiertos”.
El general omitió, sin embargo, que la organización MAIZ ordenó el 30 de mayo a todos los habitantes volver a sus actividades “normales” y dejar que las fuerzas federales y estatales “hagan su chamba”.
En un mensaje de voz los líderes del MAIZ le indicaron a los pobladores de la cabecera municipal que “no sean igual a los de los Riegos”, en referencia a la región donde están Chamic y Quespala, bajo control de un cártel adversario.
“Que se abran todos los negocios y no seamos piedra en el zapato para la autoridad”, dice el mensaje de voz que circuló antes de la llegada de las fuerzas federales y estatales a Frontera Comalapa.
“Si por ahí los interrogan, los topan o los paran, díganles que las plumas (barras de metal para controlar el acceso a las poblaciones) están para defender el pueblo, nos estamos defendiendo de esa gente de allá de Quespala, Los Riegos, de Flor de Mayo, de Lagos de Colón, donde está todo ese nido, por eso como grupo social hemos defendido nuestro pueblo”, dice el grupo MAIZ, a su vez señalado de tener vínculos con el crimen organizado.
Falsa paz
Si bien el general Fernández Mondragón señala que las fuerzas del Estado tienen bajo control la frontera y todas las comunidades aledañas, dice sin nombrar a los grupos rivales que los enfrentamientos “se han dado entre ellos”.
En Lajerío, el jueves 1 sólo la tercera parte de la población se animó a regresar y tiene miedo de que la paz dure sólo mientras la Guardia Nacional y el Ejército estén presentes y, tan pronto se vayan, los narcos regresen.
Cuando hombres y mujeres le pidieron a un oficial que encabezó el operativo que las tropas se queden ahí de forma permanente o la población tendrá que irse de sus localidades, el militar les respondió que “ya hace gestiones” para ello.
Contra la versión del coordinador de la Guardia Nacional en el estado, este militar le pidió a la gente que revisara sus casas en busca de artefactos explosivos que no hubieran detonado y que, de encontrarlos, los reportaran para que expertos provocaran una detonación controlada.
A su vez, los pobladores pidieron a las Fuerzas Armadas patrullar los alrededores de la comunidad, sobre todo las cuevas, donde estos grupos se escondían u ocultaban sus armas.
El general Fernández Mondragón admitió que este corredor que se disputan dos grupos del crimen organizado lo usan para traficar drogas y migrantes. Sin embargo, también se trasiegan armas, combustible, ganado robado y maíz, que salen de México a Guatemala y Centroamérica por caminos sin control aduanal.
La presencia del 101 Batallón de Infantería en Chicomuselo, la instalación del destacamento militar en el Jocote y la base de la Guardia Nacional en la colonia Pilatos, en Comalapa, no ha garantizado la seguridad en estos dos años.
La población local ha reclamado la pasividad de las fuerzas federales e incluso las acusan de apoyar a uno u otro bando del crimen organizado.
El jueves 1, en cuatro puentes peatonales de la región de Los Riegos y Chamic se colgaron lonas con señalamientos de un grupo del crimen hacia otro que opera en la cabecera municipal. En ellas se leía:
“General Arturo González Jiménez, cuánto te está pagando tu compadre El Mosh a ti y tus narcomilitares Felix Moreno Ibarra y Andrei Calderón Muños, para que limpies la plaza a Cartel de Jalisco y a los Huistlas. Vienes a nuestro pueblo donde vivimos en calma sabiendo que el conflicto no es aquí sino en los pueblos de tus amigos”.
Consultada al respecto, la Sedena desestimó los mensajes y señaló que forman parte de la estrategia del crimen organizado para desprestigiar y desmoralizar a las Fuerzas Armadas.
Hasta el viernes 2, ni la Sedena ni la GN habían dado a conocer el parte militar del operativo que empezó el 30 de mayo, del que sólo se supo que encontraron camionetas y “monstruos” en caminos y calles de la comunidad de Lajerío, así como las 10 armas largas aseguradas en Quespala.