Morena
Mario Delgado, el dirigente que cosecha impugnaciones
De cara a la elección de seis gobiernos estatales, el dirigente de Morena enfrenta las inconformidades cada vez más abiertas de sus correligionarios. Su partido está al borde de la fractura.En su segundo año como dirigente de Morena y de cara a la elección de seis gobiernos estatales, Mario Delgado Carrillo enfrenta las impugnaciones cada vez más abiertas de sus correligionarios. Su partido está al borde de la fractura por las inconformidades, lo mismo en Durango que en Aguascalientes; mientras en Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo los aspirantes afectados por los procesos de selección mediante encuestas opacas amenazan con salirse de Morena.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En su tercer día de campaña electoral, el 4 de abril de 2018, Andrés Manuel López Obrador apaciguó los ánimos de sus simpatizantes petistas que reclamaban la adopción como candidata de Marina Vitela, una priista de Gómez Palacio, Durango, a la que ni siquiera dejaron hablar. El entonces candidato presidencial llamó a la unidad en aras de la transformación. La multitud se serenó.
El pasado 29 de enero, a casi cuatro años, el episodio se repitió en la misma ciudad, aunque esta vez las diferencias surgieron en el seno del partido Morena, cuyo dirigente, Mario Delgado, no pudo controlar la inconformidad por la nominación inminente de Vitela al gobierno. Fue despedido en medio de un breve zafarrancho con los inconformes, que lanzaron objetos al vehículo en el que se transportaba, coreando consignas como “corrupto”, “vendido”, “traidor”.
Días después le fue peor. El viernes 4, en Aguascalientes, la presentación de Nora Ruvalcaba como precandidata única al gobierno de esa entidad terminó con abucheos y huevazos al dirigente nacional, en un contexto marcado por disputas internas.
Los dos episodios fueron la expresión pública de las inconformidades que la dirigencia de Mario Delgado enfrenta en las seis entidades federativas donde este año se elegirá gobernador, pues además de Aguascalientes y Durango, se han activado procesos de impugnación en Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo, entidades donde los aspirantes excluidos amagan en varios casos con la fractura del partido.
De por sí Morena se mantiene como el partido político más conflictivo, con 2 mil 22 casos pendientes de resolver en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), a los que se han agregado en los últimos tres meses los relacionados con las gubernaturas.
Sin embargo, es un caso ya resuelto por el TEPJF el que ha mantenido a Mario Delgado bajo presión: la renovación del padrón de militantes, cuyo plan fue impugnado por la secretaria de organización, Xóchitl Nashielly Zagal, con lo que la división alcanzó hasta el comité nacional desde noviembre, y sólo se frenó porque el proceso de afiliación debió suspenderse debido a las elecciones internas, la revocación de mandato y la elección de junio próximo.
El cúmulo de inconformidades detonó el lunes 7, cuando militantes agrupados en la Convención Nacional Morenista demandaron el cambio de dirigencia, reclamando, entre otras cosas, la “neoliberalización” del partido.