Morena

Puebla: En Morena se impone la rentabilidad electoral

Como ocurrió tras la muerte del panista Rafael Moreno Valle en 2018, el fallecimiento del gobernador Miguel Barbosa en 2022 trajo un nuevo reacomodo de las fuerzas políticas poblanas, y nuevas oleadas de marinistas, morenovallistas y galistas dieron el salto hacia Morena.
sábado, 27 de mayo de 2023 · 11:06

La adelantada contienda interna de Morena en Puebla reedita la pugna de grupos priistas que históricamente se han disputado el poder en la entidad y que se caracterizan por buscar la sobrevivencia sin importar con qué partido, explica en entrevista el politólogo Diego Martín Velázquez Caballero, quien descarta que la dirigencia de Morena desconozca que el pasado inmediato de esos grupos es el marinismo o el morenovallismo. Como en 2018, dice, se impone la rentabilidad electoral, sin importar proyectos, principios ni valores.

PUEBLA, Pue. (Proceso).– Como ocurrió tras la muerte del panista Rafael Moreno Valle en diciembre de 2018, el fallecimiento del gobernador Miguel Barbosa Huerta en el mismo mes, pero de 2022, trajo un nuevo reacomodo de las fuerzas políticas poblanas, y nuevas oleadas de marinistas, morenovallistas y galistas dieron el salto hacia Morena, partido al que ven como el más viable ganador de los comicios en 2024.

Si bien el extinto Barbosa Huerta incorporó a operadores marinistas que fueron clave en su triunfo electoral en 2019, ahora los primos Ignacio Mier Velazco y Alejandro Armenta Mier, colocados como aspirantes punteros de Morena a la candidatura por el gobierno estatal, han sustentado sus estructuras políticas en los grupos priistas de los que ellos mismos proceden.

Además, sin mayor pudor, han abierto las puertas de par en par a todo perfil político que arrope sus proyectos, sin importar que el ahora fallecido Barbosa los haya señalado por corrupción o que en el pasado hayan combatido el proyecto de Andrés Manuel López Obrador.

En tanto, las bases que conformaron a Morena y que recorrieron casa por casa para impulsar la candidatura de López Obrador, han quedado prácticamente desplazadas y optan por no sumarse a esos proyectos con los cuales no se identifican.

El 19 de abril último, cuando María Luisa Albores, secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), levantó la mano para ser considerada como aspirante de Morena, los grupos que se asumen como la auténtica izquierda poblana se reanimaron y de inmediato empezaron a movilizarse.

Pero la esperanza les duró muy poco. El miércoles 10, en un desplegado firmado por Fernando Silva y Adán Peña, coordinadores del Comité de Apoyo que ya se había conformado, la funcionaria anunció que había decidido no buscar la candidatura.

De acuerdo con fuentes cercanas a la secretaria, fue el presidente López Obrador quien le pidió que se mantuviera en el gabinete para dar seguimiento al proyecto del Tren Maya. Por otro lado, en círculos políticos se asumió que el retiro de Albores fue producto de un acuerdo.

El transfuguismo y el pragmatismo político están en pleno apogeo en Puebla, resume el politólogo Diego Martín Velázquez Caballero, quien recuerda que esos grupos políticos poblanos se caracterizan precisamente por buscar la sobrevivencia sin importar el partido que gane las elecciones, para seguir vigentes en el ejercicio económico del próximo sexenio.

No hay forma, agrega, de que la dirigencia nacional o el propio presidente desconozcan los antecedentes de los grupos y perfiles que se están sumando al proyecto de Morena –que tienen como pasado inmediato el marinismo o el morenovallismo–; sin embargo, como ocurrió en los comicios de 2018, lo que se impone es la rentabilidad electoral, sin importar proyectos, principios o valores.

El académico dice que la disputa interna está confirmando que la adelantada contienda interna de Morena es en realidad una reedición de la pugna de grupos priistas locales y federales que históricamente se han disputado el poder en Puebla. 

Los locales, explica, están representados por el líder del Senado, Alejandro Armenta, quien basa su estructura en los cacicazgos y en los grupos políticos marinistas: exalcaldes, exfuncionarios y exdiputados. 

Armenta fue director del DIF, secretario de Desarrollo Social y dirigente estatal del PRI en el sexenio de Mario Marín Torres, quien ahora está preso en el penal del Altiplano.

De hecho, uno de los que promovía su postulación era Javier López Zavala, quien –en 2010, cuando Armenta fue dirigente local del tricolor– contendió como candidato a la gubernatura. Actualmente, López Zavala está preso acusado de ser el autor intelectual del feminicidio de su expareja, la abogada y activista Cecilia Monzón.

A escala nacional el senador era considerado parte del grupo de Ricardo Monreal, pero renegó de éste y ahora ha expresado su respaldo a Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

Los grupos priistas federales, que igual coexistieron en el marinismo y tienen como cabeza a Manuel Bartlett, respaldan la candidatura del líder de la fracción de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, quien además aparece como más cercano al presidente López Obrador, al dirigente de Morena, Mario Delgado, y al secretario de Gobernación, Adán Augusto López.

En la entidad poblana la estructura que promociona a Mier tiene como cabezas visibles al exdiputado Fernando Manzanilla, cuñado de Moreno Valle, y al priista Enrique Doger Guerrero, alcalde de Puebla entre 2005 y 2008, cuando el ahora diputado federal fue secretario del ayuntamiento.

Mier también sumó a su proyecto al exgobernador panista Antonio Gali Fayad, quien, si bien no ha aparecido públicamente, puso al servicio del líder camaral a sus operadores Clemente Gómez Medina y Jacobo Ordaz Moreno.

A su vez Armenta ha incorporado a reconocidos morenovallistas, como Mario Rincón y Jesús Morales Rodríguez, quienes fueron, respectivamente, secretarios de Desarrollo Rural y de Seguridad Pública en el gobierno panista.

Promoción personal. Pretextos. Foto: Agencia Es Imagen

Adelantados

Este 2023 no es año electoral en Puebla, aunque lo parece. Desde el año pasado el despliegue de propaganda política ha ido en aumento con espectaculares, bardas y actos de apoyo.

Al activismo de Mier y Armenta se ha sumado Julio Huerta Gómez, primo del fallecido Barbosa Huerta y actual secretario de Gobernación en la entidad.

La exalcaldesa de Puebla Claudia Rivera Vivanco igual destapó sus aspiraciones y se le adjudica la campaña para exigir que la candidatura de Morena por la gubernatura sea para una mujer.

Todos estos grupos han tapizado la entidad con la promoción de sus respectivos gallos para la Presidencia, por lo que la entidad vive en efervescencia política, pese a que las votaciones no se realizarán sino hasta el 2 de junio de 2024.

En particular Armenta y Mier recorren la entidad desde hace más de un año con distintos pretextos. El senador últimamente para promocionar su libro La importancia del litio en México, y el diputado federal para explicar las reformas que impulsa la Cámara.

Ambos legisladores, además, están confrontados y tienen demandas interpuestas para perjudicarse mutuamente, aunque recientemente han coincidido en lanzar propuestas que los acercan a la posición del presidente López Obrador.

Armenta elaboró una iniciativa de reforma para que jueces, magistrados y ministros se elijan mediante voto popular directo, mientras que Mier propuso realizar una consulta pública para que la ciudadanía defina la forma en que deben designarse los representantes del Poder Judicial. 

El senador acaparó reflectores al acusar a la ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de supuestamente haberlo intimidado o amenazado con mensajes de WhatsApp. 

Por su parte, Julio Miguel Huerta Gómez, originario de Zinacatepec, municipio de la Sierra Negra poblana del cual también era oriundo Barbosa, se mantuvo como el hombre de toda la confianza de su primo, hasta el día en que éste murió.

El martes 2 la aspirante presidencial Claudia Sheinbaum lo nombró coordinador de su precampaña en Puebla, no obstante que Huerta funge como secretario de Gobernación del estado.

El primo de Barbosa tiene una corta carrera política y la mayor parte la hizo en el PRI. Apenas en 2019 obtuvo su cédula profesional como licenciado en derecho por la Universidad Regional de Zinacatepec, donde su hermano Mario Roberto Huerta Gómez es el rector.

Fue regidor en Zinacatepec, luego secretario particular de Gustavo Lara, alcalde priista de Ajalpan y, en las elecciones de 2018, cuando su primo fue candidato a la gubernatura, Huerta se pasó a Morena para contender por una diputación local, pero fue derrotado en las urnas.

En 2019 Barbosa lo nombró director de Gobierno del estado, y en 2021 Huerta reclutó a un ejército de reconocidos operadores políticos priistas para que fueran delegados de la Segob estatal.

En 2022 Huerta y Salomón Céspedes, en ese entonces líder del Congreso local, recorrieron la entidad para pactar con los alcaldes, incluidos los del PRI y del PAN, la movilización de votantes que permitió a Barbosa tomar el control del partido guinda. 

Esa estructura de movilización fue la misma que se usó en la marcha para respaldar al presidente López Obrador y en el encuentro de poblanos con Sheinbaum en el Centro Expositor. Desde entonces, Barbosa acercó a su primo con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

Luego del fallecimiento del mandatario, Céspedes nombró a Huerta secretario de Gobernación, y desde entonces el primo, ubicado como heredero del barbosismo, se empezó a placear por todo el estado.

Huerta encabeza cabalgatas en las distintas regiones de la entidad, arropado por alcaldes de todos los partidos. Igual preside actos masivos donde entrega despensas, apoyos para madres solteras o agricultores.

En los desfiles del Día del Trabajo y de la conmemoración de la Batalla de Puebla se repartieron sombrillas y se lanzaron globos promocionando la imagen del funcionario. Y en los 217 municipios de la entidad hay cientos de bardas con las leyendas “En todo Puebla es Julio” y “Julio Huerta va por Puebla”. El político se deslinda de esos promocionales y los adjudica a sus “simpatizantes”, a quienes pide que “ya no los hagan”.

El diputado local panista Rafael Micalco contó la propaganda política en dos transitadas arterias de Puebla capital y, sólo en éstas encontró 75 bardas promocionando al titular de Segob.

Para el sábado 27 próximo Huerta prepara un acto en el que estará Sheinbaum y que se anuncia como la mayor concentración hasta ahora en favor de una de las llamadas “corcholatas” de Morena.

Huerta Gómez. Secretario en campaña. Foto: @JulioHuerta

“Gobierno de membrete”, acusan morenistas

El morenista David Méndez Márquez, secretario de Gobernación con Barbosa, dice que los dos contendientes más visibles por la candidatura a gobernador parecieran haber entrado en una competencia sobre quién agencia para su causa al mayor número de expertos en las viejas prácticas, como acarreos y compra de votos, vicios que Morena propuso desterrar.

El morenista, quien ha conformado con otros militantes un grupo llamado “Opción 4T Progresista, Social y de Izquierda”, dice que, si bien en las elecciones de 2019 los poblanos votaron por dejar atrás la corrupción y el abuso de poder que distinguieron a los gobiernos de Mario Marín Torres, Rafael Moreno Valle y Antonio Gali Fayad, ahora la ciudadanía está viendo el retorno de personajes “del viejo régimen” de la mano de Morena.

Lo mismo ocurre en el gobierno estatal, que quedó a cargo de Salomón Céspedes Peregrina al morir Barbosa, indica.

“Si ya había cuestionamientos en torno a que el modelo de gobierno que venía imponiendo Barbosa no correspondía a los principios y objetivos de la 4T, con la llegada de Salomón Céspedes esto se diluye aún más”, sostiene.

Asegura que al paso de los meses han quedado claras las negociaciones que hizo Céspedes para su nombramiento, pues ha tenido que pagar facturas al líder de la fracción priista en el Congreso local, Jorge Estefan Chidiac.

De esa forma, dice, se explican las incorporaciones al gabinete de la diputada local priista Isabel Merlo Talavera, como secretaria de Educación Pública del estado (criticada por no contar con título profesional); del expriista Omar Álvarez Arronte, como secretario de Movilidad y Transporte, y de Érick Fernando Ramos Soriano, titular de Recursos Humanos del gobierno. 

A Estefan Chidiac, secretario de finanzas del PRI durante la campaña de Enrique Peña Nieto, en diversas publicaciones se le adjudica haber diseñado la estrategia de las tarjetas Monex que usó el tricolor para cooptar votantes.

Méndez Márquez dice que es un hecho que el gobierno de Puebla es morenista sólo de nombre y de discurso, y sostiene que los “verdaderos obradoristas” no se sienten representados por las opciones de Mier Velazco y Armenta Mier, y tampoco creen que representen para Puebla los cambios que ofrece la 4T.

El morenista insiste en que las dirigencias ya no deben recurrir a acuerdos para definir las candidaturas en los estados, pues los resultados son gobiernos “desastrosos” que no sólo desencantan a la ciudadanía, sino que generan graves retrasos económicos, políticos y sociales. “Al final acaban pagando los más pobres, que Morena dice son primero”, recalca. 

El abogado laborista Abelardo Cuéllar Delgado considera que el impulso que se generó en las bases de Morena puede tener continuidad a partir de la irrupción del proyecto de Albores.

“Creo que eso demostró que en este sector morenista, identificado como los fundadores –dice–, vamos a seguir luchando para ganar las instancias municipales, distritales, y tarde o temprano vamos a llegar a las estatales.”

Reportaje publicado en el número 2429 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 21 de mayo de 2023.

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