Laberinto de empresas fantasma para exprimir a Pemex
José Ramiro Garza Cantú –un empresario cercanísimo al poder desde hace 40 años y dueño del diario La Razón– armó una estructura planetaria de compañías offshore para rentarle tres plataformas de exploración a Pemex. El tamaulipeco se valió de los servicios de Mossack Fonseca para urdir empresas fantasma en varios continentes, conseguir préstamos, librar auditorías, evitar el pago de impuestos y, finalmente, cobrarle un millón y medio de dólares diarios a Petróleos Mexicanos. Y, según la información disponible, hasta la fecha las plataformas no le han dejado un solo peso de ganancias al país.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Antiguo contratista de Petróleos Mexicanos, José Ramiro Garza Cantú es uno de los mexicanos más beneficiados de las empresas offshore de Mossack Fonseca. Con la ayuda del despacho panameño especializado en paraísos fiscales, integró una vasta red de compañías de papel para rentarle a Pemex plataformas para la exploración en aguas profundas por casi un millón y medio de dólares al día, sin que a la fecha se haya anunciado hallazgo alguno.
Con 84 años recién cumplidos y nacido en Reynosa, Tamaulipas, Garza Cantú es desde hace casi cuatro décadas contratista de la principal empresa del Estado mexicano. Sus relaciones económicas con Pemex las comenzó en los setenta al lado del entonces poderoso líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, su paisano ya fallecido Joaquín Hernández Galicia, La Quina.
Las distintas administraciones de Pemex durante los gobiernos priistas lo hicieron crecer como contratista. Pero fue en el gobierno del panista Felipe Calderón cuando consiguió multimillonarios contratos para encaminarse en la explotación de lo que el expresidente llamó “un tesoro escondido en el fondo del mar”.
El gobierno de Enrique Peña Nieto se los ha ampliado hasta diciembre del próximo año, a pesar de que la empresa estatal enfrenta la caída de los precios internacionales del crudo. Apenas la semana pasada, la Secretaría de Hacienda anunció una inyección de 123 mil 500 millones de pesos para pagar a proveedores y reducir su deuda.
Para lograr los millonarios contratos, Garza Cantú recurrió a complejas estructuras financieras que impulsó desde el inicio del gobierno de Calderón a través de dos grandes operadores: el propio Mossack Fonseca y la firma Igmasa, experta también en la creación de empresas en paraísos fiscales e involucrada en escándalos de evasión de impuestos en la compra-venta de jugadores en el futbol europeo.
Gracias a esas estructuras, Garza Cantú es ahora uno de los pocos mexicanos que ha capitalizado “el tesoro” anunciado por Calderón, según muestran los documentos que forman parte de la investigación periodística internacional #PanamaPapers, de la que Proceso formó parte.