Alejandro Gertz Manero
Audios revelan mano negra del fiscal Gertz
La serie de conversaciones telefónicas sostenidas por el fiscal con Juan Ramos López, su hombre de confianza, a quien nombró fiscal de Control Competencial de la FGR, evidencian la estrategia de Gertz Manero para impedir que los ministros apoyen el proyecto del ministro Alberto Pérez.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Con un paso polémico como fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero ahora fue objeto de espionaje al difundirse –el viernes 4– cuatro llamadas telefónicas que revelan su intervención ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación para buscar una resolución en su favor en el caso que impulsa contra la expareja y la exhijastra de su hermano Federico, a quienes acusa de haberlo asesinado.
La serie de conversaciones telefónicas sostenidas por el fiscal con Juan Ramos López, su hombre de confianza, a quien nombró fiscal de Control Competencial de la Fiscalía General de la República (FGR), evidencian la estrategia de Gertz Manero para impedir que los ministros apoyen el proyecto del ministro Alberto Pérez Dayán, quien, asegura, no cumplió con lo acordado y pretende dejar en libertad a Alejandra Cuevas, hija de la expareja de su hermano.
Según Gertz, su excuñada, Laura Morán, y la hija de ésta, Alejandra Cuevas, de 69 años y presa desde octubre de 2020, propiciaron la muerte de su hermano por negligencia.
–(Pérez Dayán) le está poniendo al magistrado de la Ciudad de México el pastel para que él la suelte. No le puso ningún tipo de protección a la víctima (él mismo) –dice en una de las llamadas.
–No. No le puso lo que dijo que iba a ponerle –le contesta Ramos.
–No –afirma Gertz.
–Según él, iba a poner que sí es delito, que sí tiene que ver lo de la participación y no lo de la complicidad… –señala Ramos.
En otra de las llamadas Gertz pone en evidencia que tiene trato con el presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, así como con otros ministros que, supuestamente, impedirán que el proyecto de Pérez Dayán sea aprobado, debido a que no va de acuerdo con su criterio. Está previsto que el caso sea analizado en la Corte el próximo lunes 14.
–La idea sería que yo el viernes se lo mande al presidente de la Corte, ya a nuestro criterio, y ya no vuelvo a hablar… –dice Gertz.
–Sí, no, ya no –le dice Ramos.
–Yo le mando esto al presidente de la Corte… Con que yo tenga dos o tres (ministros) que le digan (a Pérez Dayán): no, no papacito, espérate tantito… ¡se para eh! –afirma Gertz.
–Si no lo sesionan, eso sí –confirma Ramos.
–Entonces, sí se le pueden poner las cosas de la chingada. Le valió madres, eh –dice Gertz molesto.
–Sí, juega muchas cartas (…) Y dos caras, porque dice una cosa y hace otra –agrega Ramos.
–Fíjese que el propio presidente de la Corte le tenía una desconfianza del carajo, cuando yo le dije fíjate que se ha portado bien y que esto y que lo otro… Me dijo, qué bueno –le comenta Gertz.
–Siempre encontramos una bola de cabrones así –señala Ramos.
“Es un delito”
Consultados sobre la difusión de estas grabaciones de la cuenta del usuario “Psicoanálisis” en YouTube, voceros de la FGR aseguraron que “la intervención de comunicaciones es un delito”.
Los cuatro videos subidos el jueves 3 están acompañados de un texto: “El contenido de este correo va a cimbrar al país, al sistema de justicia, constituye una prueba fehaciente y fidedigna de que el titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero, así como el fiscal de Control Competencial, Juan Ramos, están operando ilegalmente y traficando influencias con los ministros de la Suprema Corte para darle la vuelta al proyecto de resolución que empezó a circular este lunes, para sesionarse el próximo 14 de marzo en el caso de Alejandra Cuevas. Es urgente que tomen cartas en el asunto”.
Esta evidencia que la FGR calificó de “ilegal” se suma a la controversia generada por el fiscal desde 2015, precisamente por los litigios que tiene contra su familia política. Y más recientemente por la inconformidad que generó la decisión del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de otorgarle el grado de investigador nivel III del Sistema Nacional de Investigadores.
La polémica escaló porque para solicitar su inclusión al sistema nacional, fue denunciado públicamente por plagiar a dos autores en un libro sobre Guillermo Prieto que escribió en 1967.