The Facebook Files, el principio del fin
El principal objetivo de las redes sociodigitales es acaparar la mayor cantidad del tiempo posible de las personas. Para ello Facebook ha recurrido a avanzados algoritmos, los cuales permiten recolectar abundante información de sus usuarios.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Hasta la semana pasada, la peor crisis en la historia de Facebook se había presentado en marzo de 2018, y fue consecuencia del indebido uso que la firma Cambridge Analytica (CA) dio a la información de 50 millones de usuarios de la principal red sociodigital de Mark Zuckerberg.
Con base en la información que CA obtuvo de Facebook fueron instrumentadas las acciones necesarias para manipular al electorado estadunidense en los comicios presidenciales celebrados en noviembre de 2016.
El trabajo realizado por CA –y no las operaciones de grupos de hackers rusos– fue determinante en el triunfo del empresario Donald Trump, el candidato del Partido Republicano.
Sin embargo, la crisis que se perfila a partir The Facebook Files –los comprometedores documentos internos de Facebook que fueron filtrados por Frances Haugen– podría superar, y por mucho, la gravedad de la crisis que enfrentó Zuckerberg en 2016.
The Facebook Files podría sellar el destino de Facebook.
1. Facebook y Cambridge Analytica
CA fue creada en 2013 como una de las empresas del grupo Strategic Communications Laboratories (SCL). Entre los principales dueños de CA figuró la familia de Robert Mercer, acaudalado administrador estadunidense de fondos de cobertura, quien simpatiza con causas, partidos y candidatos conservadores.
La consultora CA se especializó en la recopilación y análisis de datos para el desarrollo de efectivas campañas publicitarias y políticas.
En 2014 CA participó en 44 campañas políticas en la Unión Americana, combinando la minería de datos, análisis de datos y comunicación estratégica. Además, intervino en el Reino Unido a favor del Brexit.
En 2016, en el marco de las campañas presidenciales en Estados Unidos, CA consiguió la información de 50 millones de estadunidenses, todos ellos usuarios de la principal red sociodigital en el imperio Zuckerberg. Con tal información, CA desplegó una efectiva estrategia propagandística para impulsar la campaña presidencial de Donald Trump, sustentada en inteligentes operaciones de microfocalización.
Alexander Nix, reconocido analista financiero, de origen británico, se desempeñó como director ejecutivo de CA. Tras el escándalo, los principales accionistas de CA pretendieron sacrificarlo: fue despedido. Sin embargo, ello no fue suficiente para contener la crisis en CA, la cual finalmente fue disuelta en mayo de 2018.
Brittany Kaiser, destacada científica de datos, quien laboraba para CA, en el libro La dictadura de los datos (2019) ofreció detallada información sobre la forma como CA operó para asegurar la victoria de Trump sobre Hillary Clinton, la candidata del Partido Demócrata. Kaiser señala que, en la campaña presidencial de Trump, CA efectivamente contó con la decidida cooperación de Facebook.
Tras las delicadas revelaciones realizadas por los diarios The New York Times y The Observer sobre el papel que observó CA en las elecciones celebradas en Estados Unidos, el valor de Facebook registró una abrupta caída, estimada en 7%, en menos de 24 horas. Las pérdidas ascendieron a 37 mil millones de dólares.
Algunas celebridades en Silicon Valley impulsaron una campaña para borrar Facebook (#DeleateFacebook). Zuckerberg no precisamente goza de la estimación de la notable tecnoaristocracia de California.
En mayo de 2018 Elon Musk, dueño de Tesla y, según Forbes, uno de los hombres más ricos del mundo –al igual que Mark Zuckerberg–, expresó severos cuestionamientos a Facebook. Incluso se le atribuye la afirmación de estar dispuesto a comprarla para proceder a destruirla.
Debido a las críticas vertidas por Musk, entusiasta promotor del transhumanismo, el dueño de la firma Tesla fue reconocido como uno de los principales referentes del movimiento #DeleateFacebook, iniciativa atribuida a Brian Acton, uno de los fundadores de WhatsApp.
Además, Tim Berners-Lee, el creador de la web, quien goza de incuestionable autoridad moral en temas de internet, ha expresado enérgicos cuestionamientos a Facebook y a Google. Las grandes ganancias que obtienen las grandes firmas big tech, afirmó Berners-Lee, “se desprenden del uso que dan a toda la información que han acumulado de nosotros”.
Para atajar los delicados efectos de la crisis que detonó el escándalo CA, Zuckerberg decidió en marzo de 2018 publicar una declaración en la que reconoció los graves errores cometidos por Facebook.
Entre las notas de su “arrepentimiento”, Zuckerberg anunció que tomaría medidas inmediatas para reforzar la seguridad en la mencionada red sociodigital y garantizar la efectiva privacidad de los usuarios.
Sin embargo, Zuckerberg suele incumplir con lo que promete.
Por ejemplo, tras la adquisición de WhatsApp, en 2014, voceros de Facebook aseguraron no tener intención alguna de enlazar los perfiles de usuarios de ambas aplicaciones para aumentar la recolección de datos.
Sin embargo, en 2021 Facebook empezó a olvidar sus buenos propósitos.
Una y otra vez, Mark Zuckerberg ha faltado a su palabra.
2. Facebook contra el mundo
En el deterioro de Facebook el punto de inflexión puede ser ubicado en junio de 2017, cuando Zuckerberg decidió modificar la misión de la referida red sociodigital.
La anterior misión de Facebook destacaba el propósito de “conectar al mundo”.
Antes de introducir una nueva misión en Facebook, Zuckerberg pretendía agilizar la penetración de internet en el mundo. Por supuesto que no obraba por filantropía. Más personas en internet representan más “usuarios-producto” en sus redes sociodigitales, ello significa mayores ganancias.
En septiembre de 2014, al amparo de las supuestas bondades del proyecto Internet.org, Zuckerberg incluso se reunió con Enrique Peña Nieto, entonces presidente de México, a quien pretendió convencer de las bondades de su proyecto por un mundo conectado.
La nueva misión de Facebook subrayó la importancia de “dar a la gente el poder de construir comunidad y acercar al mundo”, y remitió al desván del olvido iniciativas como Internet.org. Los algoritmos de Facebook fueron modificados para asegurar el cumplimiento de la nueva misión.
Los complejos algoritmos que respondieron a las exigencias del ambicioso proyecto de expansión de Facebook han generado considerables daños colaterales. El número de usuarios de la red sociodigital parece crecer en proporción directa a la proliferación de noticias falsas y discursos de odio.
En la primera Cumbre Comunitaria de Facebook, celebrada en Chicago en 2017, Zuckerberg destacó el particular interés de la red sociodigital en los “grupos significativos”, aquellos que comparten los gustos e ideas de un determinado usuario y que conectan con otros usuarios con similares intereses.
Facebook entonces estimaba tener 100 millones de usuarios en “grupos significativos”, y pretendía llegar a tener más de mil millones.
3. El dilema de las redes sociales
El docudrama The Social Dilemma (El dilema de las redes sociales) fue estrenado en febrero de 2020 en el Festival de Cine de Sundance, en Estados Unidos. Siete meses después fue incluido en el catálogo de Netflix, alcanzando amplia notoriedad e instalando la polémica sobre los negativos efectos de las redes sociodigitales en amplios círculos de la opinión pública internacional.
La exitosa docuficción, dirigida por Jeff Orlowski, escrita por Orlowski, Davis Coombe y Vickie Curtis (Netflix, 2020), ofrece valiosa información sobre la forma como las redes sociodigitales –particularmente Facebook– se fueron transformando en una seria amenaza para las democracias.
El principal objetivo de las redes sociodigitales es acaparar la mayor cantidad del tiempo posible de las personas. Para ello Facebook ha recurrido a avanzados algoritmos, los cuales permiten recolectar abundante información de sus usuarios.
Con base en toda la información obtenida, Facebook procede a diseñar mejores algoritmos, capaces de generar ambientes más agradables, los cuales permiten obtener mayor cantidad de usuarios, quienes dejarán mayor cantidad de datos. La historia así continúa.
Algunos de los personajes entrevistados en el mencionado docudrama afirmaron que hoy los algoritmos –y no las personas– son responsables de las principales decisiones al interior de la principal red sociodigital en el “imperio Zuckerberg”.
Zuckerberg sabe perfectamente que los algoritmos deciden, y lo permite. Los dividendos siempre son lo primero.
4.- El asalto al Capitolio
En enero de 2021, el estudio Digital 2020: The United States of America, realizado por las firmas We are Social y Hootsuite, estimó la población total en la Unión Americana en 330 millones de personas, considerando 288 millones 100 mil usuarios de internet. La penetración de internet fue establecida en 82%.
Además, fueron estimados 230 millones de usuarios activos de redes sociodigitales. Ello significa que la penetración de las redes sociales ascendía a 70%.
Las redes sociodigitales eran utilizadas por 43% del total de usuarios de internet, quienes en promedio disponían de 8.6 cuentas en diversas redes sociodigitales. El tiempo diario destinado a las redes sociodigitales fue estimado en dos horas y 24 minutos.
En cuanto a las redes sociodigitales y plataformas más utilizadas por los estadunideses, YouTube fue ubicada en la primera posición (79%), Facebook en segundo lugar (74%), y Twitter en el quinto sitio (40%). En el mencionado reporte además fueron estimados 180 millones de usuarios de Facebook, de los cuales 54.6% son mujeres y 45.4% hombres.
Las referidas cifras relativas a la penetración de internet y Facebook en la sociedad estadunidense admiten particular significado en el contexto en el que se desarrollaron los comicios. Debido a las restricciones impuestas por el forzado confinamiento, internet y las redes sociales fueron afirmadas como un medio primario.
Las campañas por la presidencia de Estados Unidos exhibieron la profunda polarización en esa sociedad. Las confrontaciones fueron recurrentes y violentas. Los grupos supremacistas -exhibieron su elemental primitivismo y afirmaron abiertamente su intolerancia.
La espiral de violencia desembocó en la furiosa embestida de los más radicales simpatizantes de Donald Trump, quienes el 6 de enero tomaron por asalto la sede del Congreso de Estados Unidos, en Washington, DC.
El 7 de enero, un día después de la violenta irrupción de simpatizantes del presidente Donald Trump en el Capitolio, Elon Musk responsabilizó a Facebook. Mediante un mensaje en Twitter, Musk señaló que los disturbios registrados en el Capitolio fueron el resultado de un “efecto dominó”, el cual comenzó con una red sociodigital que en sus inicios exhibía a las estudiantes de la Universidad de Harvard, en clara alusión a Harvard Connection, la primera red sociodigital desarrollada por Zuckerberg.
El 11 de enero de 2021 Musk de nueva cuenta arremetió contra Zuckerberg. Recomendó abandonar WhatsApp, en respuesta a los posibles cambios en sus políticas. Forzado por las circunstancias, Zuckerberg pospuso la introducción de nuevos términos en el servicio de WhatsApp.
En febrero Musk pidió a sus seguidores eliminar sus cuentas en Facebook, calificando esa red sociodigital como patética.
En mayo, en una polémica que Musk sostuvo con el director de inteligencia artificial de Facebook, el dueño de Tesla tuiteó: “Facebook apesta”.
La directora de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg, reconoció que en Facebook efectivamente conocían de las protestas que se estaban organizando en línea y habían procedido a eliminar de la red sociodigital a algunos grupos violentos, como Proud Boy, QAnon y Stop the Steal.
Stop the Steal había alcanzado 320 mil seguidores en Facebook antes de ser eliminado en Facebook. Sin embargo, el -hashtag fue prohibido cinco días después del asalto al Capitolio.
Además, agrupaciones como Parler Might aprovecharon las bondades de Facebook en materia de “grupos significativos” para la organización misma de los extremistas que tomaron por asalto el edificio del Capitolio.
5.- El gobierno de Estados Unidos contra Facebook
Los abusos de Zuckerberg parecen haber colmado la paciencia de la élite de la política estadunidense. Demócratas y republicanos coinciden en la necesidad de contener y limitar al imperio Zuckerberg, convertido ya en un auténtico problema de gobernabilidad. Por ello han impulsado algunas demandas para separar Facebook y WhatsApp.
Los argumentos jurídicos que ha destacado el gobierno de Estados Unidos son las recurrentes prácticas en las que ha incurrido Facebook, contrarias a la innovación y a la libre competencia, amén del pobre respeto a la privacidad de la información confiada por sus usuarios.
Zuckerberg definitivamente no parece dispuesto a corregir ni la misión de Facebook ni sus algoritmos. Como ha señalado Frances Haugen, Facebook no ha mostrado ni disposición ni capacidad para autorregularse.
6.- Limpiar imagen
El viernes 4 de junio el británico Nigh Clegg –Sir Nicholas William Peter Clegg–, vicepresidente de asuntos globales de Facebook, quien se desempeñó como viceprimer ministro en el gobierno de David Cameron, anunció la suspensión en Facebook e Instagram de las cuentas del expresidente Donald Trump, por dos años.
La primera suspensión a Trump fue impuesta por Facebook el 7 de enero de 2021, un día después del violento asalto al Capitolio. Trump aún desempeñaba las funciones de primer mandatario en la Unión Americana. En Facebook consideraron que dos publicaciones de Trump violaron las normas establecidas por la referida red sociodigital en materia de discursos de odio.
A través de ese golpe mediático, Zuckerberg buscó limpiar la imagen de Facebook y restar fuerza a los procesos que ha seguido la administración del presidente Biden contra la red estelar del imperio Zuckerberg. Además, mediante la referida maniobra, Zuckerberg pretendió apartar al gobierno de Biden del propósito de anular la adquisición de WhatsApp, operación que ha sido motivo de no pocas objeciones tanto de representantes demócratas como republicanos.
7. Las dimensiones del imperio Zuckerberg
Hoy el valor de Facebook supera al Producto Interno Bruto de un considerable número de naciones. Además, Facebook suele eludir el cumplimiento de las obligaciones fiscales que debería observar y cumplir en todos los países donde opera.
De acuerdo con lo asentado en la reciente actualización del estudio Digital 2021 April Global Statshot Report (abril de 2021), realizado por las firmas We are Social y Hootsuite, cuatro de las cinco plataformas sociodigitales que controla Mark Zuckerberg cuentan con el mayor número de usuarios: 1.- Facebook (2 mil 797 millones), 3.- WhatsApp (2 mil millones), 4.- FB Messenger (mil 300 millones) 5.- Instagram (mil 287 millones). La segunda posición corresponde a YouTube, propiedad de Alphabet, y cuenta con 2 mil 291 millones de usuarios.
Según lo asentado en el reporte de Forbes sobre las marcas más valiosas del mundo, Facebook fue ubicada en la quinta posición, y su valor fue estimado en 70 mil 300 millones de dólares.
En un estudio similar realizado por la firma Kantar (Kantar Brandz 2021 Most Valuable Global Brands), Facebook fue ubicada en la sexta posición y su valor fue establecido en 226 mil 774 millones de dólares. Además, Instagram fue instalada en el decimoctavo sitio entre las 100 marcas más valiosas en el mundo, y su valor fue estimado en 82 mil 904 millones de dólares.
8. The Facebook Files
El 13 de septiembre The Wall Street Journal publicó las primeras notas relativas a la objetable ética empresarial observada en Facebook, a partir de documentos internos de la propia red sociodigital. El diario por supuesto se reservó la identidad de sus informantes.
Sin embargo, la identidad de la informante fue revelada en días recientes: Frances Haugen, de 35 años, científica de datos que hasta finales de 2020 laboró en Facebook en el área de Integridad Civil. Haugen filtró documentos internos de Facebook a determinados senadores estadunidenses y a periodistas del diario The Wall Street Journal.
A finales de 2020, después de la celebración de los comicios presidenciales en la Unión Americana, Facebook decidió desmantelar el equipo de “integridad civil”, el cual fue creado “para servir primero al interés de la gente, no al de Facebook”.
En su intervención en el programa de televisión 60 Minutes, de la cadena CBS, Haugen acusó a Facebook de estimular de forma deliberada los contenidos polarizantes, el discurso del odio y la desinformación, por considerar que éstos reportan mayor tráfico y mayores dividendos.
Además acusó a Instagram de estimular la inseguridad entre niños y adolescentes, señalando que Zuckerberg considera como una “mina de oro” los datos que dejan en Instagram los niños y adolescentes.
El 5 de octubre Haugen fue invitada por la Subcomisión de Protección del Consumidor a comparecer en el Senado de Estados Unidos, en Washington DC, donde ratificó lo afirmado sobre Facebook, Instagram y Zuckerberg.
“Facebook quiere que creas que los problemas de los que hablamos son irresolubles. Quieren que creas que debes elegir entre conectarte con tus seres queridos y tu privacidad personal. Que para compartir fotos divertidas de tus hijos también debes ser inundado con desinformación. Quieren que creas que esto es simplemente parte del trato. Hoy estoy aquí para decir que eso no es cierto.”
La tarde de ese martes, Zuckerberg rompió el silencio que venía observando, y puntualizó: “Muchas de las afirmaciones (vertidas por Haugen) no tienen ningún sentido”.
9. Con el apagón, ¡qué cosas suceden!
El lunes 4 de octubre, durante poco más de seis horas, las plataformas del imperio Zuckerberg resultaron inaccesibles en el ciberespacio. Muy poco hizo Facebook para atenuar los rumores y la desinformación. Fue evidente que la crisis le sorprendió y le superó.
En un escueto mensaje, WhatsApp fue el primero en informar del apagón: a las 12:16 pm. ET, 35 minutos después de que esa app dejara de cargar nuevos contenidos. Seis minutos después, a través de Twitter, Facebook informó de la interrupción en el servicio y ofreció disculpas. El mensaje de Instagram fue publicado a las 12:25 pm, hora del este.
Las primeras explicaciones de los voceros en el imperio Zuckerberg, relativas a problemas en el DNS, efectivamente resultan factibles, mas poco creíbles si consideramos el contexto, y que la interrupción se presentó en varias plataformas.
Anonymous se atribuyó la responsabilidad en la caída de Facebook. Sin embargo, también resulta factible suponer que quizá Zuckerberg pretendió darnos una lección de lo que podría ocurrir en el mundo sin sus plataformas –un día sin Facebook y sin WhatsApp–, por considerar que, para muchas personas, Facebook es internet.
Sin embargo, la verdadera caída de Facebook empezó antes. Dio inicio cuando Haugen decidió dar a conocer pormenores de la verdadera filosofía empresarial de Mark Zuckerberg.
*Doctor en ciencias sociales. Director de la maestría en comunicación y cultura de la Universidad Central del Ecuador.