Feminismo

Andrés Roemer: un acosador al desnudo

Los señalamientos en contra de Andrés Roemer por abuso sexual son de vieja data, pero ello nunca le impidió codearse con la élite política, incursionar en la diplomacia y recibir recursos públicos para su proyecto La Ciudad de las Ideas.
domingo, 7 de marzo de 2021 · 11:40

Los señalamientos en contra de Andrés Roemer por abuso sexual son de vieja data. Pero ello nunca le impidió codearse con la élite política –Esteban Moctezuma, José Antonio Meade y Enrique de la Madrid, entre otros–, incursionar en la diplomacia y recibir recursos públicos para su proyecto La Ciudad de las Ideas. Más aún, Grupo Salinas archivó las reiteradas denuncias en su contra y el magnate Ricardo Salinas Pliego lo mantiene en su canal ADN40 porque, afirma, no cederá jamás a “chantajes y mentiras”.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En la ciudad de Ramat Gan, en Israel, una calle lleva el nombre de Andrés Roemer, y a aquí en México tiene un programa en ADN40, uno de los canales televisivos de Ricardo Salinas Pliego. Fue embajador de México en la UNESCO y ha recibido millonarios recursos públicos como donativos para su organización Poder Cívico, AC. Pero detrás de la fachada de intelectual, diplomático y filántropo, en la oscuridad de un sótano o en la iluminada sala de masajes de su casa en la colonia Roma, Roemer presuntamente agredió sexualmente al menos a 30 mujeres que hoy han roto el silencio.

En un país sacudido por la violencia de género, el pasado 15 de febrero la bailarina Itzel Schnaas, directora de Fábrica Escena, difundió un video en redes sociales en el que narra la agresión sexual que sufrió por parte de Roemer en 2019. Ella pasó el último año de su vida en la Unidad de Género de Grupo Salinas, se sometió a un proceso de investigación y su relato coincidía con varios casos, según contó.

“En diciembre de 2020 la Unidad de Género determinó que Andrés Roemer es un violentador sexual patológico que atenta contra mujeres. Gané la denuncia. Existe el expediente, pero no quedé conforme”, narra Schnaas en el video sobre el procedimiento interno.

Luego llamó a otras mujeres a que se sumaran a la denuncia –hasta el 7 de marzo de 2021, la Fiscalía General de Justicia de la CDMX había recibido cuatro querellas formales contra Roemer por violencia sexual–. Roemer negó los hechos. Aseguró que la Unidad de Género de Grupo Salinas lo declaró improcedente, incluso filtró un audio –grabado sin el consentimiento de Itzel y evidentemente editado– en el que se escucha la reunión que ella y él tuvieron el pasado 14 de febrero para hablar del caso.

El encuentro fue organizado por Lidia Camacho, actual directora de Televisión Educativa de la SEP, una vieja amiga de Roemer. La reportera buscó a Jacqueline L’Hoist, directora de la Unidad, pero ella invocó el principio de secrecía y se negó a declarar en torno al asunto.

No obstante, el testimonio de Schnaas ya había hecho efecto. Desató una ola de acusaciones de mujeres que en la mayoría de los casos han decidido ponerles nombre y rostro a las denuncias contra Roemer: Marina, Daniella, Jenny, Susan, Teresa, Montserrat, Mariana, Kasandra, Sylvia, Alejandra, Martha, Carmen, Talía, Claudia, Fernanda… pero también hay mujeres que decidieron permanecer en el anonimato para no ser revictimizadas o por temor a represalias.

El caso Roemer revivió el #MeToo en su segundo aniversario. En su denuncia en la revista Quien, Fernanda, una de las mujeres que sufrió abuso en enero de 2019. Decidió hablar, dijo, después de ver el video de Itzel; se dio cuenta de que no era la única y que la agresión a Itzel fue meses después que la suya.

Roemer eliminó su cuenta de Twitter y no ha vuelto a aparecer.

Este es un adelanto de un reportaje del número 2314 de la edición impresa de Proceso, publicado el 7 de marzo de 2021 y cuya versión digitalizada puedes adquirir aquí

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