josé gil olmos
AMLO-Sheinbaum y el Cártel de Sinaloa
Con esta visita a Sinaloa en pleno conflicto generado por la detención del Mayo Zambada, López Obrador bautiza, inicia e involucra a Claudia Sheinbaum en un tema que eludió todo su sexenio.El sábado pasado Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, es decir, el gobierno saliente y el entrante de Morena, decidieron respaldar al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, involucrado en el affaire del Mayo Zambada, que ese mismo día difundió una carta explosiva que revela los vínculos del narcotráfico y la política en ese estado al que el presidente ha viajado por lo menos seis veces, de las cuales en cinco ocasiones ha estado en Badiraguato, cuna de Joaquín el Chapo Guzmán, Rafael Caro Quintero e Ismael Zambada García.
López Obrador llevó a la boca del lobo a su heredera política Claudia Sheinbaum, quien no podía negarse a presenciar y convalidar el apoyo que el presidente ha dado al exrector de la Universidad de Sinaloa y ahora gobernador Rocha Moya, quien reveló al periodista Salvador García Soto que tuvo que pedir permiso al narco para entrar y ganar las elecciones hace tres años.
Señala el periodista García Soto que luego de una entrevista y en el trayecto a una comida, a bordo de una camioneta le preguntó al gobernador:
“¿Y cómo se gobierna un estado con un cártel tan poderoso?”.
Pues, mira Salvador, no nos hagamos pendejos. Aquí todo mundo sabe cómo está la cosa. Yo fui y hablé con ellos, los conozco porque soy de Badiraguato. Y yo fui a pedirles su apoyo. Quien te diga que quiere gobernar Sinaloa y no tiene el visto bueno de ellos, te miente. Así es la cosa aquí, para qué nos hacemos pendejos.
López Obrador y Claudia Sheinbaum estuvieron con Rocha Moya el sábado pasado —el mismo día que se difundió la carta del Mayo— y desde esta tierra donde el Mayo Zambada y su exsocio Joaquín Chapo Guzmán fundaron el Cártel de Sinaloa, le dieron su apoyo total e irrestricto.
“Nosotros tenemos toda la confianza en el maestro Rocha (...) Y qué bien que se aclaró cuál es la situación, dónde estabas y que nunca fuiste convocado a ningún evento. ¡Más claro, ni el agua!”, soltó López Obrador.
Y citando a su paisano, el cantante Chico Che, el mandatario auguró tiempos difíciles: “No parará, porque están molestos, no les gusta la transformación, ni a los de adentro, los conservadores, ni a algunos que estaban mal acostumbrados a sentirse los dueños del mundo”. Si bien hay buenas relaciones con la Casa Blanca, acotó que en ocasiones “hay esa tentación de querer mandar en todas partes, meter las narices en todos lados”.
Sheinbaum tampoco se hizo a un lado y al igual que AMLO dio su apoyo al gobernador que, según en la carta del Mayo Zambada, estaría en la reunión a la que lo citó el hijo del Chapo Guzmán para dirimir un conflicto entre Rocha y Melesio Cuén, también exrector de la Universidad de Sinaloa, quien sí habría acudido al cónclave donde habría sido asesinado, de acuerdo con la versión del propio Mayo.
La lectura de la misiva de Ismael Mayo Zambada no deja dudas de que era mediador clave en la clase política de Sinaloa, pues asegura en la carta que para eso iba, para ayudar a resolver las diferencias entre el gobernador Rocha Moya y el diputado federal electo Héctor Melesio Cuén Ojeda —asesinado el mismo día de la captura—, los dos originarios de Badiraguato y exrectores de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Claudia Sheinbaum Pardo manifestó sin reparo en el evento realizado en Culiacán, acompañando al presidente López Obrador y a un lado del mandatario, que mantendrá el apoyo al gobernador Rocha Moya durante su mandato.
“Quien quiera estigmatizar a este bello estado que se quede con su historia, porque hombres y mujeres de Sinaloa son buenos mexicanos y mexicanas, hombres y mujeres de trabajo”, señaló la próxima presidenta.
Con esta visita a Sinaloa en pleno conflicto generado por la detención del Mayo Zambada y en el mismo día en que este último difunde una carta donde revela los vínculos del narcotráfico y los políticos de Sinaloa vinculados con Morena, López Obrador bautiza, inicia e involucra a Claudia Sheinbaum en un tema que eludió todo su sexenio, pero que lo deja como un pendiente que enfrentar y resolver: el creciente poder del narcotráfico y sus vínculos con el poder político de Morena.
Al final de su sexenio López Obrador ha sido acusado, en investigaciones periodísticas, de tener vínculos con el Cártel de Sinaloa y el grito de “narcopresidente” en manifestaciones de la oposición lo ha puesto en una posición incómoda. Esta sombra y este problema ya lo tiene encima la próxima presidenta Claudia Sheinbaum y tendrá que enfrentarlo a lo largo de su mandato.
Por cierto... mientras en Estados Unidos empieza el juicio al Mayo Zambada del cual se espera salga mucha información incómoda para el gobierno actual y muchos de los políticos del pasado, en México también empieza, pero un operativo de limpieza de la imagen del gobernador sinaloense Rubén Rocha Moya, quien ya pidió que la Fiscalía General de la República, a cargo de Alejandro Gertz Manero, allegado al presidente López Obrador, atraiga el caso y lo investigue, pues insiste en que el pasado 25 de julio se encontraba fuera del país y no estuvo en la reunión a la que citó el hijo del Chapo Guzmán. “No hay nada, absolutamente nada, nada, que pueda involucrarme con ese asunto. Yo soy de Badiraguato, y a fuerza me quieren hacer narco. No puedo permitir que me manchen a mí ni que pretendan manchar al presidente”, aseguró el gobernador en el discurso que dio el sábado pasado en la gira presidencial ante la mirada de un López Obrador que, según algunas crónicas, se mostró malhumorado.