El uso de Mifos, un software de código abierto para operar el Banco del Bienestar, entraña riesgos para la seguridad de éste, que se encarga de impulsar los ambiciosos proyectos sociales del actual gobierno. La decisión se tomó con el fin de ahorrar recursos públicos, pero a costa de pasar por alto una opinión previa del Comité de Tecnologías de Información del banco, de anular una licitación y de triangular recursos hacia una empresa de reciente creación sin experiencia con instituciones de crédito.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– La nueva estrategia del gobierno federal de hacer uso de software libres para generar ahorros en la administración pública puede poner en riesgo las operaciones, la seguridad y la confidencialidad de la información del Banco del Bienestar, el principal dispersor de los recursos de los programas sociales.
La Presidencia de la República, por medio del coordinador de la Estrategia Digital Nacional, Carlos Emiliano Calderón Mercado, dio el visto bueno para que el cerebro del banco (core bancario) sea un software de código abierto a cargo del Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación (Infotec), que pertenece a la red de centros públicos de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Sin embargo, para la implementación del software, Infotec subcontrató a una startup (empresa de reciente creación y supuestamente con grandes posibilidades de crecimiento) creada en 2017, sin oficinas físicas ni experiencia con instituciones bancarias: Fintecheando.
La trama comenzó en octubre del año pasado, cuando el Banco del Bienestar, antes Bansefi, pidió ofertas a siete proveedores en un proceso de licitación por invitación restringida, para contratar un nuevo sistema de core bancario que soporte la operación de un banco que pretende tener 2 mil 700 sucursales (más que BBVA, con mil 834, y Santander, con mil 411), más de 30 millones de clientes y más de 20 mil puntos de acceso.
El banco recibió las propuestas, pero detuvo el concurso sin darles ninguna explicación a los participantes.
En vez del concurso, extendió el contrato que tenía con Infotec, mediante adjudicación directa, para la prestación de servicios de fábrica de software, entre ellos el mantenimiento del “data center” y el core bancario de licencia que tenía desde hace varios años, pero ya obsoleto, del proveedor Temenos, que según el IBS Intelligence Sales League Table 2019 es líder en ventas de sistemas bancarios.
En teoría, el contrato DJN-SCOF-1C.10-06-1-2019-009, por 135 millones 981 mil 256 pesos y del cual Proceso tiene copia, tendría una duración de sólo tres meses: del 14 de junio al 30 de septiembre de 2019. Pero sufrió modificaciones en dos ocasiones con el propósito de ampliar su vigencia hasta el 31 de marzo de 2020, “para no interrumpir la operación diaria del Banco del Bienestar”.
De acuerdo con el contrato registrado en el portal de compras gubernamentales Compranet, en un esquema de triangulación de recursos Infotec subcontrató a Fintecheando, SA de CV, para el desarrollo del core bancario de código abierto.
Dicho contrato para el “servicio de implementación de plataforma tecnológica de core bancario” fue otorgado por adjudicación directa y por 62 millones 514 mil pesos, con vigencia de dos meses y medio: del 16 de enero al 31 de marzo de 2020. Esa cantidad equivale a 46% del monto original del contrato del Banco del Bienestar con Infotec.
Pero al tratarse de un software de código abierto su licencia es gratuita, por lo tanto el monto del contrato sería sólo para implementarlo.
El contrato entre el Banco de Bienestar e Infotec señala que los servicios requieren de un proveedor “con un alto nivel de madurez” en sus procesos y que el licitante debe acreditar su experiencia a través de la certificación CMM1-DEV Nivel 3.
Aunque Infotec cuenta con dicha certificación, Fintecheando, encargado de implementar el software, no la tiene, como se comprobó en el registro público CMMI Institute.
Por si fuera poco, fuentes cercanas a la institución dicen a la reportera, a condición de no revelar sus nombres, que el Banco del Bienestar tiene dificultades para operar porque el nuevo software todavía no funciona e Infotec no está prestando el servicio del mantenimiento del core bancario, pese a que ambos contratos caducarán el próximo martes 31.