Línea 12
Sheinbaum se monta sobre la cadena de fallas
La contundencia con que la jefa de Gobierno defendió el dictamen final de la empresa DNV sobre el percance en la Línea 12 del Metro –que responsabiliza a la administración de Marcelo Ebrard y exculpa totalmente a la suya– contrasta con la de los abogados de las víctimas y las de los inculpados.
La contundencia con que la jefa de Gobierno de la CDMX defendió el dictamen final de la empresa noruega DNV sobre el percance del 3 de mayo en la Línea 12 del Metro –que responsabiliza a la administración de Marcelo Ebrard y exculpa totalmente a la suya– contrasta con la de los abogados de las víctimas y las de los inculpados. Uno de ellos asegura que los resultados “huelen a corrupción”; otro sostiene que el dictamen perdió validez legal como peritaje forense y no puede ser tomado en cuenta para fincar responsabilidades.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En vísperas de su tercer informe de gobierno, el viernes 17, Claudia Sheinbaum Pardo ha librado, por ahora, cualquier responsabilidad penal, administrativa y política por el colapso de una trabe metálica del tramo elevado de la Línea 12 del Metro, que el pasado 3 de mayo provocó 26 muertes y lesiones a más de 100 usuarios de ese servicio. Ese tema es el que más lastima sus aspiraciones presidenciales.
La morenista ha logrado desvincularse del asunto, bien por el cobijo del presidente Andrés Manuel López Obrador –quien a mediados de junio le quitó el peso de negociar con el magnate Carlos Slim la rehabilitación de la llamada Línea Dorada sin cargos para el erario– o por los resultados del dictamen final de la empresa noruega DNV, cuyos peritos ni siquiera mencionan la presunta falta de mantenimiento reciente como una probable causa secundaria de la tragedia.
Incluso sin mencionar su nombre directamente, en sus declaraciones públicas Sheinbaum Pardo ha señalado como responsable a la administración de Marcelo Ebrard, otro de los aspirantes a la Presidencia para 2024, en cuyo periodo al frente del gobierno capitalino (2006-2012) se diseñó y construyó la Línea 12.
Así lo ha hecho, escudada en los resultados de la empresa internacional que su propio gobierno contrató –los días posteriores al colapso, sin licitación pública y a la cual pagó 26 millones de pesos–, la que halló como causa principal del incidente “fallas estructurales en la construcción”.
La muestra más reciente de que Sheinbaum ha evitado políticamente el tema es su ausencia en la presentación del dictamen final de la empresa noruega DNV el martes 7. La jefa de Gobierno no acudió al acto, que se llevó a cabo en la sede de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgo y Protección Civil (SGIRPC), en la colonia Juárez, a pocos minutos de sus oficinas en el Zócalo capitalino.
Ese día, antes del informe, la mandataria capitalina encabezó una videoconferencia –que duró alrededor de una hora– para anunciar la creación del Consejo Asesor de Cultura de la CDMX. Aprovechó el acto para tomarse la foto con personajes del ramo, como Jesús Ochoa, Horacio Franco, Gabriela Cámara y Paloma Sáiz.
A la presentación del dictamen sólo acudieron Eckahard Hinrichsen, director general de DNV México, y los titulares de la SGIRPC, Myriam Urzúa, y de la Secretaría de Obras y Servicios, Jesús Esteva, quien leyó las conclusiones del resumen ejecutivo. Sin aceptar preguntas de la prensa, todos se retiraron en menos de una hora.
La ausencia de Sheinbaum fue notoria, pese a que apenas se cumplieron cuatro meses de la tragedia y aunque la presentación de ese informe se había pospuesto tres veces. Ese hecho fue muy diferente a lo ocurrido el 16 de junio último, cuando sí acudió a la misma sede a la presentación del primer informe preliminar del peritaje. Aquel día, vestida de traje negro y con el rostro más serio que de costumbre, su actitud y discurso fueron solemnes, casi de duelo; incluso se comprometió ante las víctimas a no dejarlas en el desamparo.
