México, en ruta hacia una larga recesión
Para José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, el país va hacia una profunda y prolongada recesión. Los yerros de la 4T, que no aplicó una reforma fiscal ni atendió la crisis que se atisbaba desde antes de la pandemia ni defendió los empleos, hoy tienen al país postrado; pero eso no parece preocuparle al presidente López Obrador, quien asegura que hay que darle “gracias a la vida”.
CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Desde su campaña hasta su triunfo electoral hace un par de años, el presidente Andrés Manuel López Obrador se manifestó por cambiar la política económica “neoliberal” aplicada en las últimas décadas en México. Sin embargo su gobierno, más allá de la austeridad, no ha encontrado la fórmula correcta para reducir la desigualdad ni para darle cauce al crecimiento, en una circunstancia marcada por los estragos en la economía que ha dejado el covid-19.
“El presidente fue acertado en señalar que el modelo económico previo se había agotado. Eso, creo, no está a discusión; pero no tiene una propuesta de un modelo económico amplio e integral, que además cuente con los artífices para implementarlo”, comenta a Proceso José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Y agrega: “Sí hay una parte ideológica, en la que hay una nueva visión de economía política, pero que enfrenta dos elementos: uno, la circunstancia, el coronavirus no estaba mapeado; y dos, una recesión que en México comenzó antes –con una caída del PIB de 0.1% en 2019– y que no se pudo o no se quiso reconocer y atacar”.
La semana pasada el FMI recortó su pronóstico de crecimiento económico para el país a una caída de 10.5% para 2020, ante la falta de un plan fiscal más sólido, impulsado por el gobierno, para solventar la actual crisis derivada de la pandemia.
De hecho, entre las economías emergentes México es el país más impactado, pues en promedio el FMI espera que las economías en desarrollo tengan una recesión de 3%; mientras que para América Latina y el Caribe prevé un desplome de 9.4%.
Eso no es todo: aunque la 4T renunció a recurrir a mayor deuda para enfrentar la inevitable recesión provocada por el confinamiento, el organismo internacional advirtió que la deuda bruta como proporción del PIB de México pasará de 53.7% en 2019 a 65.9% en 2020.
En su reporte Actualización de las perspectivas de la economía mundial: una crisis como ninguna otra, una recuperación incierta, el FMI dejó ver que no sólo durante el confinamiento países como México necesitarán fuertes apoyos fiscales, sino también en la reactivación económica y en una etapa posterior.
“En aquellos países que están saliendo del confinamiento, las políticas fiscales deberían centrarse en abandonar gradualmente las medidas de apoyo firme para proporcionar apoyo mejor focalizado a los hogares, teniendo en cuenta el grado de informalidad en la economía.
“Una vez que la pandemia esté controlada, el estímulo fiscal general para respaldar la recuperación podría centrarse en la inversión pública, incluida la infraestructura física y digital, los sistemas de atención de la salud y la transición a una economía de bajo nivel de emisiones de carbono”, señaló el organismo dirigido por la búlgara Kristalina Georgieva.
Fragmento del reportaje publicado el 28 de junio en le edición 2278 del semanario Proceso, en circulación
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