Qatar 2022
España y Marruecos: Una vecindad estrecha, intensa... y áspera
La victoria de Marruecos sobre España en el Mundial de Qatar trascendió al futbol por la complicada relación bilateral y regional donde son frecuentes enfrentamientos y roces entre los gobiernos de ambos países, pinza de entrada al Mediterráneo.La victoria de Marruecos sobre España en el Mundial de Qatar trascendió al futbol por la complicada relación bilateral y regional donde son frecuentes enfrentamientos y roces entre los gobiernos de ambos países, pinza de entrada al Mediterráneo. En este contexto destaca el reciente viraje del gobierno español, que ahora considera la iniciativa marroquí de autonomía como “la base más seria, realista y creíble” para la resolución del diferendo sobre el Sáhara Occidental.
MADRID (Proceso).– Una gran celebración se echó a las calles españolas tomando la madrileña Puerta del Sol, La Rambla de Barcelona y las principales avenidas de Almería, Cádiz, Málaga o Melilla para vitorear el triunfo de su selección en Qatar. Paradójicamente en esta ocasión no era la afición española, que incrédula masticaba la amargura de una derrota que tuvo una larga agonía hasta la ronda de los penaltis.
Fueron los miles de aficionados marroquíes que viven en España, quienes en la ronda contenían la respiración ante la inminencia de cada penalti y rompían en gritos de júbilo cuando su portero Bono paró dos, y el tercero, disparo del español Sarabia, se estrellaba en el palo; o cuando su estrella Hakimi anotó el tercer gol de su selección, metiendo así a Marruecos en los cuartos de final del Mundial.
Con banderas y camisetas de la selección marroquí abandonaron los bares y terrazas de toda España para expandir su alegría por las calles y celebrar. No hubo disturbios, como previamente deslizó el sector más conservador de la prensa española. Los comentaristas deportivos españoles no lograban encajar que tras el avasallador 7-0 frente a Costa Rica al final fueran eliminados, incapaces de doblegar la muralla defensiva de la selección alauí.
Por el contrario, desde el anonimato de Twitter circuló una vergonzante expresión xenófoba que se convirtió en trending topic: “#Leña al moro”, que se hizo viral, pero por los comentarios que reprobaban tal expresión contra los marroquíes, esto en las horas previas y durante el partido.
Esto no pasó desapercibido, debido a que España es uno de los países europeos donde vive la comunidad marroquí más numerosa. La estadística de residentes extranjeros en España del Ministerio de Seguridad Social y Migraciones, coloca a los ciudadanos marroquíes con tarjeta de residencia en segunda posición, sólo después de los rumanos, en diciembre de 2020. Muchos jóvenes marroquís han nacido en suelo español, como en otros países de la Unión Europea, pero siguen manteniendo una raíz en el país familiar.
Vecinos lejanos
La vecindad entre España y Marruecos es estrecha e intensa, pero nunca ha sido fácil, incluso llega a ser áspera. Pero no es en los deportes, donde los clubes españoles tienen muchos seguidores del país norafricano, sino en las relación bilateral y regional, donde son frecuentes los enfrentamientos y roces entre los gobiernos de estos países que son la pinza de entrada al Mediterráneo.
Sucedió cuando militares de Marruecos ocuparon momentáneamente el islote español de Perejil; cuando un barco patrulla de la Guardia Civil interceptó el yate del rey Mohamed VI, que montó en cólera; y la limitada actuación contra de sus fuerzas de seguridad contra el tráfico de hachís que invade Europa a través del Estrecho de Gibraltar.
Pero el tema más espinoso y que más interesa a Marruecos es la hegemonía en el Sáhara Occidental, el desértico territorio que fue colonia española –entre 1883 y 1975, a la muerte del dictador Franco– y que fue cedida tras la Marcha Verde encabezada por el rey Hassan II. La parte norte y centro se entregó a Marruecos y el sur a Mauritania.