'Pacto Criminal” y el lado siniestro de Johnny Depp
MONTERREY NL (apro).- Johnny Depp nunca se había visto tan siniestro como en Pacto Criminal (Black Mass).
Su actuación es sobrecogedora e intimidante como toda la cinta dirigida por Scott Cooper que relata la violentísima trayectoria criminal de un capo en Boston en las décadas de los 70.
Basada en un hecho real, la historia es el retrato de un sicópata que mostraba desde su desconcertante heterocromía un distanciamiento con la normalidad, una alteración genética que parecía haberlo permeado a todo él haciéndolo un ser especial, un delincuencialmente especial con una completa falta de escrúpulos para mantener el control.
Aunque el relato es muy similar a otros de gánsteres de barrio éste sobresale por la actuación de Depp, la mejor que ha ofrecido en años, en el papel del temible James “Whitey” Bugler un mafioso que va por el mundo como un cadáver viviente, rodeado de muerte y destrucción.
Su sola aparición es terriblemente incómoda. La sonrisa cruel y la mirada perdida refieren a un hombre regido por otros valores, con absoluta insensibilidad
Bugler es un capo pero también un hombre de negocios y establece una peligrosa alianza con un agente del FBI, su amigo de la infancia, con el que intercambia favores y confidencias para avanzar en el resbaladizo negocio de las drogas y la extorsión.
El guión basado en el libro de Dick Lehr y Gerard O’Neill presenta con detalles íntimos las negociaciones entre los tipos más bajos de ambos bandos de la ley que buscan prosperar a costa de la sangre ajena. Pacto Criminal es un retrato entre miles que hay en las catacumbas del bajo mundo pero con la presentación de actores interesantísimos de un drama condenado a la tragedia.
El australiano Joel Edgerton, con cada vez mayor presencia estelar en la escena norteamericana, es el corrupto policía que se debate entre la lealtad a sus jefes y la alianza perversa que comienza a absorberlo y a demoler su vida personal sin que pueda hacer algo por evitarlo.
En el entorno del mafioso está un hermano senador interpretado por Benedict Cumberbacht, solvente como siempre en su rol de atildado político que se encuentra incómodo con la cercanía de un hermano socialmente repudiado al que pese a todo ama por motivos consanguíneos.
El impresionante casting es completado por Kevin Bacon, Peter Sarsgaard y Dakota Fanning.
Todo en Pacto Criminal es abrumador. El director Cooper creó una atmósfera sombría, carente por completo de humor, donde los tipos malos transitan como en túneles negros de ratas. Se cruzan en la calle con transeúntes ajenos a sus aviesas intenciones pero parece que su aura de muerte los aleja de todo.
La música de Tom Holkenborg es de una belleza excepcional. Los acordes de cuerdas aportan un matiz depresivo a una historia que de por sí mueve a la desesperanza.
Pacto criminal es una cinta tensa y brillante. Una de las mejores producciones sobre la violencia urbana en los últimos años.