Cine

El cine nacional a las escuelas

La empresa Cinemanía se acercó a la SEP con un proyecto dirigido a los estudiantes de bachillerato. Se propusieron una metodología para cursos en línea impartidos a maestros, con resultados sorprendentes: los adolescentes “se emocionan, están ávidos de ver y conocer más”.
sábado, 25 de febrero de 2023 · 10:47

La empresa privada Cinemanía, que lleva 27 años tratando de formar audiencia para el cine nacional, se acercó a la Secretaría de Educación Pública con un proyecto dirigido a los estudiantes de bachillerato. “Antes la escuela iba al cine”, señala la productora fílmica y presidenta del consejo de administración, Mónica Lozano. Con Dinorath Ramírez González y Cristina Prado Arias al frente de la gerencia de Academia y de la dirección general, se propusieron incluso desarrollar toda una metodología para cursos en línea impartidos a maestros, con resultados sorprendentes: los adolescentes “se emocionan, están ávidos de ver y conocer más”.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Ante la necesidad de formar públicos para que vean más cine mexicano, Cinemanía, S. A. de C.V. –con el estímulo fiscal Eficine y la Subsecretaría de Educación Media Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP)– creó el proyecto El cine a la escuela, conformado por cinco películas contemporáneas para que los jóvenes de bachillerato las vean, analicen, discutan y ­disfruten.

En ese sentido, preparan a los profesores a través de talleres y han creado material pedagógico en torno a las temáticas de los filmes.

La productora fílmica Mónica Lozano Serrano, presidenta del consejo de administración de Cinemanía, explica en entrevista por Zoom que antes normalmente la escuela iba al cine:

“Recuerdo que de pequeña alguna vez el plantel donde estudiaba me llevó a ver una película u obra de teatro que al día de hoy eso se vuelve totalmente inviable. Entonces todo el tiempo los que realizamos cine nos preguntamos: ¿Cómo formamos públicos desde pequeñitos? Dinorath Ramírez González y Cristina Prado Arias, la primera de gerencia de Academia y la segunda directora general de Cinemanía, se acercaron a la SEP y propusieron la iniciativa El cine a la escuela, y ya el año pasado se echó a andar la primera edición con cinco películas, y ya están listas para arrancar la segunda y la tercera edición.”

Los largometrajes fueron Los lobos (2010) de Samuel Kishi Leopo, Cuernavaca (2017) de Alejandro Andrade Pease, Los insólitos peces gato (2013) de Claudia Sainte-Luce, Sopladora de hojas (2015) de Alejandro Iglesias Mendizábal, y ¡Ánimo juventud! (2020) de Carlos Armella,

El equipo de Cinemanía –informa Lozano Serrano– tuvo que desarrollar toda una metodología para cursos en línea impartidos a maestros:

“En la primera edición de El cine a la escuela se integraron a 30 estados de la República Mexicana. Fueron dos escuelas por estado. Se formaron a 34 profesores que impactaron a más de 3 mil estudiantes de bachillerato.”

Dinorath Ramírez González, también por Zoom, interviene al decir que la curaduría de esas cinco películas las realizaron en coordinación con la mencionada subsecretaría de la SEP, para lo cual se reunieron con la directora de Proyectos de Aprendizaje Socioemocional y Convivencia Escolar, Claudia Ivette Gaona Salado, y a partir de las temáticas de esas cinco historias crearon dos cuadernillos: Antología para mediaciones en el aula y ¿Cómo mirar una película?

Egresada en cinematografía por el Centro de Capacitación Cinematográfica, sigue:

“Nosotros capacitamos al docente, quien es el que lleva adelante esto con su grupo en el interior del aula. Es un programa de largo plazo que deja esta semilla dentro de las instituciones. Trataremos de ir replicando este programa para ir alfabetizando visualmente a esos profesores, y por supuesto que nos ayuden a formar a nuevos públicos desde la escuela, acercándoles el cine desde otra perspectiva mucho más activa. Es decir, no únicamente verán la película, sino ahora interactúan, discuten y forma parte de su cotidiano a través de entender la trama, emocionarse con ella y vivirla, y es algo muy bonito y muy poderoso porque está surgiendo una unión muy especial entre los alumnos que forman parte del programa porque comparten cosas entre ellos. ¡Ahora el cine se vuelve un recurso didáctico para llegar más lejos todavía!”

Lozano Serrano, quien produjo Amores perros, El violín y Colosio: El asesinato menciona que todo se centra en el desarrollo de habilidades socioemocionales a través de la reflexión y la creación artística:

“En ¿Cómo mirar una película? contienen desde códigos QR bidimensionales hasta cómo inciden los personajes, los encuadres, el sonido, la imagen, la fotografía… ven ejemplos y van entendiendo qué es hacer cine, cómo se mira el cine. Se razona sobre las temáticas y se efectúa un trabajo de desarrollo socioemocional con los alumnos. Es una gran oportunidad que la SEP nos haya permitido que este proyecto de la sociedad civil y la iniciativa privada llegue a las escuelas. Es una primera iniciativa después de que llevamos con Cinemanía 27 años buscando cómo formar públicos.”

La expresidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas enfatiza en esta iniciativa de formación:

“Ojalá el día de mañana se integre a los más pequeños de secundaria y primaria y que este proyecto se vuelva un modelo multiplicador, que llegue a todos los rinconcitos.”

Las escuelas donde se comenzó la propuesta –aclara– las escogió la SEP. Detalla:

“En la segunda y tercera etapas completamos los dos estados que nos faltan, Guerrero y Sinaloa, y se incrementará el número de planteles y profesores capacitados”.

La segunda edición

A finales de febrero empezará la segunda edición de El cine a la escuela. Inicia con la capacitación a los profesores, y a principios de marzo se les proyectarán a los alumnos otras cinco películas. Esta vez se trata de Somos Mari Pepa (2013) de Samuel Kishi Leopo, Ana y Bruno (2017) de Carlos Carrera, Sueño en otro idioma (2017) de Ernesto Contreras, ¿Conoces a Tomás? (2019) de María Torres, y Canción de invierno (2020) de Silvana Lázaro.

Ramírez González, quien además labora contenido documental para Canal 14, enfatiza que es una iniciativa innovadora y de calidad:

“Estamos analizando muy bien las estrategias que llevamos a cabo. Son ediciones semestrales como los semestres en los bachilleratos. Incluso es importante hacer un llamado a todos los maestros de los estados de las escuelas públicas de bachillerato a que se postulen, porque ahora la SEP va a efectuar la convocatoria pública, la va a compartir en sus diversos canales, para que los docentes que quieran formar parte del programa se puedan inscribir, y justo puedan tener el beneficio de llevar el programa a su comunidad”.

--Los primeros profesores, ¿cómo recibieron El cine a la escuela?

Contesta la misma Ramírez González:

--Estamos constantemente en comunicación porque tenemos algo que  llamamos Comunidad de aprendizaje. Son maestros de ética, literatura, historia que toman este programa, entonces utilizan estas películas en sus materias para ir trabajando. Ha sido muy gratificante, porque ellos mismos se dan cuenta de que el proyecto los ayuda a llegar de la forma más fácil a sus alumnos. Es decir, en esta época que normalmente pensamos que en la adolescencia no se motivan con nada, que es difícil llegar a ellos, pues está sucediendo todo lo contrario con los filmes: se emocionan, están ávidos de ver y conocer más.

“Están haciendo fuertes lazos de grupo a través de compartir estas experiencias personales y hacen una serie de ejercicios. Estamos justamente pidiendo autorización de los chicos que los hicieron para poderlos compartir. Son ejercicios escritos, en videos, en fin”.

En ¿Cómo mirar una película?, que consta de 87 páginas, se lee:

Al ver una película surgen emociones, como el gozo, el agrado, la diversión o por el contrario, la pena, la tristeza, la aflicción, la distancia y la molestia. Proviene de una idea que es desarrollada por un guionista y capturada en imágenes por una cámara, en este sentido, el equipo creativo es el verdadero autor de una obra audiovisual.

Luego se añade:

El productor es el titular de los derechos patrimoniales de autor de la película. Identifica las fortalezas y debilidades del proyecto con el fin de fortalecer sus elementos ya sean creativos o técnicos.

Un productor debe tener una comprensión del público y los géneros cinematográficos que le permita diseñar estrategias para que la película se diferencie, estableciendo así el modo de negocio. Aporta planeación para la búsqueda de financiamiento, contratación del personal, distribución y venta de la película.

En cuanto al director, se escribe:

Es el principal responsable del desarrollo creativo de un proyecto. Posee la visión y el liderazgo para sumar los talentos de todo un equipo y guiarlos con el objeto de narrar una historia. Su trabajo comienza desde el guion y continúa hasta la distribución y venta de la película.

El volumen resalta que el guion es la semilla del filme:

Contiene los elementos necesarios para la realización de una película.  La persona que lo escribe se nombra como guionista, quien a partir de una idea que puede provenir de una experiencia, frase o imagen constituye un relato destinado a la producción fílmica.

Lozano Serrano y Ramírez González especifican que escogieron el nivel medio superior porque, de acuerdo al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), los jóvenes enfrentan un problema de discriminación estructural, mismo que es reproducido por el Estado, la sociedad y el sector privado:

“Debido a que se les percibe como amenaza para la cohesión social, muchas veces se les excluye de espacios y oportunidades laborales o educativas y se impide el reconocimiento de sus derechos”.

Anexan:

“Es común que los jóvenes enfrenten discriminación por su condición social, su apariencia física (ligada a su condición económica), la escuela donde estudiaron, el lugar donde viven, o incluso sus publicaciones en redes sociales. Todas estas acciones contribuyen a que la mayoría de las personas jóvenes de México se mantengan en pobreza o no puedan ascender socialmente”.

El cine a la escuela se enfoca principalmente en el sector D, que la AMAI (Asociación Mexicana de Agencias de Inteligencia de Mercado y Opinión) ubica como el grupo mayor del segmento clase media baja.

Además Lozano Serrano agradece a los cineastas que fueron a los planteles debido a que trabajaron con mucha excelencia El cine a la escuela en contacto con estudiantes y maestros.

Redondea la titular de Alebrije Producciones:

“Con el tiempo, la retroalimentación y los resultados, el programa se irá perfeccionando, pero ahora las bases son muy sólidas. También Asur (Aeropuertos del Sureste) nos apoyó en la primera edición como contribuyente. El cine a la escuela es la primera semillita”.

Por lo pronto, las escuelas proyectan los largometrajes en televisiones planas.

Reportaje publicado el 19 de febrero en la edición 2416 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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