"Lincoln", de Spielberg, va por todos los premios del mundo
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Diez años invirtieron el director Steven Spielberg y el guionista Tony Kushner en adaptar como thriller político los cuatro últimos meses de la presidencia de Abraham Lincoln, que escribió en 800 páginas Doris Kearns Goodwin. La cinta, que se estrena en una semana en México, ya encabeza las nominaciones de los Oscar, los BAFTA y los Globos de Oro. Los productores entregaron a Proceso material exclusivo sobre la historia del filme.
El largometraje histórico Lincoln, dirigido por el afamado Steven Spielberg, va adelante entre los seleccionados para obtener los mejores premios del mundo.
Para la estatuilla de oro estadunidense cuenta con 10 nominaciones (la ceremonia de la entrega será el 24 de febrero en el teatro Dolby, antes Kodak, de Los Ángeles); en los BAFTA, considerados como el Oscar británico, obtiene otras 10, a entregarse el 10 de febrero en el Royal Opera House de Londres, y aspira a siete Globos de Oro, que otorga la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood el 13 de enero en el hotel Beverly Hilton de Los Ángeles.
Diez años de su vida invirtieron Spielberg (ganador de dos Oscar como mejor director por La lista de Schindler y Salvando al soldado Ryan) y el guionista Tony Kushner (quien se llevó un Pulitzer por su obra Angels in America) para encontrar la historia precisa sobre el decimosexto presidente de Estados Unidos, Abraham Lincoln (12 de febrero de 1809-15 de abril de 1865).
La película, definida por sus creadores como un thriller político, aborda los últimos cuatro meses de la vida y presidencia de Lincoln, quien luchaba para que finalizara la Guerra Civil y que el congreso aprobara la Enmienda 13, que aboliría la esclavitud.
El actor Daniel Day-Lewis es el protagonista del líder del Partido Republicano.
El creador de las taquilleras cintas E. T., el extraterrestre y Jurassic park siempre buscó llevar a la pantalla grande a Lincoln, y lo impulsó el libro de Team of rivals: the political genius of Abraham Lincoln (Equipo de rivales: el genio político de Abraham Lincoln) de la periodista y biógrafa Doris Kearns Goodwin. El volumen se publicó en 2005 y se convirtió en un best-seller.
Spielberg comenzó a charlar con Goodwin varios años antes de que incluso lo terminara. Se conocieron en la celebración Millennium, en Washington, donde el cineasta le preguntó en qué estaba trabajando. Aunque Spielberg hacia otros filmes, de vez en cuando la llamaba de un set y le preguntaba:
“Bueno, ¿qué hizo Lincoln el día de hoy?”
Un día compró los derechos del libro y volvió a convocar a su antiguo y fiel equipo detrás de cámaras, como el director de fotografía Janusz Kaminski, el diseñador de producción Rick Carter, la diseñadora de vestuario Joanna Johnston, el editor Michael Kahn y el compositor John Williams.
Cuando fue lanzado el libro, Goodwin reveló que había tocado justo una parte de Lincoln que la gente estaba ansiosa por conocer: ¿Cómo llevó a cabo para bien profundos cambios en una época en que su nación estaba dividida de manera tan violenta? El título de la publicación se refiere a los tres oponentes contra los que compitió Lincoln en la elección presidencial de 1860, a quienes invitó a que formaran parte de su gabinete. Tal decisión simbolizaría sus virtudes más sobresalientes: talento para llevarse con sus oponentes, genialidad política y firme compás dirigido hacia las verdades universales de justicia y derechos civiles, así como a una unión más perfecta.
El riesgo
En información enviada a Proceso, los productores señalan que para Kathleen Kennedy, socia productora de Spielberg, la película representa un giro interesante en la evolución constante de la carrera del director:
“A Steven siempre le ha encantado la historia y ha realizado muchas películas con un contexto histórico, El imperio del sol y La lista de Schindler, por lo que creo comprendió que algunos de los personajes más interesantes provienen de la historia. Pero Steven sabía que con Lincoln no crearía una película biográfica convencional. En cambio, él y Tony intentaron encontrar la manera más íntima de mostrar la fuerza de los logros de Lincoln como presidente, a través del análisis del fin de la esclavitud y de otros acontecimientos clave que se llevaron a cabo durante su presidencia.”
A Spielberg le pareció fascinante el libro de Goodwin:
“Podías encontrar una historia para un largometraje en casi todas las páginas del libro de Doris. Pero lo más importante fue el espíritu del hombre que capturó. Cualquier otra cosa que hiciéramos, sentí que era esencial ser absolutamente fiel a ello.”
Kushner también se había fascinado con el libro, pero estaba seguro de que no había película alguna que pudiera encapsular ese coloso de 800 cuartillas:
“Es un acto narrativo impresionante y emocionante. Es también la definición viviente de algo que no puede ser convertido en una película de dos horas. Está tan increíblemente repleto de eventos intensos y personajes maravillosos, que no había posibilidad alguna de encontrar un camino narrativo a lo largo de todo ello.”
Sin embargo, aceptó el reto. Hizo un guión de 500 cuartillas. Aunque era un ladrillo, a Spielberg le gustó y se dio cuenta de que en 70 páginas de ese texto cinematográfico estaba la historia. Y le recomendó al guionista hacer esos últimos cuatro meses de Lincoln.
Mientras que a Kushner le tomó una década de exhaustiva búsqueda, además de haber recabado para los personajes muchas frases verdaderas en registros históricos, la gran mayoría de lo que escribió provino de una mezcla de investigación e imaginación:
“Una de las grandes cosas acerca de esta historia es que sabemos que estos eventos ocurrieron, pero no sabemos mucho acerca de lo que se dijo, así que esto me permitió una cierta cantidad de licencias que me dio gusto tener. Escribir este guión fue, como sólo podía ser, un acto de interpretación.”
Esa fue parte de la belleza del guión, según Spielberg:
“Tony se sumergió en el lenguaje de la época y después lo recapturó a su manera. Se convirtió en un híbrido de investigación histórica junto con el notable talento que Tony tiene con el lenguaje.”
Goodwin estuvo siempre en el proceso del guión. Ella también estaba emocionada ante la decisión de limitar la esfera de acción a una ventana más reducida, lo que resultaría en un microcosmos de Lincoln:
“En esta historia se puede ver todo lo que intenté transmitir de Lincoln en mi libro. Tiene su melancolía, su sentido del humor y sus profundas convicciones acerca de la importancia de la Enmienda 13. Tiene su buena voluntad de cargar con el peso de saber que la guerra iba a durar más porque no había compromiso con la esclavitud. Se puede ver la lucha interior que libró consigo mismo. Se ve a su alrededor a la gente en la que confió. Y tiene sus habilidades políticas, en primer plano, durante esta lucha. Al optar porque la Enmienda 13 fuera la historia, la película captura al mismo tiempo el humanismo, la visión política y el terrible peso de la presidencia en Lincoln.”