Economía

Comprar por pieza o medios kilos, los estragos de la inflación

Analistas económicos y la alianza de pequeños comerciantes califican como una carta de buenas intenciones el plan de la 4T para frenar la inflación. Se ha visto rebasado y cuestionan que “no ha habido un programa que dinamice la microeconomía, que fortalezca el consumo local.
viernes, 30 de septiembre de 2022 · 06:25

Analistas económicos y la alianza de pequeños comerciantes califican como una carta de buenas intenciones el plan de la 4T para frenar la inflación. Se ha visto rebasado y cuestionan que “no ha habido un programa que dinamice la microeconomía, que fortalezca el consumo local y que eleve el poder de compra de la gente”; también lamentan que se carezca de “un programa focalizado que vaya dirigido a la población que está en pobreza extrema”. Por si fuera poco, los pequeños comerciantes recuerdan: la inseguridad también causa inflación; continúa la extorsión en puntos de venta “y el cobro de piso es otro impuesto”.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- A casi medio año de su lanzamiento por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el Paquete contra la Inflación y Carestía (Pacic) fue rebasado por el alza de precios generalizada, que afectó a los productos incluidos dentro del mismo programa.

Y no sólo eso, la inflación, que en los primeros 15 días de septiembre ascendió a una tasa anual de 8.76%, ya merma los bolsillos de los mexicanos, quienes destinan la mayor parte de su gasto en alimentos; y, ante el aumento de éstos, su consumo se ha vuelto más precario.

“El Pacic se quedó en una carta de buenas intenciones. Hay precariedad alimenticia, se han ido abandonado marcas, se ha ido al granel, y lo más doloroso: a cancelar consumos por falta de solvencia”, advierte en entrevista el presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera.

De acuerdo con el dirigente de la organización, que agrupa a más de 280 mil pequeños comerciantes en todo el territorio nacional, deben de incorporarse políticas públicas del gobierno de manera efectiva. Sin embargo, no se han hecho.

No ha habido un programa que dinamice la microeconomía, los pequeños comercios, que fortalezca el consumo local, que eleve el poder de compra de la gente”, agrega.

De acuerdo con el colectivo México ¿cómo vamos?, que reúne a analistas en materia económica, en términos presupuestales los recursos destinados al Pacic se concentran principalmente en el subsidio a las gasolinas, el cual beneficia en mayor medida a los hogares de mayores ingresos, que, si bien tiene un impacto en la inflación general observada, no existe evidencia de que tengan un impacto en la contención del precio de los alimentos.

De acuerdo con esta organización, cuando se habla de evaluación de programas es importante considerar un escenario contrafactual; en este caso dicho escenario se configura mediante la siguiente pregunta: ¿cuál sería la inflación observada en ausencia del Pacic?

La respuesta oficial la dio la Secretaría de Hacienda en los Criterios Generales de Política Económica 2023, entregados al Congreso de la Unión el jueves 8, como parte del Paquete Económico para el siguiente año.

“El acuerdo con productores y distribuidores ha logrado evitar 7.5 puntos porcentuales de mayor inflación en los 24 productos de la canasta básica Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor) entre la segunda semana de agosto y la primera semana de mayo cuando se dio el acuerdo”, aseguró la dependencia encabezada por Rogelio Ramírez de la O.

Asimismo, al contabilizar los efectos directos e indirectos, los estímulos a los combustibles evitaron que la inflación alcanzara hasta 14% en junio, como resultado de la política de no permitir incrementos en el precio de los combustibles más allá del nivel de inflación.

Sin dichos estímulos, detalló Hacienda, el salario real en promedio en junio habría sido 12% menor al observado a junio, y menor 5.7% en promedio para 2022.

El Pacic incluyó 24 productos que son: aceite, arroz, atún, azúcar, carne de cerdo, carne de pollo, carne de res, cebolla, chile fresco, frijol, huevo, jabón de tocador, jitomate, leche, limón, manzana, naranja, pan de caja, papa, papel higiénico, pasta para sopa, sardina, tortilla de maíz y zanahoria.

Y fue firmado por productores y compañías agroindustriales, como Grupo Porres, Grupo La Moderna, Grupo Viz Sukarne, Pilgrim’s, Pinsa-Maz Sardina, Opormex, Bachoco, Grupo Lala, Alpura, Maseca, Bimbo, Kimberly Clark, Schettino Hermanos, Maratún, Ragasa y Valle Verde.

Además de tiendas de autoservicio y cadenas distribuidoras, como Walmart de México, la ANTAD, Soriana, Chedraui, Casa Ley, La Comer, Super Willys, Merza, HEB, Grupo S-Mart y Super del Norte.

“Nosotros seguimos un monitoreo de la canasta Pacic, que son 24 productos, y vemos que muchos de los alimentos van subiendo de una manera importante. Aquí tenemos un ejemplo, el huevo, que trae una variación anual de 35%; luego tenemos productos de despensa, como el aceite vegetal, que presenta una variación anual de 26%, muy superior a la inflación general”, señala a este semanario la coordinadora de análisis económico de México ¿cómo vamos?, Adriana García.

De acuerdo con el seguimiento de la canasta básica Pacic, que le da el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), del 30 de abril al 16 de septiembre en la Ciudad de México los precios se incrementaron 10.4%, reportando un alza en 17 productos:

La cebolla, 50.8%; el jitomate, 26.5%; la naranja valencia, 166%; la papa, 101%; el papel higiénico, 24.6%; el frijol negro, 2.6%; el frijol pinto, 12.7%; el aceite vegetal, 14%; el pan de caja, 2.8%; la tortilla de maíz adquirida en tortillerías, 4.4%; la chuleta, 20.5%, y el huevo, 11.2%.

A relanzar el Pacic

El mismo presidente, Andrés Manuel López Obrador, reconoció que el Pacic ha quedado rebasado. El miércoles 21, en su conferencia matutina, dijo que buscará que “logremos un compromiso de no aumento de precios y, si se puede, bajar precios en 24 productos básicos”.

Además, el mandatario ofreció entregar fertilizantes de manera gratuita “para impulsar el autoconsumo y la autosuficiencia alimentaria”.

Ese mismo día tuvo una reunión con empresarios de Minsa y Maseca, quienes se comprometieron, según López Obrador, a no subir el precio en la harina del maíz de aquí a febrero.

Rivera, presidente de la Anpec, criticó la estrategia del gobierno: “Es como tratar de agarrar el agua con las manos, el portafolio de productos es enorme, en cada región hay una realidad de consumo diferenciada, de tal manera que abordar esta problemática de atemperar los precios de 24 productos es un reto difícil de cumplir”.

Abunda en entrevista:

No sólo son los precios, son los problemas alrededor de ellos, como la inseguridad, que también genera mayor inflación, hay un doble peaje con la delincuencia, hay extorsión en los puntos de venta, es el cobro de piso otro impuesto a los productos”.

El líder de los comerciantes va más allá y señala que la situación del campo también es otra causa de alza de precios, “somos dependientes de la importación de granos, al cual hay que agregarle el tema de las sequías y fenómenos naturales. Además de lo anterior, el salario continúa siendo muy bajo, la inflación se comió esos aumentos”.

El aumento de los precios y la falta de claridad y fuerza del Pacic ha llevado a un estado de precariedad a las familias mexicanas, así lo expone la 17 Encuesta: Inflación y desabasto, elaborada por la Anpec, la cual arroja que de octubre de 2021 a julio del presente año ha habido un cambio en los hábitos de consumo de los mexicanos.

 Es decir, se ha pasado a un consumo diario de lo esencial, buscando lograr una racionalización del mismo, cancelando compra de otros productos, alejándose de las marcas de su preferencia y tendiendo a la compra genérica y a granel. 

En pequeños comercios o en las llamadas tiendas de la esquina se observan los nuevos hábitos de consumo de la canasta básica: la tortilla se compra por medios kilos en lugar del kilogramo completo; el huevo, leche y tomate se adquiere por pieza; los embutidos o quesos por menos de medio kilo; carne, arroz, tortilla, frijol y azúcar ya se compra también por medio kilogramo.

De hecho, entre los asociados de la Anpec 71.67% observa que no alcanza para una canasta básica completa, 84% pide fiado y 76.27% ha notado reducción en la presentación de productos.

Otro dato que muestra la deprimida situación económica de los bolsillos de las familias es el Indicador de Consumo Big Data BBVA Research (ICBD BBVA Research), el cual reportó en agosto una caída real de 1.5%, respecto de julio, con cifras ajustadas por estacionalidad.

El ICB BBVA Research se construye a partir del gasto efectuado en terminales punto de venta de BBVA, tanto físicas como virtuales. Incluye las compras realizadas con tarjetas de crédito y débito.

Al interior de dicho indicador se registró una contracción del sector de bienes del orden de 2.3%, y de los servicios de entretenimiento el retroceso fue de 9.9%.

Proyección

Dentro del segmento de bienes, los dedicados al cuidado de la salud se desplomaron 4.9%, mientras que el sector de alimentos mostró nulo crecimiento con respecto del mes previo.

“La contracción del segmento de bienes es la mayor registrada desde diciembre de 2020, en un entorno de alta inflación y una política monetaria más restrictiva, en deterioro del poder adquisitivo de los hogares y su capacidad de endeudamiento”, advirtió el BBVA Research.

Por si fuera poco, el gasto en gasolina mostró una variación mensual de -2.6%, la mayor contracción desde enero de 2022.

BBVA anticipa una contracción del consumo privado en el tercer trimestre de 2022, además previó que la debilidad del consumo privado se extenderá hacia lo que resta del año y con mayor profundidad en 2023, en un contexto de mayores precios y altas tasas de interés.

La caída del poder adquisitivo por culpa de la inflación mermó también el ánimo de los consumidores mexicanos,

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) reportó una disminución mensual de 0.4 puntos, su cuarta caída consecutiva, lo que lo colocó en 40.9 puntos, también el nivel más bajo no visto desde marzo de 2021. Dicho sea de paso, esa cifra se encuentra dentro del umbral de pesimismo.

Para la coordinadora de Análisis Económico de México ¿cómo vamos?, Adriana García, se requiere un programa focalizado, además del Pacic, que vaya dirigido, principalmente, a la población que está en pobreza extrema, la cual se calcula en 10.8 millones de personas al año 2020, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

“En ese sentido, se necesita no sólo un Pacic, sino un programa social focalizado. El problema es que esta administración, los programas focalizados, al parecer no son de su agrado.

“En el proyecto de Presupuesto de Egresos para el próximo año se contemplan incrementos muy importantes a programas universales, como la pensión de adultos mayores, pero no vemos que se incluya en específico un programa de corto plazo para atender a las familias más vulnerables”, explica García a Proceso

Reportaje publicado en la edición 2395 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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