La Secretaría de Gobierno de la CDMX, caja chica de Héctor Serrano
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En su paso por la Secretaría de Gobierno durante la gestión de Miguel Ángel Mancera en la administración capitalina, de diciembre de 2012 a julio de 2015, Héctor Serrano Cortés dispuso libremente de los recursos asignados a su área, que sólo en el último año ascendieron a 2 mil 900 millones de pesos en números redondos.
De acuerdo con una relación de los gastos generados en 2014 por la dependencia, de la cual este semanario tiene copia, el promotor de la corriente Vanguardia Progresista y actual diputado federal del PRD desvió recursos del erario para solventar necesidades de diputados, gobernadores, jefes delegacionales de su partido y aliados, e incluso de sus escoltas.
También de su despacho salió dinero para sufragar cuestiones personales y familiares, como el mantenimiento y la remodelación de al menos dos casas y una oficina particular, así como para celebrar eventos sociales ajenos a la actividad pública.
Hasta su brazo financiero, María Eugenia Guarneros, quien fungía como directora general de Administración y fue candidata del PRD al Senado en los comicios de julio pasado, se dio vuelo: utilizó recursos públicos para comprar ropa, zapatos, perfumes y medicamentos; también para pagar los gastos de tintorería, comprar antojitos y… darse una manita de gato: en el documento se consignan pagos por peinados y arreglos de las uñas de manos y pies.
El fondeo al PRD
En vísperas de las elecciones intermedias de 2015, el PRD de la Ciudad de México usó la Secretaría General de Gobierno como caja chica alterna.
En febrero de 2014, por ejemplo, Serrano desvió 2 millones 189 mil 964 pesos para sufragar la credencialización con miras al proceso de selección interna del partido, que implicó la adquisición de 100 computadoras laptop modelo 245, con procesador AMD E-300, 1.3 GHZ/1 MB, memoria RAM de 2 GB Windows 7, disco duro 320 Gb y pantalla de 14 pulgadas, así como una webcam modelo CS25, un lector de huella y un Ipad para firma electrónica.
Entre abril y julio de ese año, el gobierno capitalino asumió el costo de diversos eventos partidistas organizados en el Cárcamo de la tercera sección del Bosque de Chapultepec, que implicaron una erogación de 500 mil pesos.
Además, el 30 de agosto desembolsó 1 millón 373 mil 962 pesos en la logística para el concierto “Que me pregunten Fest 2014”, como parte de las acciones promovidas por el PRD en defensa del petróleo.
Los recursos de la Secretaría de Gobierno también llegaron a otras entidades, como Michoacán. En la campaña de Silvano Aureoles por la gubernatura, Serrano le mandó, el 2 de mayo, 8 mil juguetes que costaron 1 millón 133 mil pesos, incluido el transporte.
A pesar de que los legisladores reciben hasta ahora una partida especial para actividades propias de su función como representantes populares, acudían regularmente con Héctor Serrano para solicitar apoyo financiero.
Por ejemplo, Ana Julia Hernández recibió 106 mil 140 pesos en especie entre marzo y mayo; Olivia de la Garza, 209 mil 612 pesos entre abril y mayo; el diputado federal Roberto López Suárez, 1 millón 563 mil 656 pesos entre enero y agosto, y Claudia Cortés, 250 mil 560 pesos entre enero y mayo.
El PAN también se benefició del presupuesto del gobierno de Miguel Ángel Mancera. El 10 de julio Serrano ordenó imprimir 20 mil trípticos de ese partido, mismos que fueron entregados al secretario particular del entonces delegado de Coyoacán y actual diputado federal Mauricio Toledo.
De las arcas del gobierno de la ciudad también salieron recursos para solventar gastos de la familia de Serrano Cortés:
El 4 de enero salieron de caja cerca de 20 mil pesos para la fiesta de cumpleaños de la mamá del secretario de Gobierno. Según el control de gastos, el pastel costó mil pesos; el regalo (de Sears), 6 mil 585; el alquiler del sonido, 3 mil 500; el alcohol, 4 mil 899, y el vino tinto, 2 mil 555 pesos.
Serrano Cortés tenía bien consentida a su madre: mes a mes le enviaba una dotación de quesos selectos.
Un par de meses después, el 21 de marzo, en la oficina de Serrano se utilizaron 50 mil pesos para agasajar a su mujer con motivo de su cumpleaños: se compraron copas, platos y salseras; alcohol, velas, hielo, cojines, hamburguesas… y se alquilaron maquinitas.
Y el 3 de junio el secretario de Gobierno le cumplió un capricho a su hijo Ernesto Badyr Serrano González. Del presupuesto se pagó la instalación de un sistema de audio fijo en el rancho Los Pirules, en la delegación Iztapalapa, donde el heredero organizó un evento social. Al igual que su padre, Ernesto es miembro de la Asociación Mexicana de Charros. El caprichito le costó al gobierno capitalino 103 mil pesos.
El operador político de Miguel Ángel Mancera, que cargó con la derrota electoral en los comicios intermedios de 2015 y la del 1 de julio último, también fue generoso con él mismo. Con recursos del erario remodeló y equipó en 2014 dos inmuebles, uno en Paseo de los Encinos y el otro en Xochicalco y Torres Adalid, colonia Narvarte.
En los documentos se consigna que el 6 de junio de 2014 se envió al domicilio de Paseo de los Encinos el siguiente mobiliario en color blanco: seis fuentes tipo feng shui con un costo de mil 200 pesos cada una; un sillón ejecutivo y dos de visita (4 mil 397 cada uno), un sillón ejecutivo y uno de visita (3 mil 99 cada uno), cuatro sillas de visita (3 mil 78 cada una), tres enfriadores de agua (4 mil 836 cada uno), un ventilador de torre (747 pesos) y un teléfono (mil 299 pesos).
Además, adquirió una computadora de escritorio con valor de 17 mil 999 pesos, una sombrilla de 150 pesos y un regulador de voltaje de 2 mil 800 pesos, entre otros enseres.
Al domicilio de la Narvarte sólo aparece un envío: un microcomponente blanco que costó 6 mil 799 pesos.
El 1 de marzo de 2014 Serrano Cortés desvió 297 mil pesos para comprar una motocicleta Harley Davidson destinada a uno de sus escoltas y dejó pendiente la adquisición de otras 10.
En un rastreo a la nómina gubernamental se encontró también que el diputado federal mantenía en diferentes áreas una red de 13 familiares que le cuestan al erario 101 mil 579 pesos mensuales. La lista la encabezaban su hijo Héctor Serrano Azamar –quien fracasó en su intento de conseguir una curul en el Congreso de la ciudad en la pasada elección– y su hermano Alejandro.
Este reportaje se publicó el 9 de septiembre de 2018 en la edición 2184 de la revista Proceso.