BERLÍN (Proceso).- En Alemania cada tercer día muere alguna mujer por agresiones físicas cometidas, en su mayoría, por su pareja o por un excompañero. Estadísticamente hablando, cada hora, al menos, alguna mujer es herida de gravedad. Los datos oficiales más recientes, correspondientes a 2018, revelan que cada día hay un intento de asesinato, y que son mujeres 81% de las víctimas de violencia, como homicidios, lesiones graves, violaciones, abuso sexual, amenazas, prostitución forzada y privación de la libertad. En 2018, 114 mil fueron las afectadas.
Durante años, la violencia de género en Alemania no fue vista como tal. De hecho, en los medios de comunicación rara vez se utiliza la palabra feminicidio porque aún hay quien considera que la violencia ejercida contra la mujer –que en la mayoría de los casos ocurre en los hogares– es un asunto privado.
Fue hasta 2015 cuando, por primera vez, la Oficina Federal de Investigación Criminal alemana (BKA) elaboró un análisis detallado que permitió saber hasta qué punto y qué medida la policía conocía la violencia dentro de las relaciones de pareja; esto es, la relación entre el victimario y la víctima. Ya entonces se determinó que el asesinato, homicidio sin premeditación, la violencia sexual y las lesiones corporales contra las mujeres sucedían con frecuencia dentro de las relaciones y en sus casas.
Consultado por Proceso, el Ministerio para la Familia, Adultos Mayores, Mujeres y Jóvenes señaló que tales datos corresponden con las acusaciones presentadas, pero que los casos no denunciados pueden ser mucho mayores.
“La llamada cifra negra revela que una de cada tres mujeres en Alemania se ve afectada por la violencia al menos una vez en su vida. Es decir, ésta no procede únicamente de la pareja o expareja. Estadísticamente, son más de 12 millones de mujeres las afectadas”, precisó la oficina de prensa de la dependencia.
De ahí que no resulta extraño que el performance “Un violador en tu camino” haya tenido eco en distintas ciudades alemanas, como Berlín, Colonia, Frankfurt y Hamburgo.
Y aunque en todos los casos se trató de una respuesta a la convocatoria que el colectivo feminista chileno LasTesis lanzó desde Valparaíso, y que fue retomada y organizada en su mayoría por chilenas residentes en estas ciudades, la participación de las mujeres alemanas no se hizo esperar.
“LasTesis convocaron a replicar el performance de protesta y alguien en Facebook formó un grupo proponiendo que nos sumáramos. La respuesta fue muy grande y luego se formó otro grupo en WhatsApp que en muy poco tiempo era ya de más de cien personas. Fue algo muy espontáneo, pero al mismo tiempo organizado donde también se unieron mujeres de otras nacionalidades, y alemanes por supuesto que también”, explica Coty Godoy, integrante de la agrupación Cabildo Berlín.
De origen chileno, de 31 años y quien trabaja en mercadotecnia, la joven considera que el éxito del performance-protesta tiene que ver con los niveles extremos de la violencia que se han alcanzado en su país natal, así como en todo el mundo.
“Hoy tenemos claro que este problema, como muchos otros, no está resuelto. Lo que LasTesis brillantemente crearon fue, en el fondo, un manifiesto revolucionario que visibiliza la violencia contra la mujer”, considera.
Este texto se publicó el 15 de diciembre de 2019 en la edición 2250 de la revista Proceso