Violencia
"Las luchadoras" de Ciudad Juárez
Así titularon este documental la venezolana Paola Calvo y el alemán Patrick Jasim, en doble vertiente: porque las protagonistas son efectivamente gladiadoras de lucha libre, pero también mujeres que padecen la violencia en Ciudad Juárez y la enfrentan.Así titularon este documental la venezolana Paola Calvo y el alemán Patrick Jasim, en doble vertiente: porque las protagonistas son efectivamente gladiadoras de lucha libre, pero también mujeres que padecen la violencia en Ciudad Juárez y la enfrentan. El filme, invitado a la décima edición del evento de Baja California Sur, llevará esta batalla femenina al mundo, no para encontrar culpables ante una realidad que –reflexiona la directora– es inexplicable, sino para mostrar que ellas –Lady Candy, Baby Star, Little Star y Mini Sirenita– “buscan la manera de seguir adelante” con su fuerza.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Lady Candy, Baby Star, Little Star y Mini Sirenita, conocidas así en el ring de lucha libre en Ciudad Juárez, Chihuahua, muestran su ardua batalla por triunfar en un deporte dominado por varones.
Pero no sólo eso: Igual revelan su difícil día a día como mujeres en la peligrosa urbe fronteriza del norte, conocida a nivel mundial desde hace 30 años por los feminicidios, y su misión por parar la violencia.
Literalmente se desenmascaran en el documental Luchadoras (Alemania-México, 2021), dirigido por la venezolana Paola Calvo y el alemán Patrick Jasim, que formó parte de la sección Competencia Los Cabos del Festival Internacional de Cine de Los Cabos, el cual cumplió 10 años, y se efectuó del 10 al 18 de este mes de manera virtual y física en esa ciudad de Baja California Sur, en la capital del país y en Mérida, Yucatán.
Desde 1990 no paran los feminicidios en Ciudad Juárez. A decir de la Fiscalía Especializada de la Mujer en esa metrópoli, durante los primeros siete meses de este 2021 han sido asesinadas 104 mujeres.
Los también cinefotógrafos Calvo (Caracas, 1981) y Jasim (Berlín, 1979) han leído mucho sobre la ciudad industrial. Ella menciona en entrevista por zoom desde la capital alemana:
“Creo que Ciudad Juárez fue el sitio donde se empezaron a visualizar los feminicidios. ¡Lo que ocurre ahí es aterrador! Es un tema que a Jasim y a mí nos llama mucho la atención, independientemente de cuáles son las razones por las que ocurren esos asesinatos, y deseábamos saber cómo vive la gente en un sitio así, cómo viven las mujeres, las familias en general.”
Del cuadrilátero a la pantalla
Paola Calvo se graduó en comunicación audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid en 2005, y hacia 2006 se inscribió en el departamento de cinematografía de la Academia Alemana de Cine y Televisión de Berlín (DFFB), donde conoció a Patrick Jasim. Rememora que la idea de filmar a chicas de la lucha libre fue de éste, pues una amiga luchadora, Miss Kath –quien aparece en el filme–, los contactó con ese mundo deportivo:
“Vivía en Ciudad Juárez y gracias a ella nos metimos más de lleno en la lucha libre y conocimos más esa urbe, y conectamos con todas estas mujeres maravillosas de las que hemos aprendido un montón y con las que hemos vivido experiencias muy bonitas y gratificantes.”
La cinta de 92 minutos, producida por Tumulto, Ingmar Trost, Sutor Kolonko y No Ficción (http://www.noficcion.mx/projects/luchadoras), inicia con la voz en off de Lady Candy:
Mmm…, ¿qué les puedo contar sobre Ciudad Juárez?... La ciudad de las maquiladoras, el lugar donde el capitalismo global se enriquece en el desierto mexicano. En Juárez hay muchas historias. Ella trabajaba en la maquiladora, el camión la llevaba al trabajo, una noche el camión se desvió. Ella tenía mucho miedo. Él le dijo que se callara, si no se callaba, la mataría. Le dijo que si lloraba, le cortaría la lengua. Comenzó a golpearla de forma, pues, muy brutal, de manera muy sádica. La violó, la envolvió toda completa en una cobija.
Ella pensaba que iba a morir, pero sin saber muy bien por qué, consiguió escapar. Le dio vergüenza contárselo a sus familiares, porque decía que le iban a echar la culpa a ella. Tiempo después ahí en el desierto encontraron cuerpos de mujeres mutiladas. ¡Aquí es donde vivimos!...
Calvo expresa que “con las maquiladoras en Ciudad Juárez y la promesa a la mujer de una libertad económica, muchas se sintieron atraídas por esta estructura, cuando la verdad es que ganan muy poco, y años después fueron las víctimas de esta violencia”.
Abunda sobre su compromiso:
“Son empresas multinacionales de Estados Unidos y además hay alemanas, tienen buena imagen, pero cuando empiezas a mirar lo que existe detrás, notas que favorecen la violencia que ocurre en Ciudad Juárez. Entonces, se juntan muchas cosas, muchos factores que nos llevan a meternos en esta ciudad a hacer una película, porque es un grito contra la injusticia, es un grito para llamar la atención, para decir: ¡por favor, cambiemos la forma de pensar!, nuestra forma de organizarnos, porque nos estamos matando, y esa no es forma de vivir.”
Luchadoras es el primer largometraje como realizadores de Calvo y Jasim, pues el filme inicial de éste como director de fotografía, Stubborn boy, se proyectó en 2015 en el Festival de Berlín.
En el documental Lady Candy, trabajadora de una funeraria, desea recuperar a sus dos pequeñas hijas, ya que su expareja se las llevó a El Paso, Texas, y ella carece de visa. Se separaron porque él la golpeaba. Además, su mamá relata cuando mataron a balazos al hermano de la luchadora y visitan la tumba.
Baby Star, quien ya había triunfando en la lucha libre en la Ciudad de México, se regresó a Ciudad Juárez, donde se enamoró y tuvo a su hija, pero desea volver a ocupar un lugar digno y le enseña a su hermana menor, Little Star, todos los secretos. Las dos son hijas de un exluchador.
Mini Sirenita, una mujer de baja estatura, trabaja también en una maquila. Crió sola a su hija, quien radica en la Ciudad de México. La luchadora desea una oportunidad en el cuadrilátero de la capital para encontrarse con ella, que la hará abuela por segunda vez.
Sin menoscabo, todas, con la lucha libre, participan en actos contra la violencia de género y por mejorar la situación.
En el largometraje se incluye la escena de cuando Calvo y Jasim filman en las rejas que separan a México y Estados Unidos, y varios autos sin placas empiezan a tomar fotos a las chicas, y debido al peligro, se van.
El rodaje se efectuó en cuatro viajes durante seis meses de 2019 a Ciudad Juárez. Editaron en las oficinas de No Ficción en la Ciudad de México a finales de ese año. En el actual, Luchadoras ha ganado premios del público en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, España, así como en el Festival de Documental de Thessaloniki, Grecia, y Mejor Documental en el Festival Internacional de Cine de Hof, Alemania.
El encuentro
Como se expuso, los realizadores conocieron a las luchadoras a través de Miss Kath:
“Lo bonito de este proyecto es que se basa en la confianza y en el cariño. Conocimos a muchas luchadoras con historias muy potentes, pero unas vivían en El Paso y no podían ir a Ciudad Juárez, otras tenían niños y no lograban dedicarle tanto tiempo a las grabaciones o no querían mostrarse, pues debían revelar todo lo que son para llegar a formar parte de este proyecto, y se entiende que no aceptaran. Al final la conexión más íntima se hizo con cuatro mujeres.”
Sus batallas –subraya– son universales:
“Todas pelean por justicia, por ser reconocidas y darle un futuro a sus hijas… porque además tres de ellas tienen hijas, niñas, lo cual nos enteramos ya que estábamos rodando. Se identifican con ellas en Alemania, España, India, en fin…”
Para Calvo fue más difícil filmar a Baby Star y Little Star porque llevaban siempre la máscara:
“Nosotros las conocimos a todas como deportistas de lucha libre, ese era el punto de partida de cuando empezamos a grabar, y claramente nos dijeron que no podían quitarse la máscara. No lo hacen por esconderse, sino porque su identidad luchística es con la máscara. No sabíamos si al final iban a quedar en la película porque es complicado entender si funciona una persona a la que nunca se le ve la cara. Estas cosas lo define la magia fílmica, porque mientras grabas no te das cuenta de muchas cosas. Fue un poco más complicado en la filmación que se pusieran la máscara. Al final complementan la historia muy bien.”
Sobre cómo las luchadoras se integran al activismo contra los feminicidios y la violencia en general –según se advierte en el largometraje–, opina:
“El combate contra los feminicidios en Ciudad Juárez surgió desde hace mucho tiempo, aunque se escondía muchas veces porque hubo mucho miedo, pero ha habido un sinnúmero de movimientos, mucha gente ha salido a la calle a denunciar, y es importante que se haga, se visualice. Existe un movimiento feminista en Ciudad Juárez muy importante, mucha gente y organizaciones intentan un cambio, desean una vida digna y poder disfrutar de sus libertades.”
Y no obstante las circunstancias adversas, en el lugar existe una energía positiva muy potente:
“Va a sonar contradictorio, pero la gente no es pesimista, miran hacia delante. Necesitamos como una reeducación emocional a nivel social en cualquier país del mundo, no sólo en México, los feminicidios ocurren en todo el mundo.”
Por lo cual se pregunta:
“¿Por qué se piensa que las mujeres valen menos que los hombres?, ¿por qué hay alguien que piensa que tiene el derecho o el poder de asesinar o agredir a una mujer?”
Se traba, no sabe cómo seguir con las frases:
“Me emociono porque es un tema muy duro, muy difícil. El feminicidio es la punta del iceberg del machismo y la misoginia, y lo tenemos en todo el mundo. Es cómo el ADN de nuestras sociedades. Yo he tardado en darme cuenta. He aprendido mucho, pero no era consciente de las estructuras en las que vivíamos. Pensaba que el machismo era algo que se inventaba la gente porque yo no lo vivía. Nací en el seno de una familia donde se me ha dicho que soy igual a cualquiera otra persona, y eso me lo he creído siempre.”
Para Paola Calvo es fundamental externar el problema:
“Somos las mujeres quienes debemos sacarlo, y bueno, igual los varones, tengo muchos amigos aquí en Berlín que luchan por la igualdad y es importante el diálogo, y decir ¡basta ya!”
De cara a la realidad de Ciudad Juárez, no acaba de entender lo que sucede:
“Es muy triste. ¿Cómo puede haber tanta crueldad en el mundo?, ¿de dónde sale y por qué? He leído mucho sobre teorías, pero no realicé el documental para decir: ‘¡Éste es el culpable!’. El filme es una forma de señalar que estas mujeres, quienes viven en sitios tan peligrosos, buscan la manera de seguir adelante.”
Paola Calvo y Patrick Jasim preparan ya el siguiente proyecto, sin adelantarlo.
Rememora entonces cómo fue que se unió a Luchadoras la empresa mexicana No ficción, fundada en 2017 por Daniela Alatorre, Elena Fortes y Cinépolis:
“Llegamos a No ficción porque por supuesto sabíamos que son las productoras de documentales de México y nos comunicamos por e-mails y llamadas, y al final hubo esta posible colaboración con ellas. Nos ayudaron muchísimo. Me encantaba escuchar sus opiniones sobre películas. Nos pusieron una sala de edición en México y pudimos montarla.”
Se muestra emocionada de que el largometraje haya formado parte de la décima edición del Festival Internacional de Cine de los Cabos:
“Tenemos muchos sueños con esta película, y uno de ellos era ser parte de este festival. Cuando llegó el e-mail fue como ¿qué está pasando?, no cabíamos de la felicidad. Al final lo más bonito de todo esto es que la gente vea la lucha y fuerza de estas mujeres. Que la gente se identifique con ellas. Esto es lo que más me llena, y que las protagonistas se den cuenta de que su batalla es muy grande y muy importante… Porque, bueno, a lo mejor no lo piensan.”
Así podrán conectarse con ellas desde otras partes del mundo, “lo cual es lo más hermoso, que se reconozca su contienda”.
Luchadoras, cuya fotografía es de Jasim, se estrenará primero en Alemania el 8 de marzo de 2022, en el Día Internacional de la Mujer.