Televisa va por Megacable para acaparar la TV restringida
Desde hace un par de meses, inversionistas bursátiles comenzaron a dar por hecho que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores daría su anuencia para que Grupo Televisa adquiera Megacable, transacción que podría implicar 4 mil millones de dólares y que impulsaría de 65 a casi 80% el dominio de la compañía del Canal de Las Estrellas sobre la televisión de paga y el triple play, operación que va contra las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, que promueve la competencia en el sector de las telecomunicaciones.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Antes de que culmine este sexenio, Grupo Televisa pretende adquirir Grupo Megacable, propiedad de los hermanos Bours. De concretarse dicha operación, la empresa de Emilio Azcárraga Jean elevaría de 65 a casi 80% su dominio sobre el mercado de la televisión restringida y de triple play (internet, telefonía fija y televisión de paga), práctica contraria a las recomendaciones que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) emitió en agosto de 2017.
La venta de Megacable a Televisa se manejó como una posibilidad desde el año pasado, pero en agosto de 2018, entre los principales inversionistas bursátiles comenzó a darse como un hecho que Grupo Bours podrá obtener antes del 1 de diciembre la autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que encabeza Bernardo González Rosas, para vender su compañía de telecomunicaciones en un rango de entre 3 mil 800 y 4 mil millones de dólares.
El 24 de agosto último, un análisis de la Casa de Bolsa Banorte estableció que Televisa es el principal candidato para adquirir Megacable, compañía que posee 3 millones 150 mil suscriptores y que ha registrado un crecimiento de 105% en el último lustro en servicios de telefonía móvil e internet, frente a la disminución de 30.1% de Sky y de 10% de Izzi (antes Cablevisión), ambas propiedad de Grupo Televisa.
“La consolidación del sector de telecomunicaciones es algo probable, especialmente en un entorno más competitivo, ya que las empresas buscarían la generación de sinergias y economías de escala para mantener su rentabilidad”, escribió Manuel Jiménez, director de Análisis Bursátil de Banorte.
La operación, según este experto, va en sintonía con la reciente estrategia de Grupo Televisa para deshacerse de subsidiarias no estratégicas, como la venta de su 50% en Radiópolis, o de su área editorial. Además, podría desprenderse de Sky –su filial más importante en televisión restringida vía satelital– a su socio y más firme competidor AT&T, que va por el mercado del triple play.
Sin embargo, la venta de Megacable a Grupo Televisa tendría dos aristas conflictivas: una estrategia para reproducir el polémico esquema de la venta de Banamex a Citigrup, que implicaría una evasión fiscal de casi 30 mil millones de pesos principalmente en Impuesto Sobre la Renta, así como la posibilidad de “matar el futuro de la competencia convergente”, según destacó el analista Jorge Fernando Negrete.
La posible evasión de miles de millones de pesos se lograría si Megacable lo realiza mediante una operación en la Bolsa Mexicana de Valores, lo cual generaría un escándalo en el mundo empresarial y graves consecuencias frente al futuro gobierno de Andrés Manuel López Obrador, crítico de aquella venta de Banamex a Citigroup.
Un análisis bursátil proporcionado a Proceso indica que “la intención que empuja a Megacable para evadir el pago de impuestos podría traer consecuencias graves para los principales socios (…) y podría repercutir en los accionistas, si se llegara a aplicar una multa ejemplar, como lo predicen los expertos”.
Esta operación necesitaría la autorización de la CNBV y de las secretarías de Hacienda y de Comunicaciones y Transportes. De hacerse realidad representaría el “último favor” del gobierno de Peña Nieto a Grupo Televisa y a la familia de los Bours, también propietarios de Bachoco, Fertilizantes Tepeyac y otras empresas agroindustriales que son investigadas por el Servicio de Administración Tributaria y por la Procuraduría General de la República por posible defraudación fiscal.
Golpe a la competencia
La fusión de Megacable y Grupo Televisa convertiría a esta compañía en un auténtico monopolio de triple play, ya que “es la misma empresa la que controla transversalmente todo el mercado de contenidos en televisión restringida”, expuso Negrete.
“Lo lógico es que esta adquisición fuera de AT&T o hasta de Telefónica Movistar, pero de verificarse la concentración de Televisa y Megacable estaremos (…) ante una decisión muy delicada que va contra las propias recomendaciones de la OCDE”, afirmó el analista, también director de Mediatelecom y expresidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información.
Lo que más destaca de la pretensión de Televisa sobre Megacable es que no se necesita la autorización del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) debido al controversial artículo 9 transitorio de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión que excluye al organismo regulador de este tipo de operaciones en el propio sector.
Dicho apartado transitorio estableció un polémico criterio regulador que el entonces senador panista Javier Corral calificó como la “Cláusula Cablecom”, ya que le permitió a Televisa adquirir esta compañía de televisión restringida y tener más de 60% del mercado de suscriptores. Con Megacable tendría más de 80%.
En agosto de 2017, el documento Estudio de la OCDE sobre telecomunicaciones y radiodifusión en México 2017 criticó abiertamente el artículo 9 transitorio porque “despoja al IFT de sus facultades de evaluación ex ante de las concentraciones”.
El artículo noveno transitorio “es una medida innecesaria e incluso anticompetitiva que codifica una falta de confianza en el IFT. El marco jurídico debería permitir que el IFT ejerza su autoridad en todos los casos, lo cual no sólo implica la validación expedita de transacciones cuando evidentemente no representan una amenaza para la competencia, sino que también implica realizar una investigación minuciosa y no autorizar, o en su caso sancionar, las concentraciones propuestas antes de que tengan efectos anticompetitivos”, advierte el estudio de la OCDE.
En resumen, “esta exención a la ley no es congruente con el objetivo general establecido en la Constitución y en la ley secundaria donde se busca promover la competencia en los sectores de telecomunicación y radiodifusión. Por el contrario, facilita la concentración del mercado. Por consiguiente, el artículo noveno transitorio se debe eliminar”, recomendó el organismo internacional.
Ante la perspectiva de que el futuro gobierno de López Obrador, con una clara mayoría legislativa en el Congreso, pudiera eliminar este artículo transitorio, Televisa pretende absorber a su más grande competidor en triple play.
América Móvil, propiedad de Carlos Slim, no puede adquirir este tipo de compañías por ser agente económico preponderante en telefonía móvil y por el candado existente para invertir en México en triple play. Los competidores lógicos que no tienen este candado serían la gigante trasnacional telefónica AT&T o la española Telefónica o alguna compañía de menor dimensión en el sector.
Relación tormentosa
Megacable surgió como una pequeña compañía en 1978, como Visión por Cable de Sonora S.A. de C.V., y Visión por Cable de Sinaloa S.A. En 1982 comenzó operaciones como Grupo Megacable y se expandió por las ciudades más importantes de Sonora y Sinaloa. En 1995 cambió su razón social a Megacable y en 1997 se estableció en Guadalajara y realizaron producciones locales.
Entre 1999 y 2006 se expandió por Jalisco, Michoacán, Chihuahua, Durango, Veracruz y Nayarit.
Su gran salto se produjo en el sexenio de Felipe Calderón. En noviembre de 2007 Megacable, presidido por Francisco Bours, hermano del exgobernador sonorense Eduardo Bours, comenzó a cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores y a sumar suscriptores en televisión por cable, internet y telefonía fija, en 178 municipios de 23 entidades federativas.
Para 2008 estableció una alianza de servicios de triple play con Televisa, conocida como Yoo, en abierta competencia con Telmex. En 2010 Megacable y Televisa se aliaron con la compañía Telefónica para explotar 22 mil kilómetros de servicio de fibra óptica oscura que les concesionó la Comisión Federal de Electricidad.
En septiembre de 2016, en el sexenio del priista Enrique Peña Nieto, la alianza entre Megacable y Televisa terminó con un enfrentamiento abierto. La compañía dirigida por Enrique Yamuni sacó de su servicio 14 canales de Televisa Networks porque no lograron ponerse de acuerdo sobre los precios de esos contenidos.
Megacable dejó de ofrecer canales de Televisa como Telehit, Ritmoson, Unicable, TIIN. Golden, Golden Edge, De Película, Gala TV y T1Novelas, pero siguió retransmitiendo los canales abiertos de la compañía de Emilio Azcárraga Jean.
Antes de la ruptura, en 2014 Megacable adquirió 80% de las acciones de PCTV, compañía líder en distribución y producción de televisión por cable en el país. PCTV agrupa a cientos de concesionarios de televisión por cable y cuenta con infraestructura de producción y transmisión. Comercializa los canales TVC, TVC Deportes, Platino, Platino Plus, Pánico y Cine Mexicano, que sustituyeron a los de Grupo Televisa.
En diciembre de 2017, Megacable Holdings cerró con números muy positivos en comparación con la crisis de Grupo Televisa. Los reportes bursátiles indicaron que esta compañía duplicó su tamaño en ingresos totales y flujo operativo, tuvo un alza de 92.6% en sus ventas totales respecto de 2012, y sus ganancias netas fueron de 7 mil 715 millones de pesos.
Los clientes de Megacable aumentaron 45%, pasó de tener 2 millones 971 mil suscriptores en diciembre de 2016 a 3 millones 150 mil en agosto de este 2018. Los servicios que más crecieron fueron los de internet y de telefonía móvil.
Su aparente ruptura con Televisa obligó a Megacable a expandirse a otros mercados. Adquirió por sólo 13 millones de dólares el negocio de video de Maxcom en Puebla, Tehuacán y Querétaro.
Su valor actual, según los reportes bursátiles, es de 3 mil 880 millones de dólares. Y en su última conferencia de prensa, el 24 de julio de este año, pronosticó que su crecimiento en el segmento de televisión de paga será de 6 a 7% para el segundo semestre de 2018, mientras que en telefonía móvil esperan un incremento de 18 a 20% y en internet será de entre 15 y 17%.
Este reportaje se publicó el 21 de octubre de 2018 en la edición 2190 de la revista Proceso.