Revista Proceso

Los militares "sí estaban agraviados": el abogado de Cienfuegos

Luego de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos se desistiera de los cargos contra Cienfuegos, el general estaba seguro que no iba a ser detenido al momento de su llegada a México, por lo que ni siquiera solicitó un abogado para enfrentar esa diligencia.
lunes, 23 de noviembre de 2020 · 06:59

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- La Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) es la instancia que recibió en México el expediente elaborado por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) con el que se pretendía enjuiciar en una Corte de Distrito de Nueva York al exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, por narcotráfico y lavado de dinero.

De acuerdo con fuentes de la Fiscalía General de la República (FGR), un fiscal de SEIDO fue el encargado de notificar al general sobre el inicio de la carpeta de investigación en su contra por los señalamientos que le hizo la DEA tras su detención en California, Estados Unidos.

Luego de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos se desistiera de los cargos contra Cienfuegos, el general estaba seguro que no iba a ser detenido al momento de su llegada a México, por lo que ni siquiera solicitó un abogado para enfrentar esa diligencia realizada de forma exprés en el Aeropuerto Internacional de Toluca. 

Rafael Heredia, abogado del general, reconoce que había una promesa de las autoridades mexicanas de que se iba a respetar la libertad del militar retirado, por lo que no fue necesaria la asistencia legal de otro litigante en su arribo al país.

En entrevista con Proceso, el penalista afirma que todavía no conoce las pruebas del expediente enviado por la Fiscalía de Estados Unidos a la FGR para tratar de imputar al general delitos de lavado de dinero y tráfico de drogas. Explica además que todavía no ha hablado con el general debido a que no pudo viajar con él.

Las autoridades “habían hecho público que él (Cienfuegos) llegaba libre. Si yo no le creo a la autoridad, estoy amolado. Yo le creo obviamente al señor canciller y habría que aplaudirlo abiertamente. Debo de dar las gracias al presidente López Obrador y al presidente Trump; a William Barr, titular de la Fiscalía de Estados Unidos; al fiscal Alejandro Gertz Manero y, obviamente, al canciller Ebrad por la gestión diplomática que hicieron, en base a un acto totalmente legal”, señala.

Añade que confía de manera plena en la inocencia de Cienfuegos y revela que ambos tienen una vieja relación de amistad que trasciende los cargos que ha ostentado el general divisionario, por lo que en este caso la confianza existente entre los dos “va más allá de la que hay entre cliente y abogado”.

Generales agraviados

El abogado reconoce que en el Ejército mexicano, y particularmente entre los militares retirados, existe una gran molestia por la detención del general Cienfuegos, a quien consideran como un mando “intachable”.

 “Mire, no es malestar por el hecho, es por la gran labor y la gran carrera del general Salvador Cienfuegos. Tiene 55 años sirviendo a México. Entró a los 14 años al Colegio Militar y hasta hoy es un general en retiro. Entonces, en el Ejército mexicano se dieron por agraviados todos los militares y muy, muy agraviados, los generales y los militares retirados. Ellos sí estaban muy molestos, porque conocen la integridad de Salvador Cienfuegos”, sentencia.

A pesar de esa molestia, Rafael Heredia rechaza que la cúpula militar haya presionado o amenazado al presidente López Obrador para que intercediera por Cienfuegos ante las autoridades de Estados Unidos y argumenta que “la lealtad” del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicana con el mandatario mexicano “no está a prueba”.

“De esa molestia a que amenazaran al presidente, pues los militares no son así. Los militares tienen una cosa muy importante que es la lealtad, por eso celebran el 19 de febrero el Día de la Lealtad. Entonces, ellos son leales a México antes que a nadie, igual que lo fue Salvador Cienfuegos, desde los soldados del Ejército mexicano y hasta los miembros de la Marina Armada de México son gente muy ordenada”, sostiene.

En este sentido, no duda en que el gobierno de López Obrador y el actual secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, hayan trabajado de manera conjunta para lograr el traslado a México de Cienfuegos por la vía diplomática.

–¿Entonces, no hay molestia entre las cúpulas castrenses por las declaraciones de López Obrador de realizar una limpia en la Secretaría de la Defensa Nacional?, se le cuestiona.

–Yo creo que no, pero de lo que sí estoy seguro es que si trabajaron conjuntamente, no me consta, pero estoy casi seguro, porque el actual secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, pues seguramente también intervino en todo lo que se hizo a nivel diplomático, entre las dos naciones, dice.

Fuentes oficiales admitieron que el malestar castrense es parte de las dificultades que deberá enfrentar la FGR durante sus indagatorias sobre el general Cienfuegos.

Otro de los retos para el fiscal del caso, cuyo nombre se mantiene en reserva, será la homologación de pruebas, en particular de la intercepción de llamadas y mensajes que supuestamente Cienfuegos entabló con el líder del Cártel H-2, Juan Francisco Patrón Sánchez, alias El Patrón o El H-2.

Fuentes judiciales en México consideran que las comunicaciones interceptadas por autoridades estadunidenses podrían ser invalidadas por juzgados y tribunales de nuestro país, ya que no fueron autorizadas por jueces mexicanos, violando así el debido proceso en territorio nacional.

Ante cualquier escenario, el abogado Rafael Heredia pide no caer en especulaciones: “No me gustaría adelantar nada, soy malísimo para especular y menos con un asunto judicial tan delicado como los hechos que le imputaron a mi amigo, el general Cienfuegos”.   

Expediente sellado

Durante una semana, el abogado Heredia estuvo en Nueva York para auxiliar a los defensores de Cienfuegos en Estados Unidos. No obstante, sostiene que ni en la Unión Americana ni en México ha logrado conocer las pruebas que existen para tratar de acreditar las acusaciones de que el general protegió al grupo delictivo comandado por el H-2, a quien presuntamente proporcionaba información sobre operativos e informantes de la DEA, a cambio de sobornos millonarios, según la acusación presentada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

“Ni yo ni nadie tiene esas copias que nos informaron habían enviado de la Fiscalía de los Estados Unidos a la Fiscalía de México. Nadie las conoce, ni esas 700 hojas ni ninguna prueba de ningún orden, no conocimos nada, lo único que conozco yo y que conocen los abogados de Nueva York –quienes terminaron su gestión– es el Indictment, o sea la acusación que llegó al jurado, así como el equivalente a la orden de aprehensión que existió contra el general por tres delitos contra la salud y uno de lavado de dinero”, afirma.

Sobre las conversaciones interceptadas que obran en el expediente, el abogado explica que aún cuando se mencionan en la acusación, esas evidencias tampoco están disponibles para consulta, por lo que deberá esperar a que la FGR le dé acceso a la carpeta para hacer un pronunciamiento.

“En esos documentos no viene ninguna prueba. Se menciona algo de unas grabaciones de Blackberry, se menciona algo también respecto a unos testigos protegidos, obviamente no sé quién ni nada, ahí hay nombre, un nombre que yo no me recuerdo, que habla de alguna organización criminal. Eso es todo lo que yo sé, igual que todo mundo”, revira.

El penalista –que logró gran notoriedad pública por su participación en el documental Presunto culpable– descarta por el momento presentar un amparo a nombre del general y señala que el primer paso de la defensa será solicitar una cita con el fiscal de la SEIDO encargado del caso.

“Yo creo que el amparo (hoy) no es prudente. En su momento se presentará un amparo a efecto de que nos hagan saber en qué consiste esta acusación, en qué consisten las probanzas o los documentos o lo que hayan mandado de Estados Unidos. Yo considero mejor pedir una cita al agente del Ministerio Público de la federación que conozca de este asunto, para efecto que una vez que lleve a cabo toda la revisión de la denuncia, se revise si procede o no”, aclara.

Rafael Heredia no descarta que la acusación presentada en Estados Unidos sea desestimada por la FGR por falta de elementos y reitera que el general Cienfuegos está a disposición de la fiscalía para cualquier diligencia que requieran las autoridades ministeriales.

“Vamos a ver primero si procede la cita, porque qué tal que ni siquiera procede porque no hay elementos, eso espero yo, que ni siquiera haya elementos. Pero también nosotros vamos a ser muy puntuales en respetar el sistema penal acusatorio. Entonces, el día de ayer el general Cienfuegos hizo saber a las personas de la fiscalía sus teléfonos y la dirección en la que puede ser localizado para el caso de una cita o de que sea necesario que comparezca”, puntualiza. 

Texto publicado en la edición 2299 del semanario Proceso cuya versión digital puedes adquirir aquí. 

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