Un siglo de Luis Pérez Meza, autor de "El barzón"
Esta pieza de “El trovador del campo”, de absoluta raigambre popular que sirvió de himno para la lucha social, es además “la precursora de la canción de protesta latinoamericana, de los versos rap y de la sátira social del hip-hop”, cuenta la también cantora Elisa Pérez Meza, quien realiza por sí sola la conmemoración de los 100 años del natalicio de su padre, ante el “ingrato menosprecio” de las autoridades culturales.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La Rastra, yermo pueblo minero sinaloense socavado por la Revolución Mexicana en el municipio de Cosalá (donde las pocas decenas de personas que lo habitan carecen de computadora e internet), fue la cuna del autor de “El sauce y la palma”, “La india bonita” y “El barzón”, Luis Pérez Meza, El trovador del campo, quien este 22 de mayo cumplió un siglo de nacimiento.
Desde las costas de Mazatlán, su hija, la también cantora Elisa Pérez Meza, manifiesta telefónicamente hastío hacia el “ingrato menosprecio de las autoridades culturales” para apoyarla y celebrarle el onomástico al actor y cantautor llamado asimismo El artista del pueblo y La voz de oro.
“Es una verdadera vergüenza que no sea recordado como merece, tengo yo que andar día a día mendigando celebrar a Luis Pérez Meza, una estrella perfeccionista y fulgurante que caló los corazones de las personas humildes por su corazón abierto y fomentar nuestros ritmos y tradiciones arraigados. En su trayectoria de medio siglo, mi papá dio a conocer la música de tambora al resto de México, los Estados Unidos, las Filipinas y Europa.”
Afortunadamente, desde el domingo 7 ella comenzó los homenajes en Sinaloa.
“La generosidad de la Lotería Nacional para la Asistencia Pública ha impreso su apuesta imagen charra en los billetes del sorteo que tendrá lugar el próximo 28 de mayo en su honor, al cual asistiremos mi esposo y yo, Hernando Hernández (autor de la biografía Luis Pérez Meza… Y sigue la yunta andando. Universidad Pedagógica Nacional, 1992).”
De la mina a la cima
Dice Elisa Pérez Meza que su padre no se llamaba Luis, sino Ignacio.
“Al ver desconsolada a su mamá tras la muerte de uno de los 15 hijos que tuvo (llamado precisamente Luis) en la mina, él decidió complacer a mi abuela y cambiarse de nombre, para recordarlo siempre.”
El triunfo llegó cuando musicalizó “El barzón”, que le obsequió el hidrocálido Miguel Muñiz Varela a mediados de los treinta.
“Sólo recordemos que en los años cuarenta, ‘El barzón’ se convirtió en el tema fundamental que sirvió de antecedente a la canción de protesta latinoamericana, a la vez que fue una pieza precursora de los versos rap y de la sátira social del hip-hop.”
Elisa no exagera.
Nacida en La Cruz de Elota el 8 de abril de 1942, debió cerrar El Museo de los Pérez Meza “La casa del Sol A.C.”, agobiada por las deudas del foro artístico que levantó a su padre y a sus tíos músicos Antonio y Moisés (Proceso, 28/5/2006). Una presentación de Nayeli Nesme y Malena Durán en Mazatlán para el homenaje de este mes tampoco fructificó a falta de recursos municipales.
“Es una injusticia que mi padre no tenga una estatua ni una calle en México”, acusa. Aunque predice que “El barzón” será eterno, luego de haber sido retomado como himno de lucha para el movimiento de la Unión Nacional de Productores Agropecuarios, Comerciantes, Industriales y Prestadores de Servicios “El Barzón A.C.”, pues “los campesinos y gente pobre continúan siendo explotados por patrones poderosos y políticos muy corruptos.”
A El trovador del pueblo lo contrataron durante la Segunda Guerra Mundial para cantar a los solados hispanoamericanos en las bases aliadas de Filipinas, cuenta; al Million Dollar Theater de Los Ángeles lo acompañó la banda sinaloense El Recodo, de Cruz Lizárraga, y sus primeros discos de 78 RPM en Columbia los grabó en Nueva York y Texas; el público catalán aclamó su bien templada voz y permaneció dos años en España, con tamboras sinaloenses como la de Ramón López Alvarado, siguiendo sus extensos giros por palenques de la República Mexicana y Sudamérica. Los cubanos Fidel Castro, Bola de Nieve y Celia Cruz coleccionaban sus grabaciones.
Las coplas de “El barzón”, difundidas en la década de los setenta por la versión de El jilguero sinaloense, Amparo Ochoa (Proceso, 6/9/1993), y renovadas por La Maldita Vecindad en 1998, suman alrededor de un centenar de retahíla octosilábica contra la explotación campesina, comenzando así:
Esas tierras del rincón,
las sembré con un buey pando.
Se me reventó el barzón
y sigue la yunta andando…
Grande entre grandes, Luis Pérez Meza participó en 10 películas del Cine de Oro Nacional, topeteando al estilo de Dos tipos de cuidado (1952) con Jorge Negrete en ¡Ay Jalisco, no te rajes! (1949).
“A mi padre no le interesaba filmar, sino cantar. Era amigo de los amigos. Nació para trovar y se murió en la raya, por la diabetes, el 9 de junio de 1981. Sus restos están en el Panteón Jardín. Hemos contado 113 discos LP y más de mil canciones interpretadas por él con tambora, con mariachi, tríos de bolero, orquestas… ¡Es un legado formidable, disperso, invaluable… al grado que nadie lo ha podido organizar ni archivar por su complejidad!”
Basta ojear la red virtual para hallar montones de portadas para una veintena de marcas disqueras independientes. Este mes de junio, Sony Music sacará un nuevo paquete de cuatro CDs, y sobran páginas para las interpretaciones que van desde temas de su inspiración o del dominio popular (“Valentín de la sierra”, “El carro del Sol”, “La barca de Guaymas”, “La cárcel de cananea”, “Corrido de Heraclio Bernal”), a compositores como Ferrusquilla (“La ley del monte”, “Y ya”), Chava Flores (“Pobre Tom”, “La Bartola”, “La interesada”), Guty Cárdenas (“Ojos tristes”), Alfonso Esparza Oteo (“La rondalla”), Lalo Guerrero (“Elvis Pérez”), Ventura Romero (“La burrita”, “El gavilán pollero”, “El sube y baja”), hasta Roberto Carlos (“La última canción”) o Sor Sourire (“Dominique”).
En el libro Ferrusquilla dice: Échenme a mí la culpa (Siglo XXI/El Colegio de Sinaloa, 2002), de Heberto Sinagawa Montoya, se afirma que Pérez Meza fue “muy superior a Pedro Infante” y el verdadero compositor de “El sinaloense” (Enrique Sánchez Alonso, El negrumo). Faustino López Osuna creó su elegía “Homenaje póstumo a Luis Perez Meza” con la terceta: A Luis Pérez Meza nunca se le homenajeó en vida. Amigos no le faltaron, cuando tuvo fama y gloria. Pero se le vio pasar, sin reconocer su obra…
En suma, Hernando Hernández formula:
“Luis Pérez Meza rescató la música folclórica mexicana; fue el cantante de mejor estilo sinaloense y el primero en grabar con banda sinaloense. Estamos tan acostumbrados a él en Sinaloa y México, que poco valoramos su trascendencia universal. Necesita ser revaluado por nuestros compatriotas.”
Este reportaje se publicó en la edición 2117 de la revista Proceso del 28 de mayo de 2017.