Coahuila
Coahuila: Una fractura públicamente expuesta
El lunes 12 los principales aspirantes de Morena para gobernar Coahuila sostuvieron una “encerrona” con el dirigente nacional Mario Delgado. Ahí, éste les informó de los resultados de la encuesta que dio como ganador a Armando Guadiana para convertirse en virtual candidato por ese partido.El lunes 12 los principales aspirantes de Morena para gobernar Coahuila sostuvieron una “encerrona” con el dirigente nacional Mario Delgado. Ahí, éste les informó de los resultados de la encuesta que dio como ganador a Armando Guadiana para convertirse en virtual candidato por ese partido. A Ricardo Mejía Berdeja no le gustaron los resultados, pero los “aceptó y firmó”. Tres horas después los desconoció. La fractura morenista quedó públicamente expuesta. La actitud del presidente López Obrador no abonó a cicatrizarla: conminó al subsecretario a aceptar la decisión, al tiempo que lo nombró representante en Coahuila para “temas sensibles”.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– El método de encuestas para seleccionar dirigentes y candidatos en el partido Morena dejó en Coahuila una percepción generalizada de incertidumbre luego de que el pasado lunes 12 la dirigencia nacional y sus comisiones de Encuestas y de Elecciones declararon ganador del ejercicio demoscópico al senador Armando Santana Guadiana Tijerina.
La decisión sobre quién asumirá la coordinación de los Comités de Defensa de la 4T y será eventual candidato a gobernador, coronó una disputa interna plena de rispideces y acusaciones cruzadas que se desbordaron a partir de junio, cuando el subsecretario de Seguridad federal, Ricardo Mejía Berdeja, irrumpió en el escenario político del norteño estado, pero fue ese lunes 12 cuando el conflicto estalló: Mejía Berdeja difundió un video en el que descalificó la encuesta, sus resultados y al propio senador.
Los chats de morenistas en Coahuila –que eran alentados por cercanos a Mejía Berdeja y a los que tuvo acceso el reportero– intercambiaban mensajes cargados de exabruptos contra Guadiana, el líder nacional de Morena Mario Delgado y el presidente Andres Manuel López Obrador. En redes sociales había llamados a promover la renuncia de Delgado y exigir una votación directa en urnas para elegir al candidato.
Tras su mensaje, el propio subsecretario promovió el hashtag #YoSiConozcoaRicardoMejía, una expresión alusiva al tercer lugar en el que lo dejaron los levantamientos demoscópicos contratados por Morena con las casas Covarrubias y Asociados y Mendoza-Blanco y Asociados.
Ya desde el lunes 12 la ausencia de Mejía Berdeja en la conferencia de prensa encabezada por Delgado dio una idea de lo que se venía. Durante la conferencia, Proceso preguntó a Guadiana si sería necesaria una operación cicatriz o cómo preveían resolver la tensión con el subsecretario, pero Mario Delgado no lo dejó responder.
El dirigente nacional de Morena justificó la ausencia de Mejía Berdeja con los múltiples compromisos que tenía por su responsabilidad en la Secretaría de Seguridad; rechazó que hubiera tensión y rispidez e inclusive deslizó que esa pregunta le interesaba al priismo. Insistió en que Morena estaba unido. Emulando el estilo de López Obrador, que suele acudir a canciones populares para dar respuesta a un asunto espinoso, Delgado citó la canción popularizada por José José: “Ya lo pasado, pasado”.
Apenas tres horas después, Mejía Berdeja desconoció los resultados, calificó las encuestas de “sesgadas” y advirtió que exploraba las rutas para controvertir la decisión anunciada por la dirigencia de partido.
Al día siguiente, el martes 13, Delgado expresó en entrevista para Multimedios Televisión que la conducta de Mejía Berdeja le hacía daño al partido.
“Lo que ayer hizo Ricardo Mejia nos va a costar mucho trabajo cicatrizarlo, nos pone cuesta arriba y favorece a los adversarios. Morena es el partido con más alta preferencia, pero esta división que provoca, nos desgasta. Ayer salió de la reunión, dijo que no afectaría nunca a Morena, yo tengo lealtad al presidente. Obviamente no le gustó. Yo en la conferencia dije que era un hombre de principios, que iba a apoyar y resulta que luego saco ese video”.
El dirigente nacional continuó defendiendo el método de encuestas y citó a López Obrador, quien en su conferencia mañanera descalificó la selección de candidatos por medio de votación por considerarla “corrupta”, reivindicó como su idea el uso de las encuestas cuando fundó Morena y elogió la integridad de quienes están a cargo de eso en el partido.
Pero también dejó una puerta abierta a los simpatizantes del subsecretario al afirmar:
“Yo creo que el que participa en una encuesta tiene que aceptar el resultado. Hay veces que no nos gusta el que gana por alguna razón, porque no lo vemos joven o firme o francamente a favor de la transformación, pero no es nuestro punto de vista lo que decide o determina, es cómo lo ve la gente”.
Guadiana Tijerina, de 76 años, ha sostenido posturas críticas a proyectos o propuestas del presidente, entre estas, las relacionadas con el fracking, el litio y algunos otros temas energéticos, aspectos todos estos que Mejía Berdeja ha mencionado como parte de sus señalamientos al senador.
La idea de la línea
Las expresiones de la mañanera del 13 de diciembre no fueron las primeras que el mandatario tuvo respecto a Coahuila. Una semana antes, el 6 de diciembre, cuando le preguntaron sobre la disputa morenista en Coahuila, el presidente dijo respecto a Mejía Berdeja sin mencionar a los demás aspirantes: “De él sí puedo hablar bien”.
Antes, el 3 de noviembre, frente a los señalamientos por actos anticipados de campaña y al cuestionamiento sobre la viabilidad de que Mejía Berdeja dejara el cargo en Seguridad, López Obrador dijo que lo hacía en sus tiempos libres y, en su responsabilidad le “aligeraba la carga”. De los demás contendientes no hubo mención.
Para entonces, el subsecretario había logrado acercar a colaboradores del gobernador priista Miguel Ángel Riquelme Solís, como Jorge Luis Morán, quien renunció a la Unidad de Inteligencia Financiera estatal; Shamir Fernández, uno de los amigos más cercanos y considerado un cuadro formado por Riquelme; Jorge Williamson, subsecretario de Fomento Económico; el moreirista Héctor Franco López, así como al panista Rodolfo Walss, quien hasta antes de incorporarse al equipo del aspirante, era coordinador parlamentario del PAN en el congreso local.
Pero ya con las declaraciones presidenciales del 3 de noviembre, la mayor parte de la cúpula estatal de Morena en Coahuila se sumó a Mejía Berdeja. Esas adhesiones se reflejaron el 11 de noviembre con la votación del Consejo Estatal de Morena recién electo, que le otorgó 42 de los 66 votos, validándolo como uno de los aspirantes registrados.
Este resultado fue esgrimido por Mejía Berdeja para perfilar el desconocimiento de las encuestas, pues un primer ejercicio demoscópico para medir el conocimiento que la población tenía sobre los aspirantes –cuyos resultados fueron publicados el 16 de noviembre–, otorgó a Guadiana 72%; a Luis Fernando Salazar 53.2%; a Ricardo Mejía 45.9%; y al superdelegado Reyes Flores un lejano 28.1%. El subsecretario dijo al reportero que consideraba incompatible el resultado de esta encuesta con el apoyo que recibió cinco días antes del consejo estatal.
La vorágine berdejista acumulaba adeptos y popularidad con prácticamente todo el estado tapizado de espectaculares con su rostro, algunos de publicaciones de dudosa editorial, otros bajo la mascarada de una asociación civil que le permitieron subir de 8% en abril a 45% en noviembre.
El viernes 9, tres días antes de la última encuesta, se anotó otro tanto: profesores que se integraron a su equipo ganaron las elecciones para dirigir las secciones 35 y 38 del del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, arrebatando así el control del magisterio estatal que por casi tres lustros tuvo Carlos Moreira, hermano de los exgobernadores Humberto y Rubén.
Guerra interna
El discurso opositor duro que Mejía Berdeja lanzaba contra los gobernadores del pasado –daba en llamar a la administración de Riquelme una extensión del “moreirato”–, lo derivó hacia el interior de Morena, señaladamente contra Guadiana, a quien acusó de ser cercano al priismo local.
Guadiana tomó los señalamientos como una afrenta, pues desde 2011 recorrió el país denunciando la megadeuda que dejaron los gobiernos priistas. Y se convirtió en abanderado de Morena en 2017, un acto que Mario Delgado recordó el lunes 12 como esos tiempos en los que nadie quería ser candidato de este partido.
El subsecretario –quien a lo largo del segundo semestre del año ha visitado Coahuila cada fin de semana–, llamó a todos los aspirantes a que se sumaran a su proyecto, pero no logró convencerlos. Éstos confiaban en que eran más populares qué él, quien había pasado 15 años fuera del estado, haciendo política en la Ciudad de México y en Guerrero, donde contendió por cargos de elección popular todavía en 2018.
El primero en abandonar Morena fue Evaristo Lenin Pérez Rivera, dirigente del partido local Unidad Democrática de Coahuila, que el año pasado fue en alianza con Morena en las elecciones municipales y federales, poniendo en riesgo su registro que data de 27 años y granjeándole a los guinda el triunfo en dos distritos electorales y al menos dos de los ocho municipios que gobiernan: Ciudad Acuña y Múzquiz.
En entrevista con Proceso, Pérez Rivera, admite que tenían la expectativa de que una vez pasado el proceso de 2021, vendría una valoración, reconocimiento o gesto de caballerosidad política.
“Pero no. Vivimos un celo político, se nos bloqueó, se malinformó a la dirigencia nacional y de repente nos encontramos en un momento en que se vino una especie de agandalle de nuestros cuadros y del trabajo que tenemos con muchos años en Coahuila. Hubo conflictos internos en el cabildo para presionar alcaldes, con agresiones duras de representantes de Morena contra nuestro alcalde en Acuña”.
Prosigue: “Se vino la definición de su proceso interno y hasta el día de hoy no tuvimos ningún intento de diálogo y decidimos no esperar más. Era una situación forzada que no fluía. Decidimos plantear algo nuevo y distinto”.
Pérez Rivera ahora construye una coalición con Movimiento Ciudadano llevando bajo el brazo una base histórica de 40 mil votos en un estado donde las elecciones se ganan con unos 400 mil y donde Morena tiene resultados históricos en torno a los 350 mil votos.
Previo a los resultados del 12 de diciembre, el partido de Dante Delgado había tenido acercamientos tanto con Guadiana Tijerina como con Luis Fernando Salazar. La idea de “la línea presidencial” se manejaba entre sus equipos para favorecer, pese a las encuestas, a Mejía Berdeja.
Guadiana, sin embargo, rechaza que se hubiera ido a otro partido de no resultar favorecido. Luis Fernando Salazar, por su parte, acompañó la conferencia de prensa y en la semana llamó a la unidad en torno a la candidatura de Guadiana.
El senador, en entrevista con Proceso, reitera que al participar en el ejercicio se aceptaron las reglas. De hecho, el mismo lunes 12, durante la reunión previa a la conferencia que hizo público el resultado, los tres asistentes firmaron los resultados. A la reunión previa no asistió Reyes Flores.
Ninguno de los aspirantes ha querido revelar lo que ocurrió en la encerrona con Mario Delgado, pero la tensión se hizo evidente en el retraso para hacer público el resultado. Sólo Guadiana ha dicho que a Mejía no le gustó, pero aceptó y firmó, mientras Delgado se refirió a que ese día el subsecretario asumió un compromiso para no perjudicar al partido.
La cicatrización no se concretó durante la semana. Y una reunión prevista para el jueves 15 entre Guadiana y Mejía –planeada por insistencia de Félix Salgado Macedonio– se canceló.
Aire de Palacio
El jueves 15, durante la asistencia de Mejía Berdeja a Palacio Nacional, otro mensaje presidencial dejó al morenismo en ascuas, pues el mandatario designó al subsecretario con una informal representación en Coahuila para temas sensibles.
Por la tarde de ese día el propio Mejía convocó a una concentración en Sabinas, Coahuila, para una asamblea informativa. Así lo comunicó en un video junto con Antonio Flores, un contratista de la CFE, quien en la grabación dice: “Seguimos en la lucha, seguimos en la batalla, esto no se acaba hasta que se acaba”.
La figura de “coordinador de Defensa de la Cuarta Transformación” en términos estatutarios es irrelevante. Ha sido la coartada de Morena para anticipar candidatos y sacarle la vuelta a las disposiciones de temporalidad electoral.
Sin embargo, los plazos establecidos para la elección de Coahuila fijan el inicio del periodo de precampañas para el 14 de enero. Proceso buscó a Mejía Berdeja para preguntarle, entre otros aspectos, si intentaría su registro, pero la entrevista no se concretó.
Hasta ahora, en ningún estado se han concretado impugnaciones a la encuesta que define coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, aunque sí se ha judicializado la selección de candidatos, como ocurrió en Tamaulipas el año pasado cuando Maki Ortiz intentó contender contra Américo Villarreal.
Al respecto, Guadiana dice esperar que el subsecretario “entienda”. Pero agrega sobre la división interna: “Al final de cuentas el agua va a llegar a su nivel y las gentes irán serenándose. Necesitamos unidad en Morena y no sólo de los liderazgos que a veces nada más andan buscando el poder por el poder”.
–¿Cree que cambien las cosas de aquí al período de precampaña? –se le pregunta.
–Estamos cercanos a la Navidad y las fiestas de fin de año. Creo que la primera semana el río va agarrar su cauce normal, las piedras quedarán en el fondo del río y de esta manera vamos a caminar. Espero que no haya ningún problema.
El senador, quien ha solicitado licencia por tiempo indefinido, sin embargo, advierte: “Veo algunas faltas de definición y apoyo de la parte cupular… vamos a llamarle así. Pero creo que lo más importante es que vamos a lograr el apoyo de la gente, de la población y estoy convencido de lograrlo. Para limar las asperezas conviene platicar con algunas fuentes…”
–¿Está hablando de fuentes de poder en la Ciudad de México o en Coahuila?
–De la Ciudad de México.
Respecto del anuncio de López Obrador de enviar como representante a Mejía Berdeja a Coahuila, dice: “El presidente tiene también al licenciado Reyes Flores (superdelegado), pero ha mandado a gente para asuntos especiales: a Gabriel García hace tiempo para atender el asunto del agua en la Laguna, que por cierto se lo propuse yo al presidente, pero bueno, creo que irán mandando gente para asuntos especiales, no sé.
“Lo que yo diría es que (Mejía Berdeja) cumpla primero con el trabajo que es su encargo primordial como subsecretario de Seguridad porque tenemos muchos problemas de inseguridad en el país”.