Después de la captura de Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, se recrudecen en Sonora los enfrentamientos entre su grupo delictivo, La Chapiza, y el conocido como La Plaza. El puerto y la zona conurbada de Guaymas y Cajeme son claves para la recepción y el envío de embarques de droga, principalmente fentanilo, a Estados Unidos. El resultado: en varias ciudades del estado se elevó considerablemente el número de homicidios.

HERMOSILLO, SON. (Proceso).— Mientras los límites con Sinaloa se encuentran vigilados por elementos de la Marina y la 45 Zona Militar tras la captura de Ovidio Guzmán, la Secretaría de Seguridad Pública en Sonora mantiene una guerra contra el crimen organizado en toda la región sur del estado, hasta ahora infructuosa pese al reforzamiento militar y los recursos destinados.

El motivo es claro: hay un camino trazado para el tráfico de sustancias, particularmente precursores químicos, que parte del puerto de Guaymas, el cual tuvo un incremento sostenido de asesinatos en 2022, lo que ha sido reconocido por el morenista Alfonso Durazo Montaño, exsecretario de Seguridad federal y actual gobernador del estado.

Durante el operativo para la captura de Ovidio Guzmán, alias El Ratón, el pasado jueves 5, los incendios de camiones de carga se registraron en toda la entidad y llegaron hasta la carretera 15, a la altura del aeropuerto de Ciudad Obregón, lo que obligó al presidente municipal de esta demarcación, Javier Lamarque, a pedir a la población que mantuviera la calma.

Ese día pasaron un par de horas para que los efectivos de la Guardia Nacional resguardaran dicho aeropuerto, luego de que se anunciara la suspensión temporal de operaciones por parte de Aeroméxico.

Un mes antes, el 8 de diciembre de 2022, en Ciudad Obregón se visibilizó la lucha entre el grupo criminal denominado La Chapiza, proveniente de Sinaloa, y La Plaza, cuando se hallaron tres cuerpos desmembrados en una banqueta de la calle Galeana, a un costado del estadio Tomás Oroz Gaytán.

Sobre los restos se colocaron dos gorras con las iniciales JGL, una tercera con una corona dorada e iniciales en negro, y a los lados había dos pizzas de pepperoni.

En la brutal escena también se encontraron dos mensajes firmados por La Plaza, donde se amenaza a “la Chapiza Salazar” por entrar en Obregón, los tildan de secuestradores y de recibir ayuda de la policía municipal.

Mientras tanto, se incrementan los homicidios dolosos en la zona conurbada de Guaymas, Empalme y Ciudad Obregón.

Este texto es un adelanto del reportaje publicado en el número 2413 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 29 de enero de 2023.