Fernanda Zarur

La pintura antropocénica de Fernando Zarur

El artista se ha inspirado en las ideas de la antropóloga Ana L. Tsing, quien, en el contexto de sus estudios del antropoceno –era geológica actual en la que las actividades humanas han impactado el ecosistema terrestre–, propone desarrollar estrategias de supervivencia.
domingo, 29 de mayo de 2022 · 12:47

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Con una sugerente narrativa y una espléndida pictoricidad, el joven artista Fernando Zarur presenta, hasta el próximo sábado 28 de mayo, su exposición Simbiontes en la galería Proyectos Monclova, en la Ciudad de México.

El artista se ha inspirado en las ideas de la antropóloga Ana L. Tsing, quien, en el contexto de sus estudios del antropoceno –era geológica actual en la que las actividades humanas han impactado el ecosistema terrestre–, propone desarrollar estrategias de supervivencia aprendiendo a vivir en la inestabilidad, estableciendo alianzas con  plantas, animales y microorganismos. Así, Zarur ha construido un lenguaje de gran potencia pictórica en el que revive de manera fantástica la naturaleza agotada de su entorno.

Habitante del municipio de El Oro, Estado de México, Zarur ha caminado disfrutando sus bosques y hurgado en los árboles con la ansiedad de encontrar a un familiar desaparecido. Conocedor también del daño que ha causado la minería en los sembradíos de aguacate y de la precariedad en la que viven pequeñas comunidades por la explotación irresponsable de sus recursos naturales, el artista nacido en 1991 en Toluca ha desarrollado una propuesta basada en la simbiosis tensión creativa de la pintura-tensión medioambiental.

Consideradas ambas como horizontes complejos en constante conflicto,  al transfigurarse en simbiontes se nutren y equilibran, reorganizando la devastación en fragmentos y manchas de distintas texturas que, entre atractivas atmósferas y transiciones cromáticas, albergan fusiones simbióticas de animales, plantas y algunos híbridos que recuerdan la tipología de los cyborgs.

Concebidas erróneamente como un tipo distinto de paisaje, las obras de Fernando Zarur no plantean escenarios, se concentran en la presentación de naturalezas ficticias de notorio protagonismo. Ya sean con volúmenes grandes o pequeños, sus composiciones contienen organismos luminosos, vitales y en constante movimiento que, como esos hongos que menciona Anna L. Tsing, saben prosperar en entornos devastados.

En sus pinturas, desde las pequeñas hasta las de gran formato, los humanoides y animales conviven entre las manchas y texturas de ese frondoso y abigarrado entorno natural que, ya sea con colores vibrantes o sutiles, oscila entre lo mítico y la ciencia ficción. Y aunque en la resolución de los humanoides su obra puede recordar a ese simbionte extraterrestre ochentero denominado Venom, el artista enfatiza que no hay relación porque su narrativa no es ficticia, se basa en los efectos de una devastación ecológica y económica que ha provocado que las comunidades protejan su territorio con enramadas y utilicen pencas de maguey deshidratadas para construir sus casas.

La perspectiva de transfigurar el deterioro en vida se presenta a través de cuatro series temáticas: Etnografías erráticas, en las que se “reconocen” especies vegetales características de la zona de El Oro; Alianza animal, en la cual lechuzas y gatos se mimetizan con el entorno; Ensamblajes radicales, que sobresale por la belleza de caprichosas figuras inspiradas en líquenes; y un conjunto sin título que remite a “paisajes pegados al piso” –como señala el artista– de poblados con menos de 400 habitantes pertenecientes al municipio de El Oro.

Un aspecto importante de la presencia de Fernando Zarur en Proyectos Monclova es el programa y vocación de la galería. Interesados en incluir a “nuevos talentos”, sus directores Polina Strogonova y Teófilo Cohen han tenido el acierto de alternar firmas consagradas –Helen Escobedo– y de reconocida trayectoria media –Gabriel de la Mora– con artistas jóvenes que sustentan su pintura en una elegante crítica social, como Néstor Jiménez (1988, CDMX).

Reportaje publicado el 22 de mayo en la edición 2377 de la revista Proceso cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

Comentarios