José Alfredo Jiménez
Libro del José Alfredo Jiménez literario, por su hija
"Cuando te hablen de amor y de ilusiones", verso con el que su padre arranca "Un mundo raro", brinda título al análisis de la obra letrística del compositor guanajuatense, desarrollada por su querida hija Paloma Jiménez.Cuando te hablen de amor y de ilusiones, verso con que su padre arranca la canción ranchera “Un mundo raro”, brinda título al análisis de la obra letrística del compositor guanajuatense, desarrollada por su querida hija Paloma Jiménez como tesis para obtener el doctorado en letras modernas por la Universidad Iberoamericana. Entrevistada durante la Feria Nacional del Libro de León, ofrece un acercamiento a este volumen con 295 páginas y prólogo de Juan Villoro, publicado ya en Ediciones La Rana.
LEÓN, Gto. (Proceso).– El cantautor mexicano José Alfredo Jiménez falleció a los 47 años en 1973, dejando alrededor de 300 canciones que hoy son emblema de su amor a México.
Paloma, doctora en letras modernas e hija querida del llamado Hijo del pueblo (título de uno de sus temas más sonados), desde hace años poseía la inquietud de analizar las canciones de su padre. Finalmente, tras ocho de estudio y a través del método interpretativo de la hermenéutica, ella logró el libro Cuando te hablen de amor y de ilusiones.
Este volumen, publicado por Ediciones La Rana con prólogo de Juan Villoro, se presentó en la 33 edición de la Feria Nacional del Libro de León (Fenal), evento que regresó totalmente en físico al Poliforum León. Aquí, Paloma Jiménez Gálvez (DF, 1954) confiesa a Proceso que no le fue fácil el estudio que emprendió en torno a las melodías de su progenitor, nacido en Dolores Hidalgo, Guanajuato, en 1926:
“Tuve que desprenderme de la figura paterna y darle al análisis una visión no parcial, sino fundamentada en diferentes temas que me interesaban tratar, lo básico era partir de un proyecto que de alguna manera me permitiera abarcar la mayor parte de las letras. Si habláramos de las metáforas, quizá podía yo estar muy limitada; pero me basé en el sujeto lírico y su cosmovisión para tratar de ver rostros de José Alfredo desde diferentes ángulos.”
Paloma cuenta que el ejemplar de 295 páginas es una tesis que presentó en la Universidad Iberoamericana:
“Todo lo que está ahí fue una indagación que efectué a lo largo de ocho años al hacer la maestría y el doctorado. No se trata de efectuar una apología de las canciones de mi padre porque no es necesario, ya que el aval del tiempo lo ha legitimado. Ese reconocimiento implícito y explícito fue la plataforma desde la cual desplegué algunas ideas del filósofo polaco Román Witold Ingarden, uno de los pilares de la teoría literaria contemporánea, para comprender de manera más cabal las obras musicales de José Alfredo.”
Desde que Paloma terminó su licenciatura en la Universidad del Claustro de Sor Juana, en 1985, buscaba la manera de realizar un proyecto con las letras de su papá.
Argumenta que la canción popular está ligada a la literatura, “en particular por los íntimos nexos que mantiene con la poesía, y es difícil separarla de manifestaciones literarias tan venerables como el romance medieval y el romanticismo del siglo XIX”.
Actual presidenta de la Casa Museo José Alfredo Jiménez en la tierra natal del compositor, expresa:
“Deseo que a través de estas líneas el lector sienta, capte, como yo lo hice, ese mundo de José Alfredo Jiménez, pues su cosmovisión aparece en casi todas sus canciones, a veces con cierta discreción, mientras que en otras irrumpe con violencia y sin temor. En la lírica popular mexicana asoman rasgos de las vetas de sus orígenes.”
En “Un mundo raro” escuchamos:
Y si quieren saber de mi pasado/ es preciso decir otra mentira:/ les diré que llegué de un mundo raro,/ que no sé del dolor,/ que triunfé en el amor/ y que nunca he llorado.
Atrapar al oyente
Cuando te hablen de amor y de ilusiones es un estudio donde la autora ofrece capítulos como La canción ranchera en sus géneros, hablando de los corridos, el huapango y las piezas bravías que compuso José Alfredo.
Análisis lírico contiene los subtítulos:
Cuando lloran los hombres: cuentos de desamor, Amanecí en tus brazos: erotismo y delirio, Me cansé de rogarles: la imagen de la mujer, El camino de la noche: historias de serenata, El mundo en una cantina: cofradía del dolor, Ando borracho: liberación y éxtasis, y Arrullo de Dios: el mundo sagrado.
A Paloma le turbaba saber qué tanto más podrían englobar las melodías:
“Mi padre abordó muchos tópicos, uno de los más amplios es la mujer, le cantó prácticamente en cada canción, pero no se refiere a una sola. La que queda más plasmada, no con insultos, es la ingrata. ¿Cómo la ingrata puede traicionar al poeta?, ¿de qué manera lo ofende?, ¿de qué manera se va?, ¿por qué el poeta tiene que rogarle?, ¿por qué está la cantina para llorarla? Todos estos hilos te van llevando a descubrir que hay muchos rostros dentro de las canciones, pero en esos mismos rostros puedo encontrar otros y otros más. Igual incluye a la divina. Entonces traté de dividir el libro en esos rostros que me llamaban más la atención o que estaban determinando de alguna manera la obra completa.”
Paloma atestigua los momentos en los que escribía José Alfredo:
“Tengo la posibilidad de ser también testigo de la historia con eso de que en algún momento dado, como lo decía al principio, me sentí un poco frenada por la imagen paterna; lo abordo desde afuera, pero también tengo la posibilidad de hacerlo desde adentro. Entonces tengo un doble juego dentro del desarrollo del proyecto. Es agradable que en la Universidad Iberoamericana y en la especialidad de letras modernas, los profesores están muy abiertos a que uno tome temas distintos.”
Descubrió a Luis Humberto Crosthwaite, quien escribe básicamente de la frontera pues es de Tijuana, autor de la novela Idos de la mente, donde sus personajes son el cantante Cornelio Reina y su dueto.
“Es un texto divertido, pero posee su parte trágica, y ahí pone que la frontera la protege José Alfredo de alguna manera, porque es como el santo patrón. Entonces hay que rezarle para que nos vaya bien en la frontera.”
Así, con su profesora Silvia Ruiz Otero, especializada en análisis hermenéutico (“un método de investigación para hacer las cosas desde el símbolo, desde la obra literaria”), avanzó (“desmembrando todo, pero luego tienes que unirlo y llegar al centro para que entiendas qué pasa con esas letras”) y aclara:
“Es verdad que tú no puedes tomar tan fácilmente distancia de un ser tan próximo, afortunadamente hay todo un aparato teórico que me sostuvo. Entonces me podía salir del análisis literario para contar otras cosas.”
Por ejemplo, narra que de las 300 melodías desmenuzadas, sólo 50 se refieren a la borrachera, la parranda y las bebidas alcohólicas. Y que su padre consideraba que la primera oración de una canción debía “atrapar al oyente a través de versos tajantes y sorpresivos”. Paloma comparte que la visión del mundo de José Alfredo se expresa a través del propio creador, porque él ha cantado sus pasiones y sus versos trascriben lo mundano, son datos sensibles que proyectan a lo largo de la obra una cosmovisión: el dolor, el amor, el placer y la angustia del mundo:
“Este último sentimiento aparece de modo constante y reiterado en las distintas etapas del poeta. El mundo es a veces cruel y a él venimos a sufrir, pero también a vivir intensamente.”
Noches mexicanas
Asimismo, la noche es uno de los símbolos que el cantautor exploró intensamente, agrega su hija:
“La noche es el espacio donde se sintió como pez en el agua. La noche es muy recurrente en casi todos los poetas, porque el pensamiento necesita el silencio y la creación también. Igual la noche es como la fiesta, la parranda y la serenata.”
Recuerda en el libro la canción “En el camino de la noche”:
Me voy por el camino de la noche/ dejando que me alumbren las estrellas,/ me voy por el camino de la noche/ porque las sombras son mis compañeras.
En la bella “Cuando sale la luna”, reafirma esa idea:
Deja que saga la luna,/ deja que se meta el sol,/ deja que llegue la noche/ pa’que empiece nuestro amor.// Deja que las estrellitas/ me llenen de inspiración/para decirte cositas/ muy bonitas, corazón…
“Pude haber hecho todo un análisis de los aspectos autobiográficos, pero no era la intención. La intención era ir más allá para poder detectar todas las figuras poéticas y todo ese entorno que envuelve el mundo literario. Un sujeto lírico tiene diferentes maneras de presentarse. En el corrido generalmente es un testigo el que narra la historia, y ese narrador parece mucho más distante que el yo lírico que se presenta en una serenata.
“La mayor parte de su legado ha quedado inscrito dentro de lo que denominamos canción tradicional ranchera. Su obra es muy amplia, comprende todos los tópicos y abarca la mayor parte de los géneros de la canción mexicana, ya que escribió boleros, valses y baladas rancheras.”
Como menciona Juan Villoro que decía Carlos Monsiváis, “no hay cómo envejecer a José Alfredo”; ella añade: “como que cada día se escucha más joven porque sus melodías poseen la cualidad de ser adaptadas a todo tipo de voz”.
Al informar que su hermano, también llamado José Alfredo –fallecido a los 63 años el 29 de septiembre pasado– firmó hace varios años el contrato para crear la película y la serie, confirma que HBO preparará ésta, Un mundo raro, inspirada en su vida y música, escrita y producida por Carlos Algara con Warner Media Latin América y Elefantec Global. Llamada igual que su madre, Paloma Jiménez Gálvez finaliza:
“El principal productor, quien vive en Miami, ya me escribió que piensa venir a México para organizar una reunión.”