El 'Arquero de Cristo” que busca atajar la política tradicional
Figura del futbol mexicano durante dos décadas, cuando encaraba a los delanteros casi hincado y con los brazos extendidos formando una cruz, Adolfo Ríos asegura que no está de relleno en la cancha política. En entrevista con Proceso, habla de su misión en Querétaro: lograr el registro del Partido Encuentro Social, contender por la alcaldía de la capital del estado y ganarla para ayudar “a quienes no son tomados en cuenta”. Dice no temer a la guerra sucia porque, señala, no tiene cola que le pisen. Además sostiene que acepta el aborto, pero sólo cuando está en riesgo la madre, y que respeta los matrimonios del mismo sexo.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Adolfo Ríos asegura que así como logró consolidar una carrera limpia en el futbol mexicano, podrá hacerlo en la política de Querétaro, su estado. Primero, luchando para conseguir el registro del Partido Encuentro Social (PES), y luego por la alcaldía de la capital queretana.
Cuenta que decidió optar por esta nueva faceta de su vida desde el momento en que salió de su burbuja y conoció el rostro de los lugares más pobres y abandonados de la entidad. La precaria situación de la gente, dice, lo motivó a poner fin a su carrera como director deportivo. Su más reciente labor fue en el equipo de los Gallos de Querétaro.
Exportero de Pumas, Veracruz, Necaxa, América y de la Selección Nacional, recibió del presidente nacional del PES, Hugo Eric Flores, la misión de liderar los esfuerzos para conseguir la adhesión de los queretanos con la finalidad de que ese partido obtenga su registro en el estado y, después, pueda contender por la presidencia municipal de la ciudad.
En entrevista con Proceso, Adolfo Ríos rechaza que el PES se valga de su buen nombre como deportista para conseguir la alcaldía. Y aun cuando esa organización política es señalada de conservadora, dice estar de acuerdo, en parte, con el aborto. Y si bien afirma que defiende la familia tradicional, también respeta los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Ríos sostiene que no está en la política por dinero. “Si hubiera tomado una decisión para estar en un partido por mera cuestión económica, créeme, me hubiera ido a un partido con recursos, no a uno que no los tiene”.
–¿Con usted se repetirá la situación de Cuauhtémoc Blanco, actual alcalde de Cuernavaca, acusado por el Partido Socialdemócrata de Morelos de haber recibido 7 millones de pesos para que fuera su candidato? ¿El PES le ofreció algún monto?
–Hubo proyectos deportivos a los que nos invitaron a participar y ahí sí estamos hablando de una cuestión económica. Estoy acá (en la política) por una convicción que me ha dado la gente. No tengo absolutamente nada que ocultar. No hay, de ninguna manera, de dónde se pueda echar mano para crear una nube como ésa. De ninguna manera el partido me ha hecho un ofrecimiento económico.
Durante los 19 años que estuvo en el futbol profesional, Adolfo Ríos fue conocido como el Arquero de Cristo, no por los mensajes religiosos que luego lucía en su playera al término de los partidos, sino por su peculiar manera de contener los disparos de los delanteros, que consistía en salir a atajar el balón con los brazos extendidos en forma de cruz.
En cuanto a su labor de convencimiento con los ciudadanos para que se unan al PES, aclara que no se trata de evangelizar a la gente, pues afirma que éste no es un partido religioso y que está consciente de que la política es laica; “eso es algo que respetamos”.
“Hay una diferencia abismal en la situación política, que son los valores y las convicciones. Con base en eso es como estamos entrando. Vamos a platicar con la gente. Es cierto, no ocultamos quiénes somos y (que) estamos tomados de la mano de Dios en nuestras decisiones, sin llegar a una situación de imponer a alguien una convicción religiosa”, explica.
Para Ríos, la fórmula que le ayudará a sus objetivos políticos es la coherencia entre los dichos y los actos, como en su carrera deportiva.
Cuando se le pregunta si teme a la usual guerra sucia de las campañas, responde que no, y recuerda que recientemente intentaron manchar su nombre difundiendo el rumor de que cobró por asistir a un evento y todo se lo gastó en un bar.
“Nos dio risa porque no bebo ni una gota de alcohol. Y no es que no beba por alguna cuestión relacionada con el deporte, sino porque mi padre fue alcohólico. Por lo tanto, nunca he bebido ni cerveza.”
Recuerda lo que le dijo un viejo político queretano: “No asumas nada personal de cada cosa que salga en los medios, porque hay gente que paga para eso. Entonces, no es personal contra ti, sino contra lo que vas a pelear”.
Adolfo Ríos menciona que ese mensaje le quedó claro. “Vendrán muchos ataques y lo sabemos. No quiere decir que las embestidas no las haya en el futbol, porque también las hubo, pero sabemos quiénes somos y de dónde venimos”.
–El brinco hacia la política parece muy dramático. ¿Qué fue lo que lo convenció como para dejar el deporte?
–No fue una decisión tomada al vapor. Ha sido un proceso en los cargos en los que he estado. Me gusta prepararme para tomar la decisión de sumarme a este proyecto político en Querétaro, que viene de hace tres años, con la primera invitación del doctor Hugo Eric Flores.
Explica que en aquella ocasión rechazó el llamado de Flores porque no estaba preparado ni tenía una estructura como en la que está enfocado. Entonces, con la segunda invitación, se involucró en temas sociales. Cuenta que buscó a los habitantes de las zonas más pobres del estado, a raíz de lo cual cambió la sensibilidad que tenía sobre la pobreza.
“No es que me sorprenda esa situación —aclara—, pues de donde provengo nada es diferente a lo que he visto. Nunca me tocó estrenar un par de tenis o de zapatos. En mi casa no faltó de comer, gracias a Dios; tampoco faltó la educación, pero nunca tuve un pantalón nuevo. Sufrí carencias y jamás olvidaré el trabajo que me costó sobresalir.”
Dice que tampoco olvida las dos realidades que hay en el estado: la de quienes viven cómodamente, y la de los necesitados, que no son tomados en cuenta. “Si tengo la posibilidad de servirle a la gente, lo voy a hacer”, promete.
Propuestas indecorosas
Cuando se le pregunta si teme no tener éxito en la política, como les ha ocurrido a otros personajes del deporte, el examericanista destaca que, a diferencia del resto, su propósito está sostenido en las convicciones de fe.
Puntualiza: “Cada quien toma decisiones que traen consecuencias buenas o malas, pero depende de uno. ¿Dónde sustento la intención? Primero en Dios, sin hacer de esto un partido religioso, pues el PES siempre ha defendido la libertad de culto.
“No voy a poner en riesgo mi prestigio y tomar una decisión que afecte a mi familia y mi casa, menos la relación que tengo con Dios. No es algo que me preocupe, porque a todas mis reuniones me acompaña mi hijo, y en esos encuentros nos han llegado propuestas indecorosas.”
–¿Como cuáles?
–Nos han ofrecido diputaciones y dinero. Hubo propuestas que no tienen que ver con la situación legal, pero tenemos bien firmes nuestras convicciones.
“Cuando puedo flaquear por una invitación ajena a nuestras convicciones, en cuanto volteo a ver a mi hijo tomo la decisión correcta, porque no iré contra lo que he defendido y enseñado en casa toda mi vida.
“Todos los que estamos acá no estamos exentos de una tentación, pero hay que saber decir no. Estamos conscientes de que nos pondrán barreras en lo que estamos haciendo, como nos sucedió en el futbol.
“Podrán decirnos que nos faltaron muchas cosas o que no tenemos una preparación para algo, pero nos estamos alistando para eso. La preparación más importante es la gente con la que nos estamos rodeando, que es íntegra, honesta, con un propósito y una visión de la mano con nuestros valores y con la familia.”
Refiere que en varias ocasiones él y su partido han rechazado planes para lanzar candidatos a alcaldes con la finalidad de que declinen después en favor de otros.
Sin embargo, también reconoce que en algún momento alguien del PES puede flaquear, como ocurrió en marzo último, durante las campañas electorales en Veracruz, cuando el dirigente de ese partido en la entidad, tras recibir algunos reportes, “se puso blanco y me comentó: ‘Es que ya declinó fulano en tal municipio por otro partido’”.
Divorcios y alcohol
Ríos explica que su primer objetivo es que el PES obtenga su registro en Querétaro, para lo cual deberá conseguir poco más de 20 mil afiliados.
“De ninguna manera se trata de que si alguien se afilia a nuestro partido está obligado a votar por nosotros. Queremos que nos conozcan, que sepan quiénes somos, que nos escuchen. Nuestras propuestas van encaminadas a los valores, a la familia.
“En Querétaro hay una situación muy complicada en torno a la unión familiar, pues es uno de los estados con más divorcios. Los porcentajes son altísimos a nivel nacional. También es de las entidades federativas con más consumo de alcohol. Los jóvenes están bebiendo desde los 10 y 11 años. Nuestra intención es volver a tender lazos familiares para que sean los más importantes en el hogar.”
En enero pasado, Marisela Sandoval López, magistrada del Tribunal Superior de Justicia local, dio a conocer que el estado es el tercero del país con más divorcios, pues al cierre de 2016 se registraron más de 5 mil 200 casos.
–¿Cuál es su posición sobre el aborto y los matrimonios con personas del mismo sexo?
–El tema del aborto está en las leyes internacionales y nadie puede ir contra la vida de un ser humano. Está claro que hay una situación del aborto que determina que si está en riesgo la integridad física de la madre o por una malformación o enfermedad, eso también está previsto y estamos de acuerdo.
“Los matrimonios entre personas del mismo sexo también están previstos en la ley. Esas personas tienen sus derechos y convicciones y las respetamos. Nosotros defendemos la familia tradicional, de la que todos venimos. No atacamos.”
–¿Considera que su imagen de exjugador le da ventaja sobre la clase política tradicional?
–Eso me lo irá diciendo la gente. Con buenas intenciones no basta, pero hay muchas personas con las que queremos trabajar y que podrían respaldar un proyecto. Llegaremos hasta donde nos lleve la intención de la ciudadanía.
–¿No más futbol para usted?
–En este momento no. Hay familias enteras con una situación económica muy pobre que han creído en el proyecto (político del PES). Esa gente ya creyó y se sumará. No puedo traicionarlos porque, entonces, mi familia estará viendo que tomé le decisión de regresar al futbol por dinero…
Adolfo Ríos dice que la cancha tiene similitudes con la política pues en ambos casos hay gente honesta y corrupta.
“En el futbol, como en la vida misma, siempre todo se sabe. Nuestros errores han sido como los de cualquier persona, pero no de la mano de la corrupción”, explica.
–¿Como jugador llegaron a hacerle propuestas deshonestas?
–Sí. Si esa persona estuviera aquí, se lo diría de frente. Son promotores o representantes de otros equipos cuando estuve como directivo. También había entrenadores que te decían: ‘Hay un contrato acá, pero te voy a firmar por tanto y me das un porcentaje de tu sueldo”. O sea, la corrupción siempre ha estado. Pero también hay directivos muy honestos, quienes valen la pena y respetan el contrato.
–¿Qué tanto cambió su etapa como dirigente?
–En ese sentido no cambió nada. Con los promotores que hicimos las negociaciones de los jugadores fuimos transparentes. No se trata de hacer magia, sino de transparentar las cosas.
Insiste en que combatirá la corrupción y pugnará contra ella; de lo contrario, afirma, se alejará de la política, como ya lo hizo en su paso por los Gallos Blancos, cuando el equipo, propiedad del empresario Olegario Vázquez Raña, contrató al astro brasileño Ronaldinho sin consultarlo con su directiva.
“Me tocó estar en el torneo cuando lo contrataron, pero no me enteré cuándo lo hicieron y ya teníamos un proyecto definido. (Ronaldinho) llegó a ser considerado el mejor jugador del mundo; por lo tanto, traer a un futbolista con esos reflectores fue importante, pero en la competencia había jugadores mexicanos que tenían que correr por él. Siempre hay un riesgo por cada jugador que traes, en el sentido de que o te dan resultados o no.” (Con información de Beatriz Pereyra)
Este reportaje se publicó el 24 de diciembre de 2017 en la edición 2147 de la revista Proceso.