Las fosas comunes en el Morelos de Graco Ramírez

viernes, 17 de julio de 2020 · 20:14
Si los protagonistas verdaderos fueron enterrados en fosas comunes de Jojutla y Tetelcingo –cuando gobernaba Morelos el perredista Graco­ Ramírez–,­­­ el papel central de Volverte a ver corresponde a la ira de sus familiares,­ mujeres en su mayoría. Algunas de ellas entrevistadas aquí exigen justicia con las videoactivistas Carolina Corral, Magali Rocha y Merle Ilina,­ esta última encargada de promover “el impacto” del documental, que participa en el prestigiado Festival de Sheffield, Inglaterra. CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En Volverte a ver se testimonia cómo la cineasta independiente Carolina Corral Paredes filma con su cámara discreta a Tranquilina Hernández y Angélica Ramírez –quienes buscan a sus hijas desaparecidas–, y a Edith Hernández –cuyo hermano fue secuestrado y asesinado. Las tres mujeres son peritos forenses en la exhumación de 84 personas enterradas en secreto por funcionarios públicos morelenses, en una fosa común del Panteón Municipal de Jojutla. Este conmovedor documental de 90 minutos es un arduo recuento del trabajo de los colectivos de familiares desaparecidos entre 2016 y 2017 en Morelos, que detalla lo sucedido en las sepulturas comunes abiertas por la fiscalía de ese Estado hacia 2014 en Jojutla y Tetelcingo, cuando gobernaba el perredista tabasqueño Graco Ramírez Abreu. Corral Paredes, antropóloga visual por la Universidad de Manchester, Inglaterra, cuenta vía Zoom: “Radico en Tepoztlán, y en 2016 circuló la noticia de que estaban desenterrando cuerpos, gracias a que María Concepción y Amalia Hernández, madre y tía de Oliver Wenceslao, secuestrado y asesinado en 2013, descubrieron que a este chico lo habían inhumado ilegalmente en Tetelcingo.” Apelaron a que escarbaran la fosa y les entregaron el cuerpo. “Me sorprendía mucho que estuvieran exhumando cuerpos tan cerquita de donde habito, y me lancé a realizar un pequeño reportaje, porque la productora Magali Rocha y yo pertenecemos a colectivos de videoactivistas. Llegando ahí se desenvolvió una historia mucho más grande y, además, como que a la gente no le movía mucho eso; ya está muy acostumbrada a la violencia, y por lo mismo decidimos hacer un largometraje.” Como enseña el filme, al año de desen­terrar 177 cuerpos en las fosas comunes de Tetelcingo, en la organización no gubernamental Regresando a Casa Morelos tomaron un curso de Ciencias Forenses, para escribir los datos pertinentes de los cadáveres y dibujarlos. Así comprobaron que la fiscalía no efectuó ningún registro de los fallecidos para mostrarlo, en caso de que fuesen efectivamente las personas desparecidas que andaban buscando sus familiares. En total, la fiscalía enterró allí más de 200 cuerpos sin una investigación forense previa; aunque sólo sacaron 84 debido a que se toparon con cuatro ataúdes legalmente sepultados, y estas tumbas impidieron proseguir con la excavación del resto de los desconocidos en 2017. Volverte a ver asienta que aún no se sabe la identidad de 106 cuerpos hallados en Tetelcingo, mientras que de las 84 personas encontradas en Jojutla se desconocen resultados de su ADN, “y aún falta gente por desenterrar”. El documental formaba parte de la programación de la 35 edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, a efectuarse del 20 al 27 de marzo pasado, suspendido por la pandemia. Sin embargo, fue estrenado a nivel internacional durante la 26 edición del Sheffield Doc/Fest, efectuada por el covid-19 de manera virtual al sur del condado de Yorkshire, Reino Unido, del 10 de junio al 10 de julio. Fue el único largometraje mexicano entre los 115 filmes que conformaron la selección oficial de este encuentro de documentales, el tercero más importante a nivel mundial. [caption id="attachment_638782" align="aligncenter" width="474"] Carolina Corral, directora del documental. Foto: Especial[/caption] Rayo de esperanza Tranquilina Hernández y Angélica Ramírez, también por Zoom, coinciden en que Volverte a ver les da esperanza para que a nivel nacional conozcan su situación y en el resto del mundo se sepa que en México “desde 2006 hay más de 60 mil personas desaparecidas y 250 mil han muerto”, haciendo un llamado a las autoridades “para identificar a más de 27 mil cuerpos en fosas comunes o instalaciones periciales que buscan retornar a su casa”. Tranquilina Hernández agrega que lo importante es que se vea el rostro de su hija Mireya, quien desapareció el 13 de septiembre de 2014: “La estoy buscando. Se la llevaron de Cuernavaca, y si se halla en otro lugar, quizá pueda ver esta cinta y sepa que la busco y pueda sobrevivir si se encuentra en una circunstancia difícil. O si alguien la vio, me lo haga saber.” Relata que su hija se levantó tarde ese 13 de septiembre. Que llegó su novio, con el que llevaba saliendo un año y ocho meses. Lo acompañó a dejar unos útiles porque él estudiaba. Tras media hora, no llegaban. Le llamó varias veces al celular y la mandaba a buzón. Enfatiza: “Salí a la calle y el muchacho allí estaba sentado. Le pregunté por Mireya y me respondió que no sabía. Él sabe dónde está mi hija. Una vez estábamos viendo en la televisión un programa sobre una niña desaparecida de su hogar, y ella me dijo: ‘Mamá, si yo desapareciera, ¿qué harías?’. Le dije: ‘¡Ay, hija, te buscaría hasta por debajo de las piedras!’.” Angélica Ramírez añade que el largometraje informará, “porque los gobiernos normalmente tratan de obstaculizar o de tapar la verdad, siempre están maquillando cifras. Aquí se ve cómo la delincuencia los desapareció una vez y el gobierno vuelve a desaparecerlos. Es una doble desaparición de las personas”. Su hija, Viridiana Anaid Morales, ya no retornó luego de asistir a un campamento el 12 de agosto de 2012. La mamá señala a este semanario: “No han dado a conocer la identidad de todos esos cuerpos a los que se les tomó una muestra. Espero que con el documental se presione al gobierno de Morelos a retomar ese asunto. Para mí Volverte a ver va a mover conciencias en otras naciones y van a voltear hacia acá y ojalá ofrezcan su ayuda porque el pretexto para no continuar es que no hay recursos.” Y también Edith Hernández rememora, vía telefónica, que Tetelcingo se destapó “gracias a la lucha que realizaron aquí en Morelos las mamás, el poeta Javier Sicilia y el entonces rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Jesús Alejandro Vera Jiménez” (quien renunció en noviembre de 2019 a la dirección del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Morelos (CCyTEM). “Graco Ramírez decía que ahí todos los cuerpos estaban debidamente identificados y que se encontraban puras personas de la delincuencia organizada, y uno de los cuerpos exhumados era mi hermano. Mi incertidumbre es qué van a hacer con todos esos que ya han sido exhumados pero no están debidamente identificados. La fiscalía no se ha preocupado por saber quiénes son esas personas, no entregan resultados ni la policía científica ni la Procuraduría, ¡y ya estamos en 2020! Alargan el sufrimiento de las personas. A mi familia nos hubieran ahorrado cuatro años de búsqueda y sufrimiento si la fiscalía hubiera hecho debidamente la identificación del cadáver. “El dolor que sientes al no saber dónde se encuentra un familiar es día tras día, noche tras noche, y si pudieran quitar horas o un mes de ese sufrimiento, sería una buena labor. Al hallar sus restos se nos quitó de encima un peso y mis otros hermanos volvieron a sonreír, porque en las reu­niones estábamos serios y era llorar y llorar, ya se veían afectados los nietos, los sobrinos, las nuevas generaciones sólo de vernos. Hubo un cambio hasta en los infantes de la familia al encontrar a mi hermano.” Las nuevas investigaciones sobre los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, le inyectan un rayito de confianza: “Que hayan reconocido los restos de Christian Alfonso Rodríguez es la razón de la resistencia y la fortaleza que se posee, al continuar de pie las búsquedas. Inyecta vida y resistencia, nos reafirma que sí podemos encontrar a más gente.” Concientizar Para Corral, nacida en enero de 1984 en Querétaro, fue fácil trabajar con Regresando a Casa Morelos, por tratarse de un grupo muy solidario: “Fue un poco dibujarles el mapa de que iba a ser una colaboración larga, no sólo un reportaje. De que las íbamos a estar molestando varias veces durante el año y volver a hacer rodajes posteriores a las exhumaciones. Fueron casi cinco años de trabajo. Y es muy importante que el documental se estrenara internacionalmente, porque eso empieza a hacer ruido en México.” La película se financió con fondos para la Producción Cinematográfica de Calidad (Foprocine) y el Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), Ámate Films y Colet & Co, más el apoyo de Bertha Fundation, Chicken Egg Pictures, Fundation AlterCiné y Splendor Omnia Postproduction Studios. Magali Rocha, productora nacida en mayo de 1989 en Morelos, expresa que el acceso a la fosa no se complicó “porque también la prensa estaba autorizada para permanecer ahí, pero no dejaron ingresar a la zona cero”. [caption id="attachment_638781" align="aligncenter" width="560"] Magali Rocha, productora. Foto: Especial[/caption] Merle Ilina, nacida en enero de 1991 en Coahuila, es la encargada de la campaña de impacto de Volverte a ver. Antes participó en el colectivo Todos Somos Jorge y Javier para Hasta los dientes, ópera prima de Alberto Arnaut sobre Jorge Mercado Alonso y Javier Arredondo Verdugo, dos estudiantes del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) asesinados por el Ejército mexicano en 2010. Dice por Zoom: “La intención de esta campaña es, en primer lugar, canalizar apoyo y empatía hacia la situación de todos los familiares que buscan a sus seres queridos; exigir identificar a las personas que se encontraron en las fosas de Morelos, y reabrir la fosa de Jojutla para recuperar los demás cuerpos. Cuando finalice la pandemia deseamos llevar Volverte a ver a instancias políticas, a la Cámara de Senadores, espacios culturales, universidades; además, sabemos que 2021 será un año electoral y queremos ayudar a posicionar el tema de estas fosas del Estado y también el de la desaparición.” [caption id="attachment_638783" align="aligncenter" width="675"] Merle Ilina, productora de impacto. Foto: Especial[/caption] A mediados de junio, Rocha e Ilina proyectaron Volverte a ver al conjunto de colectivos Familiares de Desaparecidas y Desaparecidos Nacional que tenían plantón frente a Palacio Nacional, el cual duró 28 días. Tras ir a ayudarles porque una fuerte lluvia inundó el lugar donde estaban instalados, decidieron mostrar la película sólo a ellos. La crítica y periodista de cine chilena Pamela Biénzobas, de la revista especializada Ubiquarian, publicó el pasado mes sobre Volverte a ver: “El panorama de secuestros, asesinatos, desapariciones forzadas y otras atrocidades cometidas por décadas y a diario en México durante la democracia, es un fenómeno turbio difícil de ocultar… La clave al tono del filme es la cámara discreta que observa sin interferir, ya sea a una distancia respetuosa casi clínica, o hundiéndose de manera indiscernible, manteniendo su influencia presente a muy bajo perfil… Cuando la gente habla ‘a la cámara’ es porque se dirige con alguien más (prensa, servidores públicos…) e incluso en las raras conversaciones o en los encuentros grupales nocturnos, la interacción se mantiene bastante espontánea…”.

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