Microsismos

CDMX: Los "riesgos" de los inevitables microsismos

Pese a que consideran que estos movimientos telúricos no tienen capacidad de provocar afectaciones mayores a casas y edificios, expertos alertan sobre los “riesgos” que corren inmuebles producto de la “autoconstrucción”
martes, 23 de mayo de 2023 · 06:24

La Ciudad de México se encuentra sobre una franja con “mucho vulcanismo activo” que causa “fallas” en su subsuelo. No hay manera de evitar los microsismos, dicen los expertos. Pese a que consideran que estos movimientos telúricos no tienen capacidad de provocar afectaciones mayores a casas y edificios, alertan sobre los “riesgos” que corren inmuebles producto de la “autoconstrucción”, así como los que fueron edificados antes de la actualización en 2017 del Reglamento de Construcciones y de aquellos que fueron levantados por constructoras que no siguieron al pie de la letra dicho reglamento.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).–Ante los más recientes microsismos y el ineludible hecho de que en la Ciudad de México siempre tiembla debido a su ubicación geográfica, expertos de la UNAM y el gobierno capitalino van a la recomendación segura: que los capitalinos acudan a especialistas en estructuras para revisar sus casas y edificios y garantizar que cumplan con el Reglamento de Construcciones actualizado en 2017. Con ello, dicen, podrían prevenir daños graves en sus viviendas para los sismos que vienen, ya sea con epicentro en la capital o en otra parte del país. 

Además, sugieren consultar el Atlas de Riesgos de la Ciudad de México de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) del gobierno local, para conocer la exposición sísmica de la zona donde viven o quieren comprar o rentar algún inmueble, lo cual ayudará para tomar medidas de prevención y protocolos de seguridad para sus habitantes.

Las recomendaciones de los especialistas surgen a raíz del “brinco” o “sacudida” que miles de capitalinos sintieron el pasado 10 de mayo a las 22:20 horas en las zonas poniente, sur y una parte del Centro de la ciudad. Fue un microsismo de magnitud 3 con epicentro entre los límites de las alcaldías Magdalena Contreras y Álvaro Obregón, y que, hasta el jueves 18 –una semana después-, generó 40 “réplicas” menores, según el Sistema Sismológico Nacional (SSN).

Coinciden en que este tipo de sismos, por sus características, no representan gran riesgo para casas y edificios, pero subrayan la importancia de asegurarse de que la estructura donde viven sea segura, para prevenir daños mayores en caso de sismos más fuertes.

El Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal fue publicado en la Gaceta Oficial de la ahora CDMX el 29 de enero de 2004. En 2017 se le hicieron adecuaciones que incluyeron medidas más estrictas para construir, lo mismo casas que edificios, que puedan soportar sismos de gran magnitud, como el ocurrido el 19 de septiembre de ese año. De acuerdo con su sitio oficial en internet, la última reforma publicad en la Gaceta fue en abril de 2022.

Jorge Aguirre González, investigador de la Unidad de Instrumentación Sísmica del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y miembro de la Red ECOs de Sismología, asegura que las estructuras construidas bajó este reglamento y las normas complementarias por sismos, entre otras indicaciones, “no deberían tener ninguna afectación por ese tipo de microsismos”.

Sin embargo, lamenta que en la CDMX existe el problema de la “autoconstrucción” y el que las constructoras no sigan al pie de la letra el reglamento. Las consecuencias de esas malas prácticas las vio recientemente cuando viajó en una misión a Turquía para observar los efectos del sismo que devastó al país y a Siria a principios de febrero pasado.

“Fue muy triste ver que muchas de las construcciones resultaron muy dañadas y otras colapsaron, pero no por no tener reglamento de construcción, de hecho, son muy buenos los turcos en eso. Lo que se evidenció es que hay muy malas prácticas al construir y que seguramente no obedecieron el reglamento de construcción”, recuerda en entrevista.

–¿Es probable que en la CDMX ocurra lo mismo, por ese problema de autoconstrucción?, se le pregunta.

–Sí. Los reglamentos no se aplican de manera retroactiva y va en perjuicio de las personas. Si el reglamento que estuvo vigente no genera una seguridad para la actualidad, sería conveniente que la gente tomara conciencia de ello y que, de motu proprio, tratara de reforzar sus estructuras.

El especialista recuerda que existe la figura del Director Responsable de Obra (DRO) y de Corresponsable Estructural, “que son los que pueden emitir un juicio de lo que hace falta en un edificio. Si en un edificio se quiere hacer un cambio y se recurre a un DRO o Corresponsable Estructural, éstos deben aplicar el reglamento nuevo, eso permitiría que se actualizara el edificio”.

Reconoce que esta actualización “genera algunos gastos que la gente prefiere no hacer porque requeriría reforzar la estructura original. Eso sería bastante bueno porque hay muchas estructuras que se hicieron con reglamentos anteriores y que muy probablemente no pasen el reglamento actual y puedan estar en riesgo. O bien, el paso de los años ha ejercido algún deterioro en las estructuras y sería bueno que se revisaran y reforzaran”.

El Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal fue publicado en la Gaceta Oficial de la ahora CDMX el 29 de enero de 2004. En 2017 se le hicieron adecuaciones que incluyeron medidas más estrictas para construir, lo mismo casas que edificios, que puedan soportar sismos de gran magnitud, como el ocurrido el 19 de septiembre de ese año. De acuerdo con su sitio oficial en internet, la última reforma publicad en la Gaceta fue en abril de 2022.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2429 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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