Festival Biarritz Amérique Latine
De México para el Festival de Biarritz
La 31 edición del Festival Biarritz Amérique Latine, en Francia, que empieza ya, tiene una ardua tarea este año: provocar al público para regresar a las salas de cine de arte, tras la interrupción de la pandemia.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– La 31 edición del Festival Biarritz Amérique Latine, en Francia, que empieza ya, tiene una ardua tarea este año: provocar al público para regresar a las salas de cine de arte, tras la interrupción de la pandemia, para lo cual Jean-Christophe Berjon, su flamante director general, dio a conocer a Proceso los planes al comentar las cintas mexicanas en competencia.
En el evento, que se realizará del 26 de septiembre al 2 de octubre (www.festivadebiarritz.com), participarán 30 películas, entre largometrajes de ficción, documental y cortometrajes de 11 países (Argentina, Brasil Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Nicaragua, México, Perú, Uruguay y Venezuela), y se contará con la presencia de 60 cineastas.
En el caso de México (cintas de este año), asistirán los cortometrajes La baláhna, de Xóchitl Enríquez Mendoza, una reflexión sobre la condición de la mujer en una comunidad indígena, y Mi reino, de estudiantes del Centro de Capacitación Cinematográfica, con dirección de Luis. J Arellano, que aborda los errores, remordimientos y ternura de un hombre mayor; en documental, Teorema del tiempo, de Andrés Kaiser, basado en sus archivos familiares para plantear lo que se entiende del pasado.
Y en largometraje de ficción estarán Huesera, de Michelle Garza Cervera (premiada en Tribeca Film Festival), reflexión sobre la maternidad, y El norte sobre el vacío, de Alejandra Márquez, en torno a la imposición del orden masculino, ambas por el Premio del Abrazo, una cálida escultura en bronce de la artista Isabelle Esnult. Además, esta sección entrega los premios Del Jurado, De los habitantes de Biarritz, del Sindicato Francés de los Críticos de Cine, y del Público.
En función sorpresa se proyectará la cinta venezolana-mexicana La Caja (2021), de Lorenzo Vigas, cruda historia dedicada a nuestro país, en el cual el cineasta ha vivido en las últimas dos décadas.
En entrevista, Berjon (Luçon, Francia, 1964), actor y director de teatro, quien estuviera al frente de la dirección artística de la Semana de la Crítica en Cannes (2004-2021), asesor internacional para el Festival Internacional de Cine de Morelia desde 2005, y actual programador del Festival Viva México. Encuentros Cinematográficos, a efectuarse también en Francia en dos semanas, relató –en español impecable– la participación de nuestro país:
“Sin duda, México, junto a Argentina, son dos de los países que dominan la zona, y a nivel mundial diría yo que están dentro de las 10 cinematografías más interesantes del planeta, pues en los últimos 15 años México ha aumentado su número de producción considerablemente.”
Y al referirse a “la sacudida” (relativa a cambios legislativos), juzgó que ello podría significar “un impacto importante que se podrá juzgar sólo con el tiempo”.
Abordó entonces la principal aportación de Biarritz en su 31 edición:
“El público en Francia es fiel a las salas de cine y en especial a las de ‘arte’ que existen en todo el país. Si en México existe una Cineteca Nacional, un Cine Tonalá y un IFAL, en París, por ejemplo, hay hasta 50 espacios al respecto. El tema es que, a pesar de tener un público muy fiel, con la pandemia se ha tardado en regresar, entonces es un reto para el festival de Biarritz recuperar ese público, el del cine de autor, y parte de nuestro trabajo es darle esas ganas a la gente para salir y llenar las salas, provocar un sentido de responsabilidad para que retomen la costumbre, el placer de ver el cine en el cine nuevamente.”
Berjon relató sobre el festival, ahora como director general pues previamente fue su director artístico (2008-2011), que más que cambios, su función está orientada a darle continuidad a Biarritz en cuanto a la fidelidad, promovida desde sus inicios para llevar a los espectadores franceses las historias de América Latina, y que son ellas las que marcan convergencias tanto en temáticas como en nuevas formas:
“Es cierto que hay una cierta continuidad de historias respecto a otras ediciones, un reflejo de una cierta violencia latente en todos los países… pero también hay temas muy innovadores. La razón quizá tenga relación con la presencia de 10 largometrajes de ficción de seis directoras, y hasta siete películas donde el protagónico es una mujer. Como el de la cinta costarricense Tengo sueños eléctricos (dirigida por Valentina Maurel), sobre la relación de una adolescente con su padre, búsqueda de dos soledades con un océano de problemas, o el de la mexicana Huesera, que cuestiona la maternidad. Son temáticas que buscan profundizar en el humanismo.”
Y ¡que Viva México!
Pero nuestro cine estará presente también en Francia del 4 al 11 de octubre, cuando se desarrolle el Festival Viva México. Encuentros Cinematográficos, que este año celebra su décima edición.
Berjon, en su calidad de programador, explicó que si bien el evento comenzó en salas de la periferia de la Ciudad Luz –incluso tuvo llenos totales en las ediciones de pandemia, a pesar del covid-19–, este año tomará ciudades de provincia y el centro parisino mismo, con el objetivo no sólo de llevar las cintas, en su mayoría inéditas, a los franceses que sólo pueden verlas en el marco del festival, sino con un acento especial para los latinoamericanos y mexicanos que viven, viajan, trabajan, estudian o se encuentran allá por distintos motivos:
“Eso les permite sentirse vivos, disfrutar de su cultura, del cine, de sus historias y de acercarse a su sociedad.”
Las proyecciones, en 15 ciudades, abarcarán ficción, documentales, cine juvenil, infantil, y una masterclass del cineasta Juan Carlos Rulfo a partir de su cinta Cartas a distancia (2022). Habrá talleres e incluso una degustación de cocina mexicana.
Además de las que estarán en Biarritz: Huesera, Mi reino y El norte sobre el vacío, han sido programadas Manto de Gemas (2022) de Natalia López), El reino de Dios (2022 de Claudia Sainte-Luce, Comala (2021) de Gian Cassini, Los tigres del norte: historias que contar (2022) de Carlos Pérez Osorio, Corazonada (2022) de Alejandro Montiel –que cerrará el festival–, y proyecciones de ediciones pasadas. El programa y actividades se puede ver en www.viva-mexico-cinema.org.
Debido a que algunas películas abordan el problema de la escasez de agua, en una actividad paralela habrá un cine-coloquio: “El acceso al agua, ¿un derecho universal en progreso? El cine como herramienta para cambiar las miradas”, que contará con la participación virtual de Diego Luna en una discusión con el Senado de la República francesa el día 7.
–Hay una afinidad cultural entre México y Francia. ¿Se refleja esto en el festival?
–Los franceses están fascinados por la cultura mexicana, sus tradiciones, su modo de vida, su generosidad, su locura, a veces su famoso surrealismo, como lo dijo Breton, símbolo de la mirada francesa sobre cierta locura , ¡divina locura mexicana!
Para rematar:
“Es que ver a México desde Francia es como verse en un espejo, no fiel, pero que revela rasgos de lo que vemos en pantalla, porque México es más intenso, más extrovertido que Francia, los problemas y temáticas que la sacuden son hasta cierto punto paralelos, armonizadas, así que verse reflejado con esa distancia es sabroso y enriquecedor”.