El doctor Xavier Tello, especialista en políticas de salud, advierte sobre los riesgos de aplicar en México la vacuna Abdala, patentada en Cuba. Apunta que, como no existen ensayos de su aplicación ni aval de las revistas científicas internacionales, es posible que el biológico simplemente no funcione, con lo cual millones de niños quedarían desprotegidos. Y añade: “Creer en la efectividad de Abdala constituye un verdadero acto de fe”. 

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de importar la vacuna cubana Abdala contra el covid-19 para aplicarla a menores de edad en México, está generando protestas en el gremio de la salud, donde advierten que la principal desventaja de ese biológico es que no ha demostrado su efectividad, de ahí que su compra resulte innecesaria. 

Aunque el gobierno cubano ya la aplica en la isla, precisan que Abdala no tiene el aval de la comunidad científica internacional en cuestión de “eficacia” y “seguridad”, por lo que existe un alto riesgo de que simplemente no funcione y entonces millones de niños mexicanos se queden sin protección.

Xavier Tello, especialista en políticas de salud, lanza la alerta: “De aplicarse aquí la vacuna Abdala, corremos el peligro de que no funcione, y con esto dejaremos desprotegidos a los millones de niños a quienes se les planea aplicar. El mayor peligro de cualquier vacuna es que no funcione.

“Hasta el momento no existe información clínica que demuestre la eficacia y la seguridad de esa vacuna. Y eso debe estar perfectamente documentado. Pero el gobierno cubano no quiere que su biológico lo revise la comunidad científica internacional, para dejarlo asentado en revistas especializadas. ¡No hay nada de eso!” 

–Pero el gobierno de Cuba afirma que su vacuna tiene 92.2% de efectividad… 

–Puede decir lo que quiera, que tiene hasta el 100% de efectividad. ¡Maravilloso! Pues entonces que la someta a revisión científica de los pares internacionales. Pero no lo hace. El Ministerio de Salud cubano se dio su propia autorización para usar Abdala. Dice tener sus resultados de eficacia, con los que intentan convencer a los países que, como México, se interesan por el biológico. 

“Tal vez Cuba no quiere que examinen su vacuna porque es muy mala, o bien por una cuestión política relacionada con su negativa a someterse al imperialismo de las revistas científicas y cosas de esas. No lo sé. De manera que creer en la efectividad de Abdala constituye un verdadero acto de fe”.

Este texto es un adelanto del reportaje publicado en el número 2377 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 22 de mayo de 2022.