Seguridad
El futbol, anzuelo de un abusador sexual y tratante de personas
Jóvenes de comunidades indígenas de Veracruz fueron enganchados por un supuesto representante del UNICEF y reclutador de futbolistas para mudarse a Puebla, con la promesa de integrarlos a las fuerzas básicas del equipo de futbol de Primera División. El resultado: varios casos de abuso sexual.Jóvenes de comunidades indígenas de Veracruz fueron enganchados por un supuesto representante del UNICEF y reclutador de futbolistas para mudarse a Puebla, con la promesa de integrarlos a las fuerzas básicas del equipo de futbol de Primera División. El resultado: varios casos de abuso sexual, difusión de pornografía y posible trata de personas. Y aunque autoridades, directivos del Puebla y del UNICEF se deslindan, el inculpado utilizó durante dos años sus membretes y participó en actividades de esas organizaciones.
PUEBLA, PUE. (Proceso).— Juan, Pedro y Saúl, adolescentes originarios de localidades de la Alta Montaña, una de las regiones con mayor grado de marginación de Veracruz, aseguran que conocieron a Xavier Alexander N., cuando eran internos en un centro de asistencia social en Orizaba.
En calidad de “voluntario”, supuesto representante del UNICEF y reclutador de futbol, Xavier tuvo acceso a autoridades municipales, centros de asistencia y clubes deportivos, hasta llegar al equipo Puebla. Ahora está vinculado a proceso por los delitos de abuso sexual y violación contra cuatro menores de edad, y podría formar parte de una red internacional de pornografía infantil y trata de personas.
El sujeto ofreció convertir a los jóvenes en jugadores de las fuerzas básicas del equipo de futbol Puebla. Para justificar su interés en los menores, el “doctor Xavi” –como pedía que lo llamaran– se ostentaba como representante del UNICEF, la agencia de la ONU que promueve y defiende los derechos y el bienestar de las niñas, niños y adolescentes.
Sus credenciales como supuesto visor del equipo Puebla FC, cuya franquicia está a cargo de TV Azteca, y como representante de la ONU, las ostentó públicamente en eventos oficiales y en entrevistas que aparecieron en medios de comunicación de Orizaba entre 2021 y 2022.
No obstante, tanto el club deportivo como la institución internacional se deslindaron de él y se “lavaron las manos” de las actividades ilícitas que cometió usando sus nombres.
En el caso de Juan, quien tiene 17 años, Xavier Alexander N., no sólo lo persuadió para que viniera a Puebla a probar suerte como futbolista, sino que convenció a la madre del joven para que le firmara papeles con los que tramitó su adopción.
Buscaba hacer lo mismo con Pedro y Saúl, huérfanos de padre. La madre cuenta que sus hijos le insistían para que accediera a que Xavi los adoptara. “Tú no nos puedes dar todas las oportunidades que él”, le reclamaba uno de ellos.
Por ejemplo, dice, los menores anhelaban tener una computadora en casa, pero a ella se le dificultaba adquirir una con lo que gana limpiando casas. “Yo les decía que sí se las compraría, aunque fuera usada, pero ellos ya traían en la cabeza que se irían con ese señor para ser futbolistas”, agrega.
El supuesto reclutador de futbolistas deslumbraba a los muchachos, incluso mostrándoles su cuenta bancaria para que vieran cuánto dinero poseía. Les compraba cosas, los llevaba a comer, les prometía que les daría estudios y les infundía la ilusión de que, si no quedaban en el Puebla, él los ayudaría a prepararse para que los contratara otro equipo de la primera división.
Otra promesa que les hacía, refiere la madre, era tramitarles pasaporte y visa para llevarlos a otros países.
Eso era especialmente atractivo, pues migrar a Estados Unidos –más si es con papeles– es la aspiración de la mayoría de los varones jóvenes de muchas comunidades indígenas de esa región veracruzana.
Proceso cambió los nombres de los menores y tampoco precisa las localidades de donde son originarios, para proteger su identidad.
A finales de diciembre de 2022, cuando los hermanos fueron a la ciudad de Puebla, el supuesto reclutador condicionó el viaje a que llevaran consigo sus actas de nacimiento, certificados escolares, constancias de vacunación, todo en original.
Fuentes que han tenido acceso a la investigación que lleva a cabo la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGEP) confirmaron que uno de los muchachos que estaba en la supuesta casa-club, originario de Veracruz, ya había sido adoptado por Xavier Alexander N., quien ya tramitaba lo mismo con otro joven en las mismas condiciones de vulnerabilidad económica, social y familiar.
La forma en que esta persona lograba burlar los filtros que se supone lleva todo procedimiento de adopción, dice la fuente, es parte de las investigaciones que realiza la autoridad poblana. De acuerdo con esto, los delitos más graves se cometieron precisamente contra esos menores que convertiría en sus hijos “legalmente”.
El 9 de enero, cuando elementos de la FGEP catearon la casa ubicada en la avenida Campestre número 4702, de la colonia Santa Cruz Buenavista, de esta ciudad, donde el ahora detenido cohabitaba con los menores, fueron localizados seis pasaportes, sin que hasta ahora se precise si estaban a nombre de los adolescentes ahí confinados.
Además se encontraron grabaciones que hacía este sujeto de los adolescentes y que presuntamente vendía en plataformas de internet.
El fiscal general del estado, Gilberto Higuera Bernal, confirmó que, por las evidencias encontradas, la investigación contra el detenido se ha extendido a delitos como pornografía infantil, trata de menores, falsificación de documentos y uso de recursos de procedencia ilícita.
También mencionó que hay suficientes evidencias sobre el involucramiento de más personas en esa actividad delincuencial, que podría tener alcances nacionales e internacionales.
“No habrá ninguna excepción para investigar, ni para aplicar la ley. Quien sea que haya participado en estos hechos, la fiscalía va a proceder”, ofreció, al ser cuestionado sobre si las pesquisas abarcarán a personal del equipo Puebla.
Juego de ilusiones
En el domicilio habilitado como casa-club, donde se presume que Xavier Alexander pagaba una renta de al menos 35 mil pesos, se daban dos tipos de hospedaje: uno como supuestas becas para jóvenes de las comunidades marginadas y otro para futbolistas foráneos, cuyas familias pagaban 2 mil 300 pesos mensuales.
Según los testimonios de padres de familia, al no tener el equipo Puebla una casa-club con suficiente cupo para albergar a todos los integrantes de las selecciones “sub”, los entrenadores les advertían que tenían que buscar un lugar dónde hospedar a sus hijos.
Dos versiones se han divulgado en medios locales. Una de ellas señala que los integrantes del cuerpo técnico del club recomendaban o les referían esa casa. Otra asegura que fueron otros padres de familia quienes la recomendaban por ser bastante económica.
Las fuentes consultadas indican que este caso se destapó porque los padres de un niño seleccionado, que no contaban con recursos para cubrir su hospedaje, fueron contratados para trabajar por el supuesto visor: el padre como chofer y la madre para los quehaceres de la casa.
Según la versión oficial, el hijo de este matrimonio fue el que dio la voz de alerta sobre insinuaciones que le hizo Xavier Alexander N., lo que llevó a los padres a descubrir que otros tres menores reconocían haber sido tocados o abusados sexualmente por ese sujeto.
Medios especializados en deportes dieron otra versión: que un jugador de la sub-14 denunció el abuso ante Juan Manuel Vega Francis, director de Fuerzas Básicas del Puebla, pero que, para evitar el escándalo, presuntamente el jugador sólo fue sacado de esa casa.
A finales de 2022 los padres de los cuatro adolescentes afectados acudieron a la FGEP a denunciar a Xavier Alexander. El 12 de enero, en rueda de prensa, el fiscal confirmó que las víctimas eran jugadores de futbol, y medios locales, como el portal Página Negra, revelaron que eran integrantes de las fuerzas básicas del Puebla.
Ese mismo día el club camotero emitió un comunicado en el que negó “categóricamente” que exista o haya existido “vínculo laboral o personal” con ese individuo. Reconoció tener conocimiento de lo ocurrido y sostuvo que había brindado acompañamiento a las víctimas y a sus familiares.
Posterior a esto, Página Negra publicó la foto oficial del cuerpo directivo y de los jugadores de las selecciones de las Fuerzas Básicas del Puebla tomada el 4 de noviembre de 2022. Ahí estaba Xavier Alexander N.
También Grada, un portal especializado en deportes, evidenció con fotografías que el detenido participó en las visorías que el equipo camotero realizó el año pasado en Orizaba.
Vega Francis emitió su propio comunicado en el que negó “categóricamente” haber encubierto al presunto violador.
Como una contradicción más del club se tomaron las declaraciones que hizo el fiscal el 26 de enero, cuando aclaró que fueron los parientes de los niños los que denunciaron los hechos y no la directiva del club, como lo divulgó el equipo en una nota que se publicó en Récord.
Proceso pidió a la directiva del Puebla una aclaración en torno a esto, pero respondieron que no emitirán otra postura adicional a la del 12 de enero.
De manera extraoficial, uno de los directivos insistió a este semanario que la aparición de Xavier Alexander en la foto oficial de las Fuerzas Básicas fue “circunstancial”.
“Esta persona nunca fue visor del Puebla. Se ostentaba como tal, sí, eso lo sabemos ahora, como igual decía ser representante de la UNICEF y no lo era”, recalcó. El servicio de pensión brindado por este sujeto, afirmó, era un trato entre particulares, en el cual el equipo no participaba.
El directivo pidió no ser identificado, pero reveló que el club ha acompañado a los familiares y a las víctimas, tanto así que los niños aún entrenan en las fuerzas básicas y no han presentado ninguna denuncia contra el equipo.
Dijo que la directiva camotera ha gastado más de 700 mil pesos en pagar la asesoría legal para las familias denunciantes, así como en terapias psicológicas y el hospedaje en un hotel para los niños y sus padres.
El representante reconoció la necesidad de que el tema se ponga en la mesa de la Liga Mx, a fin de que se tomen medidas que prevengan ese tipo de casos, donde se abusa de las ilusiones de los niños y sus padres.
Entre 2021 y 2022, Xavier Alexander N., firmó convenios con el Colegio de Desarrollo Integral Multidisciplinario de Futbol (Codimfut) del equipo Gigantes de Orizaba para que los jugadores llevaran en sus uniformes el logotipo del UNICEF, que entregó medallas y reconocimientos a nombre de la ONU al ahora exalcalde de Orizaba Igor Rojí López y al actual edil de esa ciudad, Manuel Diez Franco.
Nunca actuó en la clandestinidad. En actos públicos, que fueron divulgados en los medios de comunicación de Orizaba, el ahora detenido incluso nombró “embajadores de la UNICEF” a niños futbolistas.
En entrevistas con medios electrónicos, el presunto pedófilo se identificaba como “director de asuntos internacionales” de la ONU. Un representante del ayuntamiento dijo que “habían sido sorprendidos” porque ese hombre usaba promocionales, documentación membretada, lonas y hasta medallas con el logotipo del ente internacional.
A solicitud de medios locales, UNICEF emitió un comunicado en el que, como lo hizo el Puebla, se deslindó del sujeto y de sus actividades ilícitas.
La reportera insistió ante UNICEF-México sobre el hecho de que en dos años no se había percatado de que esta persona usaba de manera fraudulenta sus logotipos. En respuesta, Soraya Bermejo, jefa de Comunicación de esa oficina de la ONU en México, volvió a enviar el comunicado que entregó días antes a un medio poblano:
“La UNICEF tiene conocimiento de la detención de una persona acusada de abuso sexual de cuatro menores de edad que presuntamente se hacía pasar por empleado de la organización y utilizaba fraudulentamente el logo de ésta. UNICEF está en contacto con las autoridades pertinentes y respondiendo a sus solicitudes de información en torno al caso”, dice el mensaje.
La captura
El 9 de enero Juan, Pedro y Saúl estaban en la casa que, según han dicho, era habitada por 18 futbolistas, de los cuales siete eran veracruzanos. La mayoría de los deportistas aún no volvían de las vacaciones decembrinas, pues el club –que ya sabía de las denuncias– había retrasado el regreso a los entrenamientos.
Tras el cateo, Juan huyó y regresó a su pueblo, mientras que los hermanos fueron puestos a disposición del Sistema DIF estatal. Los jóvenes afirmaron ante personal de esa institución que, al igual que a Juan, conocieron a Xavier Alexander N., hace unos seis años, cuando ingresaron a la Casa-hogar para Niños Desamparados Plaza la Concordia, AC.
Según ellos, Xavier Alexander participaba como voluntario en el albergue, lo veían en entrenamientos de futbol y ahí fue donde les ofreció introducirlos al deporte profesional.
Sin embargo, un directivo de esa institución entrevistado por Proceso negó que haya sido en esa casa-hogar, que tiene 53 años operando, donde el ahora detenido captó a los menores. Tras pedir que no se publique su nombre, reconoce que Xavier Alexander N., quiso ser parte del voluntariado del albergue, pero asegura que lo rechazaron.
Sostuvo que el centro de asistencia cuenta con cartas firmadas de que entregaron la custodia de los menores a sus familiares. “Lo que lamentablemente pasó después de eso fue responsabilidad de los padres, no de esta institución”.
Los parientes, por su parte, aseguran que pidieron salir de la casa-hogar porque los adolescentes ya tenían acordado con Xavi que vendrían a Puebla, lo cual apenas acababan de concretar a finales de 2022.
La madre de los hermanos dice que no fue sino hasta el 13 de enero cuando una autoridad de su pueblo vio una nota en Facebook que ella se enteró de la detención del reclutador que ofreció a sus hijos convertirlos en futbolistas.
Sin ser citada por el DIF ni por la FGEP, la mujer viajó a esta ciudad en busca de los muchachos. Pudo hablar con ellos hasta el 30 de enero, tres semanas después de que los adolescentes fueron asegurados. Durante ese tiempo la autoridad poblana mantuvo a los menores incomunicados.
Hasta el cierre de esta edición los hermanos no han sido reincorporados a su núcleo familiar. A su madre le dijeron que “están en cuarentena” por el covid-19.