Boris Johnson

Boris Johnson, insostenible

La derrota electoral en un bastión bicentenariamente conservador, el pésimo manejo de la cuarentena, la falta de acuerdo en torno a Irlanda del Norte, más la pérdida de popularidad y la falta de credibilidad entre su electorado duro, tienen al primer ministro británico, contra las cuerdas...
domingo, 2 de enero de 2022 · 12:22

La derrota electoral en un bastión bicentenariamente conservador, el pésimo manejo de la cuarentena, la falta de acuerdo en torno a Irlanda del Norte, más la pérdida de popularidad y la falta de credibilidad entre su electorado duro, tienen al primer ministro británico, Boris Johnson, contra las cuerdas… a tal grado que los parlamentarios de su propio partido le han puesto un ultimátum: si no recupera el control del gobierno no podrá mantenerse en el poder.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, se encuentra en la etapa “más delicada de su carrera”, que le podría generar un “desafío” por miembros de su partido, el Conservador, quienes ya le advirtieron que debe recuperar el control del gobierno si quiere mantenerse en el poder hasta 2024.

“En cualquier momento puede haber un desafío, incluso hay personalidades del partido que podrían ser más populares que él, como la secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss, o el secretario de Economía, Rishi Sunak”, señala a Proceso Isaac Bigio, politólogo y excatedrático de la London School of Economics.

Resalta que Johnson está en el momento más “delicado de su carrera”, principalmente por la pérdida en las elecciones del distrito North Shropshire, que perteneció al Partido Conservador más de 200 años, la baja en su popularidad y credibilidad en el electorado, así como a la falta de acuerdo en Irlanda del Norte.

La renuncia al gobierno del exsecretario negociador del Brexit, David Frost, posterior a la pérdida del distrito luego de semanas de polémica por el desacato de reglas de covid-19, ha generado una división entre los militantes del partido, quienes temen que el desencanto popular los lleve a una derrota en las elecciones intermedias del próximo mayo.

“Muchos miembros del Parlamento estaríamos considerando el futuro del primer ministro durante la Navidad. Boris se estaba quedando sin tiempo y sin amigos para cumplir las promesas y la disciplina de un verdadero gobierno conservador”, advirtió el parlamentario Andrew Bridgen a Times Radio, ante la renuncia de Frost, séptima dimisión del gabinete este año.

Con base en la encuesta YouGov, el índice de aprobación del primer ministro cayó a un mínimo histórico, con 66% del público con una opinión desfavorable, mientras que la consultora Savanta ComRes reveló que más de la mitad de los votantes cree que Johnson debería renunciar.

“El primer ministro ahora está en verdaderos problemas debido a que está obteniendo una mezcla de pena, ira y emoción de los últimos 18 meses, que se une a estas interminables historias de partidos y de incumplimiento de las normas. Una regla para ellos, otra para nosotros”, explicó la experta en elecciones de la Universidad de Bristol, Paula Surridge, a The Guardian.

“Va a ser una combinación realmente peligrosa y muy difícil de sacudir tanto para Boris Johnson como para el Partido Conservador en general”, añadió.

Esto como resultado de la investigación por la violación a las medidas impuestas por la pandemia por parte de funcionarios de su gobierno –que celebraron una fiesta en las oficinas de Downing Street– luego de que se filtró un video, así como fotos del primer ministro con su equipo departiendo con vino y queso en el jardín de las oficinas, sin mantener la sana distancia.

Esta situación generó un gran malestar entre la población que se encontraba en cuarentena y entre los familiares de personas fallecidas por covid-19, que ya llegan a los 147 mil. Incluso en Twitter se generaron los hashtags #BorisMustGo y #JohnsonOutNow.

Partido dividido

Otro factor que amenaza el liderazgo político de Johnson es la indecisión de imponer restricciones en el Reino Unido para romper el circuito de contagios de covid, que rebasa los 90 mil casos diarios, 12 mil de ellos de ómicron. Es el mayor número de contagios en Europa, cuando otros países ya han tomado medidas.

“La pandemia no sólo mata personas, también gobiernos, y Boris Johnson podría ser otra víctima política del covid-19”, señala Bigio, quien recuerda que la gestión de la pandemia ha desplomado la popularidad de varios líderes, entre ellos Donald Trump en Estados Unidos, Jair Bolsonaro en Brasil y Jeanine Áñez en Bolivia.

Mientras el Reino Unido se enfrenta a una creciente oleada de ómicron, los miembros del Partido Conservador se rebelan contra Johnson por la imposición de restricciones para contener la nueva ola de contagios, que sólo logró sacar adelante con el apoyo del Partido Laborista, contrario a las medidas que los científicos urgen implementar.

“Si impone las restricciones lo cuelga su partido, que está reacio a la cuarentena por el daño a la economía; pero si no las implementa lo cuelga la oposición y un sector de su partido que le dice: ‘Si hay muchos muertos, peor será la economía’. El manejo de Johnson en torno al covid no ha sido el mejor”, resalta Bigio.

Esta fue una de las razones que argumentó en su renuncia el exsecretario del Brexit, David Frost, quien manifestó su inconformidad por el rumbo político del gobierno ante la reimposición de las restricciones por el covid y su preocupación sobre el incremento de impuestos, entre otros.

“Las ratas están huyendo del barco de Boris Johnson”, dijo la portavoz de asuntos exteriores del partido Liberal Demócrata, Layla Moran. Por su parte, la líder adjunta del Partido Laborista, Angela Reyner, señaló que la renuncia de Frost muestra “a un gobierno en total caos justo cuando el país se enfrenta a semanas inciertas”.

Las fisuras en el gobierno y el partido son mayores. Recientemente la secretaria de Cultura, Nadine Dorries, fue eliminada del grupo de Whatsapp de los Conservadores después de que defendiera al primer ministro y lo llamará “héroe”. Otro señaló que la postura de Frost, preocupado por el rumbo político del gobierno, es un sentimiento compartido con otros conservadores.

Temor electoral

Johnson gozaba de popularidad dentro del Partido Conservador por su facilidad para ganar elecciones: dos veces alcalde de Londres, ganador en el referéndum en pro del Brexit, más su triunfo en las elecciones de 2019; sin embargo, su notoriedad ha cambiado.

El descontento hacia la conducta de Johnson, sus escándalos económicos, las políticas antipopulares, el incremento de precios y un aumento en los impuestos el año próximo le podrían pasar factura al Partido Conservador.

“El primer ministro es una persona que se adapta a las circunstancias, muy astuto, pero en este momento no tiene una carta debajo de la manga. El respaldo que le daba su popularidad ya no es el mismo porque se ha vuelto impopular”, subraya Bigio.

Por su parte, el exvicepresidente del Comité de 1922 –el grupo conservador en la Cámara de los Comunes–, Charles Walker, dijo que sería “inconcebible” tratar de deshacerse de Johnson en las próximas semanas, pero advirtió sobre los tiempos difíciles que se avecinan a medida que aumenta el costo de vida.

“Los próximos seis meses serán extremadamente desafiantes por una variedad de razones, pero principalmente ómicron y el impacto que tendrá en las cadenas de suministro ya fracturadas, así como el aumento en el costo de vida”, dijo a The Guardian.

“El Partido Conservador no está en condiciones de tener una contienda por el liderazgo en estas circunstancias. Es simplemente inconcebible. Habiendo dicho eso, está claro que durante los próximos tres meses no podemos tener una repetición de los últimos tres meses”, añadió.

La oposición enfila fuerzas

Mientras tanto, los líderes de la oposición se preparan para endurecer su discurso y aprovechar la crisis en el Partido Conservador.

El líder de la oposición, Keir Starmer, está 10 puntos arriba de Johnson en el ranking de “Mejor primer ministro” de la encuestadora YouGov –ventaja que el primer ministro no ha podido superar desde octubre–.

El laborista tiene meses insistiendo: “Estamos atrapados con el peor primer ministro en el peor de los tiempos”, “ha perdido su autoridad y su habilidad para dirigir”, “es demasiado débil para darnos el liderazgo que el país merece”. Frases que le han dado resultado para levantarlo en las encuestas.

Por su parte, el líder del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, señaló que la victoria en North Shropshire muestra una “oportunidad real de sacar a los tories y a Johnson del gobierno, porque han decepcionado a la gente.

“Creo que hay una posibilidad real de sacar a Boris Johnson y a los conservadores del poder en las próximas elecciones y creo que los liberal-demócratas han mostrado el camino. Tengo una sonrisa en la cara, creo que hay una nueva esperanza para nuestro país y creo que los conservadores están en verdaderos problemas”, dijo a Sky News.

Los meses venideros serán una dura prueba para el primer ministro, que debe sortear la división interna de su partido y los diversos frentes abiertos en su gobierno: la investigación por el desacato de normas de covid-19, la ola de casos ómicron, el aumento de precios, el alza de impuestos, la renegociación del protocolo de Irlanda del Norte a cargo ahora de la secretaria de Relaciones Exteriores y una de las favoritas para sucederlo: Liz Truss.

“Johnson pensaba durar 10 años en el gobierno, pero quién sabe si dure el año que viene”, advierte Bigio.

Reportaje publicado el 26 de diciembre en la edición 2356 de la revista Proceso cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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