Jaime López: "A la vejez, ¡viruela!"

sábado, 15 de noviembre de 2014 · 21:12
SAN JUAN DEL RÍO, Qro. (proceso.com.mx).- Jaime López es uno de los cantautores más importantes del siglo XX, remontándose sus inicios a los años setenta cuando fuera integrante del famoso grupo Un Viejo Amor que grabó Sesiones con Emilia junto a Roberto González y Emilia Almazán. Tamaulipeco de origen, chilango por adopción, este próximo 21 de enero el autor de “Blue Demon Blues” cumplirá 61 años y sigue muy campante. Como dice una de sus canciones recientes: “A la vejez, ¡viruela!”. El 2014 le ha sido muy fructífero, ya que grabó dos discos: Palabras necias, estrenado el mes de junio, y Di no a la yoga, el cual presentó en el bar Public House de la ciudad queretana de San Juan del Río, donde fue entrevistado. “Es la primera vez que vengo a San Juan del Río, aunque con Cecilia (Toussaint) vine hace unos años a tocar a la Universidad Autónoma de Querétaro…”. Platica de su nuevo CD Di no a la yoga: “En él participa mi grupo que siempre me acompaña, llamado Hotel Garage, con José Luis Domínguez en la guitarra e Iván García en la batería, y pues juntos hacemos todas las rolas así como van, nos juntamos y las tocamos, y lo que se nos va ocurriendo… Así salió un disco, y esta vez salió muy bien.” -¿Qué canciones son? -Son 10, a José Luis le gusta No soy virtuoso a Iván no sé cuál le guste hasta la fecha (pues) no sé si nos hace el favor de tocar la batería con nosotros, pero creo que le gusta Di no a la yoga porque entra tocando con todo, y a mí especialmente me gusta “Las mazmorras del blues”. -¿Qué se siente llegar “al sexto” piso con dos discos? -Bueno, qué te diré…. Nunca he tenido nada seguro, hasta la fecha… Cuando tocas, apenas estás ganando algo; cuando ya llegas y alguien te reconoce, dices: “¡Gracias!” Es lo único que puedes hacer, y empiezas la siguiente tocada. Los pasos de López El concierto comenzó a las 10 de la noche tras una hora de espera. Jimmy Pelos (como le decía el difunto Rockdrigo y el tijuanense Javier Bátiz) subió a la escena tras Manuel Borja, encargado de abrir la tocada y juntos se echaron un palomazo para ir calentando garganta, tras unas copas tequileras que Jaime había ya ingerido con gusto. Entona sus rolas, la primera es Corazón de cacto, y la gente se prende desde el inicio. Siguen: Castillos en el viento, ¿Qué onda ese?, El maldito celular, Ella empacó su bistec, A la orilla de la carretera y Hechicera. Al pedirle el público Chilanga Banda Jaime replica: “No, ésa no”. El recital dura unas dos horas y media, concluyendo con “Sácalo”, para proseguir el viejo López sonriente con la firma de discos, playeras y libros. A la vejez, viruelas Saludamos a Jaime López y le solicitamos firme el libro Rupestre, donde viene una foto suya con el conjunto Un Viejo Amor. La mira y suspira: -¡Hace muchooo tiempo de la foto…! Y plasma su firma. Cuando escucha el apodo afectuoso de Jimmy Pelos, López ríe y dice que ese sobrenombre se lo acuñó Rockdrigo González, fallecido en los sismos de 1985. Se le comenta que al parecer también Javier Bátiz, pero responde de buen humor: -Seguro el Bátiz se lo pirateo al Rockdrigo. -¿Cómo fue la llegada de Jaime López al Distrito Federal? -A mí el DF me recibió muy bien, es más, yo sí que llegue en (autobuses) ADO, esa canción que hizo Alex Lora sobre la estación de camiones ADO a mí se me hace realmente un himno… (canta) ‘Toy esperando mi camión en la terminal del ADO, quiero que me lleve muy lejos…’ La mía fue bienvenida al revés de la de Lora. “Gracias a la Ciudad de México le he dado forma a muchas canciones que tienen que ver con Matamoros, Nogales, Ciudad Juárez… Yo le agradezco mucho a la Ciudad de México.” -También sabemos que haces doblajes cinematográficos. -He participado en Sin City donde hice a Mickey Rourke, también al Maestro Raya de Buscando a Nemo, ¿ya te conmoviste? ¡Eras un niño entonces, yo creo! También en Vacas Vaqueras la hice de Alameda Slim, el villano. -¿El teatro qué significa? -Siempre me ha gustado el teatro desde que estaba en la Prepa 5 de Coapa, que era una gran tradición ahí, yo accidentalmente fui a dar al teatro que me ha marcado realmente. -¿Me puedes decir sobre una gira que tuviste con Real de Catorce, el grupo de José Cruz? -Real de Catorce me acompañó en una gira muy fallida hace muchos años, como en el 86, a donde íbamos no había nadie, y fuimos a San Miguel Allende (Guanajuato), en una plaza de toros que no tenía toros y mucho menos, gente. Es todo. -¿Cómo fue tu participación con el grupo Chac Mool en una canción a lado del también fallecido Jorge Reyes? -(El promotor) Pepe Návar representaba a Chac Mool por esos años y una vez que me oyó me dijo que si podía hacerle unas letras al grupo, ya las habían hecho otros y sólo faltaba una y de ahí surgió una relación muy buena con Jorge, lástima que ya se nos fue. López se queda pensativo. “Cuando estás con buenos músicos no es una tortura ni cantar ni componer, cada quien sabe lo que hace y sabe muy bien con la gente que estás rodeada.” -¿Puedes hablar del “Blue Demon Blues” con el que participaste en el Festival OTI en 1985 quedado en último lugar, cuando ganó El fandango aquí de tu compadre también fallecido, Marcial Alejandro, en la voz de Eugenia León? -La canción ya la venía componiendo desde tiempo atrás, a mí me invitaron realmente porque yo les gustaba mucho (en Televisa), a Raúl Velasco le gustaba mucho… “Cada canción construye un evento teatral o una comedia musical para mí, y yo disfruté haber hecho una comedia musical de tres minutos y medio en la OTI, yo no iba a concursar obviamente como ganador, pero tenía una orquesta atrás de mí para hacer una comedia musical.” -¿Alguna colaboración próxima con Alain Dérbez, con quien alguna vez llevaste a escena el espectáculo Miss O’Hinnia? -¡Ja, ja, ja! ¡No… Nunca más! -Circula en internet una grabación que realizaron Alain, Rockdrigo y Jaime López llamada Rock del difunto. ¿Cómo surgió? -Esa la hizo Rockdrigo con Alain Dérbez. Yo los presenté, palomearon conmigo y parece que alguien la grabó, de ahí que salga a la luz; (pero) a mí lo único que me salió fueron los coros, a mí llámame para hacerlos, me salen bien. -¿Sacarías algún libro biográfico? -No, no me gustan. -Con todos estos recuerdos, ¿cómo era el cineasta del rock rupestre Sergio García, muerto justo a 25 años de los sismos de 1985, en 2010? -En paz descanse, tenía una buena relación con él, prácticamente nos regaló el espacio del Foro Tlalpan (en los años ochenta), era un tipo muy generoso, gracias a ese espacio crecieron varios grupos como Real de Catorce y Botellita de Jerez, entre otros. Influencias: “El piporro”      -¿Influencias? -Por géneros, el blues. Hasta tú podrías ser mi influencia, soy muy permeable… “Por ejemplo, mis hijas me enseñan a hablar, los músicos con los que toco me enseñan a tocar, aunque creo que mejor como músicos, (aprendo de ellos) como humanos por lo que sufren.” -¿Que escuchas más, música anglosajona o en español? -Anglosajona, sí, pero mexicana no mucho porque nací en Matamoros, y a mí la música norteña me llega. -¿Cómo fue conocer a don Eulalio González alias El Piporro y grabar con él -Para mí –se le ilumina el semblante a López–, El Piporro siempre fue el ejemplo de cómo se debe hablar, “el bien hablado” (eso significa su nombre Eulalio en griego)… “Mira, yo creo que uno homenajea cuando compone, y cuando compongo pienso en El Piporro, me duele mucho que se haya muerto, porque conociéndolo de cerca no crees que se iba a morir; pero además ves que de pronto ‘se sube el agua al tinaco’ y a mí me sorprendió, no lo creía y mira, está mal en decirlo, pero cuando lo vi un día entre el público, le dije: “’—Señor, yo estoy haciendo unas canciones que tienen que ver con usted…’ y me dijo: ‘Cuando quieras vente pa’cá pa’ Monterrey’, y así fue como compusimos eso… A mí sí me duele que se haya muerto, no porque tenga que ver conmigo, sino que estaba a todo lo que daba. Yo vi su ritmo, iba y venía al D.F., además El Piporro hizo su personaje en el D.F., ahí algunos tenemos que ver con el norte y vamos a dar al D.F., inventó a Piporro desde el D.F.” Finalmente, López habló sobre el trágico tema de “los 43 estudiantes”. -¿Qué opino? ¡Y yo quién soy para opinar! -pide un tequila más como para darse ánimo-, fíjate que no soy apolítico, soy terriblemente político. A mí sí me molesta que cualquier crimen, rapto, lo que sea en este pinche país no sólo se quede impune, sino que todo mundo se haga pendejo. “A mí me molesta no sólo de las autoridades, sino de los ciudadanos y si votamos por quien está bien en el poder, somos corresponsables de esos raptos, yo a quien criticaría no sería al gobierno, sino a nosotros mismos, porque yo soy responsable de esos crímenes, me duelen, yo tengo que solucionar eso, no el gobierno, a mí el gobierno me la pela porque yo pago impuestos. “El problema es que el gobierno no me responda cuando pago impuestos, además de que me haga sentir ilegal. Es como cuando le preguntaron a James Brown: ‘¿Usted apoya la causa de los Panteras Negras por ser negro?’ Y James Brown respondió: ‘-Yo no soy ni negro ni blanco, soy causante.’ Si tú eres causante (causahabiente), es tu ejercicio político más elemental, de ahí que yo pague impuestos para que no haya secuestros, robos, ni nada de lo que a mí me molesta, o sea… “Obviamente a los jóvenes estos, independientemente de su filia, me molesta porque yo sí pago impuestos para que no pase esto, eso me molesta, nada más como causante”. -Ninguno merecía la muerte, ¿o sí? -No, políticamente nadie merece la muerte, aún no está claro que están muertos, es un secuestro político… Esa guerra psicológica no la soporto. Así Jaime López terminó la entrevista, apoyado por amigos con los que se pierde cantando Chilanga Banda en pos de la madrugada del nuevo 17 de octubre, tras su primera tocada por los callejones de San Juan del Río.

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