India

En medio de la crisis sanitaria, Nueva Delhi censura las redes sociales

El sistema de salud de India se tambalea, pero al gobierno de Narendra Modi le preocupa más censurar las críticas en las redes sociales que enfrentar la crisis sanitaria... una medida que Facebook y Twitter han acatado.

Las cifras de la pandemia rompen récords en India: el 25 de abril se informó de más de 349 mil 691 nuevas infecciones y 2 mil 767 muertes en un día; su sistema de salud se tambalea, pero al gobierno de Narendra Modi le preocupa más censurar las críticas en las redes sociales que enfrentar la crisis sanitaria... una medida que Facebook y Twitter han acatado.

NUEVA DELHI.- En medio de la segunda ola de covid-19 en India y con una alarmante escasez de tanques de oxígeno, el gobierno indio dijo el 25 de abril que ordenó a Facebook, Instagram y Twitter eliminar docenas de publicaciones que criticaban su manejo de la pandemia.

La orden tenía como objetivo aproximadamente 100 publicaciones que incluían críticas de políticos de la oposición y llamados a la dimisión del primer ministro Narendra Modi. El gobierno dijo que las publicaciones podrían incitar al pánico, utilizar imágenes fuera de contexto y obstaculizar su respuesta a la pandemia.

Por ahora las empresas que administran esas redes sociales cumplieron con la solicitud e hicieron que esas publicaciones fueran invisibles para quienes usan sus sitios dentro de la India, aunque han republicado algún contenido después de determinar que no infringía la ley.

Las órdenes de eliminación se producen cuando la crisis de salud pública de India se convierte en crisis política y prepara el escenario para una lucha cada vez mayor entre las plataformas de redes sociales estadunidenses y el gobierno de Modi, sobre quién decide qué se puede decir en línea.

El pasado 25 de abril el país informó de más de 349 mil 691 nuevas infecciones y 2 mil 767 muertes: el cuarto día consecutivo en que India tuvo marcas mundiales en las estadísticas diarias de infección, aunque los expertos advierten que las cifras reales probablemente sean mucho más altas.

Ahora India representa casi la mitad de todos los casos nuevos a escala mundial, su sistema de salud parece tambalearse y los hospitales de todo el país se apresuran a conseguir oxígeno para atender a los pacientes.

Modi. Acallar la oposición. Foto: AP

En Nueva Delhi, la capital, los hospitales rechazaron el pasado fin de semana a los pacientes, después de quedarse sin oxígeno y sin camas. La semana pasada al menos 22 personas murieron en un hospital de la ciudad de Nashik, luego de que una fuga cortó sus suministros de oxígeno.

Las fotografías de cuerpos apilados en los hospitales, los crematorios rebasados por el exceso de cadáveres e incluso las cremaciones callejeras se han vuelto virales en las redes sociales.

La noche del 25 de abril, en una de las muchas peticiones de ayuda que se hacen al gobierno en las redes sociales, Ajay Koli recurrió a Twitter para encontrar un tanque de oxígeno para su madre, quien, dijo, había dado positivo a covid-19 hacía 10 días. Koli dijo que había perdido a su padre el día anterior. “No quiero perder a mi mamá ahora”.

Modi ha sido atacado por ignorar los consejos de los expertos sobre los riesgos de flexibilizar las restricciones, luego de que realizó grandes manifestaciones políticas sin considerar el distanciamiento social.

El contenido de las publicaciones en las redes sociales destacó esa contradicción, utilizando imágenes alarmantes para contrastar las manifestaciones de Modi con las llamas de las piras funerarias.

En un discurso de radio el 25 de abril, Modi trató de controlar los daños. Dijo que la “tormenta” de infecciones había dejado al país “conmocionado”. “En este momento, para ganar esta batalla, tenemos que dar prioridad a los expertos y al asesoramiento científico”, agregó.

Moloy Ghatak, ministro de Trabajo del estado de Bengala Occidental, gobernado por la oposición, republicó uno de los tuits que no se vieron en India, donde el partido de Modi espera lograr grandes avances en las elecciones en curso.

Ghatak acusó a Modi de “mala gestión” y lo responsabilizó directamente de las muertes. Su tuit incluía imágenes de Modi y sus mítines electorales junto a las de las cremaciones y lo comparaba con Nerón por elegir celebrar reuniones políticas y exportar vacunas durante una “crisis de salud”.

Un tuit de Revanth Reddy, un miembro en funciones del parlamento, usó un hash­tag que culpó a Modi por el “desastre”. “India registra más de 2 lakh de casos todos los días”, dijo, utilizando una unidad india que equivale a 200 mil. “Escasez de vacunas, escasez de medicamentos, aumento del número de muertes”.

Los nuevos pasos para silenciar el discurso en línea profundizan el conflicto entre las plataformas de redes sociales estadunidenses y el gobierno de Modi. Las dos partes han peleado en los últimos meses por un impulso del gobierno de India para vigilar más estrictamente lo que se dice en línea, una política que, según los críticos, se está utilizando para silenciar a los detractores del gobierno.

“Esta ha sido una tendencia que se aplica con mayor frecuencia y severidad para los espacios de medios en línea”, dijo Apar Gupta, director ejecutivo de la Fundación por un Internet Libre, un grupo de derechos digitales. Añadió que las órdenes se estaban utilizando para “causar censura” con el pretexto de hacer que las empresas de redes sociales sean más “responsables”.

Foto: Atul Loke / The New York Times

Fenómeno global

La lucha por controlar las horripilantes imágenes y la furia en línea por una devastadora catástrofe de salud pública es sólo un frente en un conflicto más amplio que se desarrolla a escala mundial.

Los gobiernos de todo el mundo tratan de controlar el poder de las empresas más grandes de redes sociales, como Twitter y Facebook, cuyas políticas tienen un gran impacto lejos de sus oficinas centrales en California. En el mejor de los casos puede ser difícil desenredar los esfuerzos del gobierno para aplastar la información errónea de otras motivaciones, como inclinar el debate en línea a favor de un partido político.

Si bien las empresas buscan ajustarse a las políticas que, según dicen, se basan en los principios de la libertad de expresión, sus respuestas a los juegos de poder del gobierno han sido inconsistentes y, a menudo, se basan en el pragmatismo empresarial.

En Myanmar, Facebook cortó los lazos comerciales con cuentas vinculadas al ejército, por la violencia ejercida contra los manifestantes.

En China, Facebook hace negocios con grupos de medios respaldados por el Estado que han estado ocupados negando el internamiento generalizado de minorías étnicas, algo que Estados Unidos ha calificado de genocidio.

En India, las empresas se enfrentan a una dura elección: seguir las leyes y arriesgarse a reprimir el debate político, o ignorarlas y enfrentar duras penas, incluida la prisión para los empleados locales, en un mercado de crecimiento potencialmente enorme.

Gupta. Contra la tendencia predominante. Foto: thekashmirwalla

Disidencia sofocada

Las disputas sobre el discurso en línea en India son cada vez más comunes. El gobierno indio, controlado por el Partido Bharatiya Janata, de Modi, se ha vuelto cada vez más agresivo para sofocar la disidencia. Ha arrestado a activistas y periodistas y ha presionado a los medios para que se ciñan a su línea. Ha cortado el acceso a internet móvil en zonas conflictivas. Después de un enfrentamiento con China, bloqueó una serie de aplicaciones propiedad de empresas chinas.

En febrero Twitter cedió ante las amenazas gubernamentales de arrestar a sus empleados y bloqueó 500 cuentas, después de que el gobierno los acusó de hacer comentarios incendiarios sobre Modi.

Twitter se negó, sin embargo, a eliminar varias cuentas de periodistas y políticos y señaló que las órdenes de bloquearlos no parecían ser coherentes con la ley india.

En un comunicado del 25 de abril, el gobierno de India dijo que las publicaciones a las que se dirigió “difundieron información falsa o engañosa” y crearon “pánico sobre la situación del covid-19 en India, al usar imágenes o elementos visuales no relacionados, antiguos y fuera de contexto”. Señaló fotos en varias publicaciones que, según dijo, eran de cuerpos no relacionados con la pandemia.

En una declaración enviada por correo electrónico, Twitter dijo que si el contenido “se determina que es ilegal en una jurisdicción en particular, pero no viola las reglas de Twitter, podemos retener el acceso al contenido sólo en India”, y agregó que en ese caso notificaría a los usuarios.

Facebook no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios enviada por correo electrónico.

Las eliminaciones hicieron poco por silenciar un coro más amplio de ira en línea.

“Si la mayoría de los ciudadanos están utilizando todos los medios que tienen para organizar las camas de hospital, el oxígeno y el apoyo logístico para personas cercanas y queridas, ¿qué está haciendo exactamente el gobierno de India?”, escribió Mahua Moitra, un político y miembro del parlamento de Bengala Occidental.

Aftab Alam, profesor de la Universidad de Delhi, fue más directo: “Porque sabes que es más fácil eliminar los tuits que garantizar el suministro de oxígeno”, escribió en Twitter.

Reportaje publicado en el número 2322 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 2 de mayo de 2021.

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