Comercios

Los pequeños comercios, en estado de sobrevivencia

A diferencia de las grandes cadenas de suministros –como Bimbo o Femsa–, que registraron récords en sus ventas, los pequeños comercios no han podido recuperarse de los estragos que les provocó la pandemia de covid-19. La mayoría apenas sobrevive y muchos optaron por pasar a la informalidad.
viernes, 10 de marzo de 2023 · 06:58

A diferencia de las grandes cadenas de suministros –como Bimbo o Femsa–, que registraron récords en sus ventas, los pequeños comercios no han podido recuperarse de los estragos que les provocó la pandemia de covid-19. La mayoría apenas sobrevive y muchos optaron por pasar a la informalidad. La suerte de las tiendas minoristas y los negocios familiares está amarrada a la de sus clientes y a millones de éstos no les alcanza para comprar la canasta básica, advierte Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La pandemia no fue lo peor para el comercio en pequeño o el canal tradicional de venta: en la actualidad, la elevada inflación, la inseguridad, el menor poder adquisitivo de la población, la informalidad y las restricciones en la venta de cigarrillos mantienen al sector en un estado de sobrevivencia.

“Lo que vemos hoy en día en los establecimientos mercantiles son ventas de sobrevivencia. Son ventas que te dan de manera justa para pagar al proveedor. Son ventas que dan para pagar la renta. Son ventas que te dan para pagar el día a día, no para surtirse, no para crecer. Son pocos los giros que están teniendo crecimiento. La mayoría de los giros en pequeño está teniendo ventas de sobrevivencia”, advierte Gerardo Cleto López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño y la Empresa Familiar (ConComercioPequeño).

La situación precaria de los pequeños negocios familiares, como tiendas de abarrotes, contrasta con los números de los mismos proveedores, quienes registraron cifras récord en sus ventas.

Por ejemplo, las ventas netas de Grupo Bimbo aumentaron 17.4% en el último trimestre de 2022, con un total de 4 mil 818 millones de pesos, atribuible a la mezcla favorable de productos y al aumento de precios.

De hecho, todos los canales registraron un crecimiento de doble dígito, de manera más notable los canales de conveniencia, autoservicios y tradicional, así como las categorías de botanas, pan dulce, pastelitos, galletas y pan.

En su conferencia con inversionistas, el director general de la panadería más grande de México, Daniel Servitje, presumió que 2022 “fue un año excepcional, con un desempeño financiero histórico alcanzando 19 mil 834 millones de dólares en ventas netas y 2 mil 659 millones de dólares en EBITDA.

“Incrementamos nuestra participación de mercado en la mayoría de las categorías, realizamos inversiones en capital históricas, ajustamos nuestro enfoque estratégico en alimentos basados en granos (…) y lanzamos nuestra estrategia de sustentabilidad”, señaló el también presidente del Consejo de Administración del grupo.

Otra de las empresas a las que les fue bien en 2022 es Coca-Cola Femsa, que tras el par de ajustes que el año pasado aplicó en sus bebidas azucaradas, registró ingresos de 61 mil 209 millones de pesos en el cuarto trimestre, lo que significa un aumento de 18.9% respecto al mismo periodo de 2021.

En su reporte financiero correspondiente al periodo octubre-diciembre del año pasado, la empresa indicó que “este aumento fue impulsado principalmente por nuestras iniciativas de precios para contrarrestar el aumento en los costos de materias primas, un efecto favorable de precio-mezcla y crecimiento de volumen”.

En la cuerda floja

A diferencia de las grandes compañías antes mencionadas, que representan una parte importante de las ventas del canal tradicional, los pequeños comercios no han podido recuperarse desde la pandemia, y en varios casos han pasado a la informalidad.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el crecimiento del comercio al por menor, que tuvo un crecimiento de 10.5% en 2021, cayó a sólo 4.1% en 2022, es decir que el ritmo se desaceleró a menos de la mitad. Tan sólo en el cuarto trimestre del año pasado ese tipo de comercio avanzó únicamente 1.5%, cuando había tenido su mayor nivel en el segundo trimestre al expandirse 6.4%.

Una explicación sobre esas cifras la da el presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), Cuauhtémoc Rivera, quien reflexiona en entrevista con Proceso:

“La suerte del pequeño comercio no ha sido, ni cercanamente, la de los grandes consorcios ni la de los proveedores o de las cadenas productivas o agentes financieros. Realmente en el pequeño comercio estamos como anda el cliente. Hay millones de mexicanos a los que no les alcanzan para la canasta básica porque se ha precarizado mucho el empleo, la gente trabaja más pero gana menos. Los empleos que se han recuperado han sido en el sector informal.”

Como dato, los ocupados formales reportaron en el cuarto trimestre de 2022 un ingreso laboral mensual de 9 mil 77.72 pesos, es decir, el doble que los ocupados en trabajos informales, donde el ingreso fue de 4 mil 519 pesos.

No obstante, entre el tercero y el cuarto trimestre de 2022, el ingreso laboral mensual de los ocupados formales permaneció en niveles similares, con una variación de 0.2%, mientras que el de los ocupados informales se incrementó 1.7%, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Por si fuera poco, el ingreso laboral real promedio de la población ocupada formal durante el cuarto trimestre de 2022 ascendió a 9 mil 77.72 pesos, es decir, 118.25 pesos menos que en el primer trimestre de 2020, cuando se situaba en 9 mil 195 pesos, previo a la crisis sanitaria por la Covid-19.

En el contexto de la emergencia sanitaria por el covid-19, el ingreso laboral real promedio del primer quintil, el más pobre, es el único que sigue sin recuperarse respecto al primer trimestre de 2020 (trimestre previo al inicio de la emergencia sanitaria), en comparación con el resto de los quintiles, donde se presentan ingresos laborales con niveles superiores al primer trimestre de 2020, señaló el organismo.

De acuerdo con el Coneval, en el cuarto trimestre de 2022 el porcentaje la población nacional que no puede adquirir la canasta alimentaria haciendo uso de todo su ingreso laboral fue de 38.5%.

“En algunos sectores del comercio, como el de tiendas de abarrotes, pueden estar teniendo buenas ventas, por ejemplo, las que se ubican en unidades habitacionales… En cambio, las tiendas, los negocios ubicados en torno a fábricas u oficinas, cerraron.  Lo que estamos viendo es que en el pequeño comercio hubo un reacomodo del consumo y entonces el sistema se movió. Las preferencias de consumo, las formas de consumo cambiaron”, explica López Becerra.

Desde la pandemia el camino no ha sido fácil para el canal tradicional de comercio, en especial en el rubro del financiamiento.

Sobre la seguridad, el presidente de la ANPEC advierte a este semanario:

“El ambiente social es un tema que ha afectado gravemente el canal, por ejemplo la inseguridad. Hay zonas del país, como Guerrero, Tamaulipas, Sinaloa, Zacatecas o el Bajío, donde se cancelan ventas porque no hay condiciones para realizar la proveeduría… O lo más grave que ha venido pasando: los delincuentes terminan poniendo el precio final”.

Según la última Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los principales delitos de que son víctimas son extorsión; robo; asalto de mercancía, dinero, insumos o bienes; robo hormiga, actos de corrupción y fraude.

De hecho, la extorsión es el principal fenómeno delictivo en 21 estados y atraviesa todos los sectores, en especial industrias, comercio y servicios, así como micro, pequeñas y medianas empresas.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2418 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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