Clásico Mundial de Beisbol

México en el Clásico Mundial de Beisbol: Gloria en la derrota

La Selección Mexicana abrazó la historia en el Clásico Mundial de Beisbol, llegó a la semifinal y, pese haber puesto contra las cuerdas a la potencia llamada Japón, ésta terminó por dejar tendida a la novena azteca sobre el terreno.
domingo, 26 de marzo de 2023 · 19:46

La Selección Mexicana abrazó la historia en el Clásico Mundial de Beisbol, llegó a la semifinal y, pese haber puesto contra las cuerdas a la potencia llamada Japón, ésta terminó por dejar tendida a la novena azteca sobre el terreno. Pero hubo gloria en la derrota y este nuevo capítulo en la historia del beisbol mexicano pasa por las manos de Randy Arozarena, catalogado como el mejor jardinero izquierdo del torneo. La historia de este fuera de serie mexicano de origen cubano la cuenta el propio Guillermo Armenta, expelotero que procuró a la nueva joya mexicana hacia el lugar donde se encuentra.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– La Selección Mexicana salió en busca de un milagro para medirse a Japón en las semifinales del Clásico Mundial de Beisbol (WBC) porque sólo de esa manera podía vencer al país más ganador en este deporte, por más que el mánager Benjamín Gil les haya dicho a sus jugadores que enfrentarían a unos “humanos” tan de carne y hueso como cualquier otro equipo plagado de estrellas.

La selección de beisbol de Japón parece no ser de este planeta, según su palmarés: ya había ganado dos veces el WBC (2006 y 2009), había alcanzado cuatro veces la semifinal y obtenido un tercero y un cuarto lugar. También es el actual campeón olímpico porque, en su casa, Tokyo, los samuráis vencieron a Estados Unidos y se colgaron el oro por primera vez en una justa veraniega (2021). Y por si algo faltara, en el Premier 12, el torneo preolímpico que se realizó en 2019, le ganó a su odiado rival, Corea del Sur, en la disputa por la presea dorada.

Los japoneses no jugaron con un roster plagado de estrellas de las Grandes Ligas como sí lo hicieron Estados Unidos –a quien le arrancó una victoria épica– y el propio México que en sus filas presumió a 24 peloteros que juegan en el mejor beisbol del mundo. Sólo cuatro de sus integrantes están en uno de los clubes de la Major League Baseball (MLB).

Pero Japón tuvo a un fuera de serie llamado Shohei Ohtani, que para abreviar su fantástica participación fue elegido en el equipo ideal del WBC como bateador designado y también como pitcher. Ohtani, a quien ya se le conoce como el Babe Ruth reloaded y como el mejor y más completo pelotero de la historia de este deporte, fue el villano –o el héroe, según los ojos con los que se mire– que cerró con un ponche a Mike Trout frente a Estados Unidos en la final, salvó ese juego lanzando rectas de más de 100 millas por hora y un slider a 87 millas con un rompimiento horizontal tan extremo que ya fue rebautizado como sweeper.

A la Selección Mexicana de beisbol, Ohtani la ajustició también en el noveno episodio de otro juego épico que puso a soñar a los aficionados porque México por primera vez alcanzó las semifinales del WBC y abrazó un resultado histórico para los deportes de conjunto nacionales. A un paso de conseguir el objetivo de meterse por primera vez a una final, la novena azteca llegó a la parte baja de ese capítulo con una pizarra de 5-4 arriba. A la loma, cargando las ilusiones de un país, subió el cerrador Giovanny Gallegos para enfrentar la columna vertebral del orden al bat de Japón. El tercero, cuarto y quinto de un line up son siempre los cañoneros de un equipo.

En el dugout la tropa de Benji Gil tenía las emociones desbordadas, y cómo no si le cayeron a palos al abridor japonés Roki Sasaki, de apenas 21 años, que tira rectas que tocan las 102 millas y ya presume dos juegos perfectos en su corto caminar por la Liga Japonesa de Beisbol (NPB, Nippon Professional Baseball).

A Sasaki el sonorense Luis Urías le mandó la pelota detrás de la barda en el cuarto episodio con dos hombres en las bases para poner a México en ventaja 3-0, mientras que el abridor mexicano-americano, el zurdo Patrick Sandoval, les tiró a los nipones cuatro entradas en blanco.

Y cuando el juego se le atragantó al relevista José Urquidy, el cubano-mexicano Randy Arozarena le robó un jonrón a Kazuma Okamoto y luego apagó un obús que Kensuke Kondoh puso al filo de la barda del jardín izquierdo cuando la casa estaba llena. Más aún, cuando en la séptima entrada Japón empató 3-3 el encuentro, los mexicanos ni se despeinaron. Más tardó Japón en fabricar sus tres rayitas que México en clavarle otras dos carreras en los spikes de Arozarena y de Jarren Durán, cuando Alex Verdugo e Isaac Paredes conectaron doble y sencillo, respectivamente. En la octava, el equipo del mánager Hideki Kuriyama sacudió la serpentina de Jesús Cruz con otra carrera que desdibujó el sueño.

El poder de los zurdos

Giovanny Gallegos no es ningún improvisado. Llegó a bajar la cortina por México con récord de dos juegos salvados, tres entradas lanzadas, tres ponches y sin haber aceptado carrera en el WBC; con experiencia de seis años en las Grandes Ligas y la seguridad de que desde 2018 hizo nido en San Luis, con los Cardenales. Sí, no es el sinaloense Andrés Muñoz que tira piedras de más de 100 millas y quien se perdió el Clásico Mundial porque estaba recuperándose de una lesión, pero el sonorense Gallegos se codea con la élite de los lanzadores que aceptan menos carreras en las Grandes Ligas (Jacob de Grom, Justin Verlander, Julio Urías y Max Scherzer). Desde 2019 tiene la novena efectividad más baja en temporada regular entre los pitchers que han lanzado al menos 200 entradas. Su 2.84 de carreras limpias es más bajo que el de monstruos del diamante del calibre de Clayton Kershaw, Gerrit Cole, Shohei Ohtani y Sandy Alcántara. Todos ellos son abridores, el mexicano es uno de dos relevistas en esa lista.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2421 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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